En muchos lugares de Latinoamérica tenemos diferentes tradiciones con las que los fieles nos preparamos para recibir al Niño Jesús en los días que anteceden a la Nochebuena.
Por ejemplo en Colombia y Ecuador las familias se reúnen a rezar la Novena de Aguinaldos, mientras que en México y Centroamérica celebran las Posadas, en las que por nueve días que anteceden a la Nochebuena los fieles van de casa en casa pidiendo posada, recordando el pasaje bíblico en que José y María buscaban refugio camino a Belén.
En El Salvador también se celebran estas posadas, aunque reciben el nombre de Pastorelas, e incluyen una representación con escenario, actores y libreto para mostrar el verdadero significado de la Navidad.
La tradición de rezar la Novena de Aguinaldos es una costumbre arraigada entre los católicos colombianos y ecuatorianos, quienes por nueve días se reúnen en familia junto al pesebre en espera del nacimiento del Hijo de Dios.
Desde el 16 de diciembre en los hogares, iglesias, empresas —y hasta en lugares públicos como parques y centros comerciales—; se invita a quienes quieran rezar la novena y concluida ésta se comparten alimentos tradicionales navideños como colaciones, natilla y buñuelos mientras que niños y adultos cantan villancicos.
Canciones como “Dulce Jesús mío”, “No sé, Niño hermoso”, “Noche de paz”, “Mi burrito sabanero”, “Zagalillo” o “Tutaina”, entre muchas otras, son acompañadas con aplausos, panderetas, silbatos, maracas, etc.
¿Cuándo nació esta tradición? Fue hace más de dos siglos, en 1784, cuando Fray Fernando de Jesús Larrea, un sacerdote ecuatoriano que predicaba en Colombia, escribió la que sería la primera versión de la Novena de Aguinaldos.
Fue así que por solicitud de Clemencia de Jesús Caicedo, fundadora del Colegio La Enseñanza de Bogotá, el prelado escribió una serie de meditaciones que narraban el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su posterior nacimiento. La novena fue impresa en la Imprenta Real de Santa Fe, entonces capital del Nuevo Reino de Granada, y se rezó por primera vez en la iglesia de San Francisco y en la capilla del Colegio del Pilar.
Aunque la Novena de Aguinaldos no es un texto oficial de la Iglesia, las autoridades eclesiásticas admiten y aprueban textos particulares mientras se respete el dogma, razón por la que no existe una versión única de la misma. Naturalmente las versiones más recientes están escritas en un lenguaje más sencillo acorde con la época.
“Sepan que Dios nuestro Señor quiere que dediquemos nueve diítas antes de esa magna fecha del nacimiento del Salvador para prepararnos espiritualmente. La novena nuestra tiene oraciones, gozos, villancicos. Yo los invito a no olvidar esta hermosa tradición”, dijo Monseñor Alfonso Cabezas, obispo emérito de Villavicencio, Colombia.
“Un saludo muy cariñoso para los lectores de Nuestra Voz, este periódico tan latino y tan nuestro de la diócesis. Saludos a todos mis hermanitos de Colombia, de Ecuador y a todos aquellos que por estas fechas harán la novena y a los que harán las posadas. Mucha bendición, inviten y atraigan a los hijos, a los jóvenes a la gente para trasmitirles esta devoción y este encuentro fraterno”, añadió Monseñor Cabezas.