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El Papa acepta renuncia de McCarrick al Colegio Cardenalicio

El ahora excardenal Theodore E. McCarrick, arzobispo emérito de Washington, impone las manos a Mons. James F. Checchio durante su consagración episcopal y toma de posesión como obispo de Metuchen, N.J., el 3 de mayo de 2016, en la Iglesia del Sagrado Corazón Sacred en South Plainfield, N.J. McCarrick fue el primer obispo de la Diócesis de Metuchen. (Foto: Gregory A. Shemitz / CNS

ROMA/ NUEVA YORK (Por Christopher White e Inés San Martín)—. Tras un mes de crecientes denuncias de abusos sexuales contra el cardenal estadounidense Theodore McCarrick, el papa Francisco aceptó su renuncia al Colegio de Cardenales.

El arzobispo emérito Washington, de 88 años de edad, y quien era una de las personalidades más prominentes de la jerarquía católica estadounidense, ha recibido la orden de permanecer en una casa “que se le indicará más tarde” hasta que se examinen las acusaciones en su contra.

“Ayer por la tarde, el Santo Padre recibió la carta de renuncia del cardenal Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington (EE. UU.), como miembro del Colegio Cardenalicio”, dijo un comunicado difundido el sábado por la oficina de prensa del Vaticano.

La declaración señala que Francisco aceptó la renuncia de McCarrick a su condición de cardenal y “le ordenó dejar de ejercer de cualquier ministerio público, junto con la obligación de permanecer en una casa que se le indicará para llevar una vida de oración y penitencia” hasta que las acusaciones formuladas contra él sean examinadas en un juicio canónico regular”.

La decisión del Papa se produce un mes después de que la Arquidiócesis de Nueva York anunciara que las acusaciones de abuso sexual contra McCarrick habían sido consideradas “creíbles y fundamentadas”, luego de una investigación realizada por una junta de evaluación de la Arquidiócesis.

La víctima acusó a McCarrick de abusar de él en la Catedral de San Patricio en 1971 y 1972, cuando McCarrick era sacerdote de la arquidiócesis de Nueva York. En esa época la víctima era monaguillo de la Catedral y tenía 16 años de edad.

Después de esas revelaciones, el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, ordenó a McCarrick dejar de ejercer el ministerio público.

El Cardenal Joseph Tobin de Newark más tarde reveló que durante la época en que fue obispo en Nueva Jersey, hubo tres acusaciones de conductas sexuales inapropiadas contra McCarrick por parte de tres adultos. Dos de esos casos terminaron en acuerdos financieros que incluían cláusulas de confidencialidad, pero Tobin aclaró que las víctimas habían sido ya liberadas de esos términos y podían hablar libremente de lo sucedido.

Desde entonces han salido a la luz acusaciones de acoso y abuso sexual del ahora ex-cardenal contra varios jóvenes. Algunas se remontan a cinco décadas atrás. Uno de sus acusadores afirma que McCarrick comenzó a abusar sexualmente de él cuando era un chico de once años.

En 2002, en el clímax del escándalo de los abusos sexuales por parte de sacerdotes en EE. UU., McCarrick se convirtió en una de las voces que pedían con más urgencia una reforma. Y sería el arquitecto de la “Carta para la protección de niños y jóvenes”, conocida como la “Carta de Dallas”, que estableció nuevas normas para de transparencia y responsabilidad para la protección de menores en la Iglesia. Dicha carta fue adoptada como documento oficial de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ese mismo año de 2002.

McCarrick, quien recibió su ordenación sacerdotal en 1958, fue nombrado por el papa Pablo VI como obispo auxiliar de Nueva York en 1977. En 1981, el papa Juan Pablo II lo nombró obispo de la diócesis de Metuchen, Nueva Jersey, creada poco antes, y menos de cinco años después, en 1986, fue designado para dirigir la Arquidiócesis de Newark, un puesto que lo hizo una figura reconocida a nivel nacional.

Durante casi tres décadas visitó numerosas veces el Congreso para ofrecer testimonios sobre la reforma migratoria, la ayuda extranjera y la libertad religiosa. Además, fue el organizador de las reuniones juveniles anuales en defensa de la vida que se celebran tradicionalmente en mañana del día de la Marcha por la Vida. La marcha contra el aborto se realiza cada mes de enero en Washington. También era conocido en todo el país como un ávido promotor de vocaciones sacerdotales. Al jubilarse en 2006 había ordenado más sacerdotes que cualquier otro obispo en el país.

Tras su retiro como arzobispo, McCarrick siguió siendo una figura reconocida; y viajó extensamente por diversas regiones del mundo en representación de los obispos de Estados Unidos, del gobierno de Estados Unidos y del Vaticano.

Aunque participó en el cónclave que eligió a Francisco en 2013, pues ya había pasado la edad límite de 80 años, tras la cual los cardenales pierden el derecho al voto en el cónclave, muchos lo consideraban una persona muy cercana al Papa.

La decisión del papa Francisco se produce después de semanas de continuos llamados para que el Papa despojara a McCarrick de su condición de cardenal. Es la primera vez que un cardenal de Estados Unidos pierde su capelo.

El caso más similar al McCarrick es quizás el del fallecido cardenal escocés Keith O’Brien. En febrero de 2013 renunció como arzobispo de Saint Andrews y Edimburgo, y renunció a su derecho a participar en el cónclave de 2013 donde resulto electo el papa Francisco, tras la publicación de las acusaciones de acoso sexual contra sacerdotes jóvenes en la década de los ochenta.

El 20 de marzo de 2015, el Vaticano anunció que, aunque seguía siendo miembro del Colegio Crdenalicio, O’Brien no ejercería sus derechos o deberes como cardenal, en particular, no podría votar cónclaves papales.

La diferencia con el caso de McCarrick, sin embargo, es que según una fuente del Vaticano, desde el sábado, el prelado estadounidense ya no es cardenal.

Otro caso similar sería el del cardenal Hans Hermann Wilhelm Groër, quien fuera arzobispo de Viena de 1986 a 1995. Tras denuncias de abuso infantil, renunció a su cargo a petición del papa Juan Pablo II en 1995, y tres años más tarde, en 1998, renunció a sus privilegios como cardenal.

En 1927, el papa Pío XI aceptó la renuncia del cardenal francés Lois Billot como miembro del Colegio Cardenalicio, pero en ese caso fue por desacuerdos políticos, no por acusaciones criminales.

Aunque ya no forme parte del Colegio Cardenalicio, McCarrick sigue siendo sacerdote. Pero su reducción al estado laical sigue siendo una posibilidad.

Aunque ocurre raramente, ha habido casos de obispos reducidos al estado laical. Por ejemplo, el fallecido arzobispo polaco Józef Wesołowski, ex representante pontificio en la República Dominicana, fue reducido al estado laical en 2014.

Por eso se considera podría aplicarse esa sanción contra McCarrick tras el proceso canónico anunciado en la declaración del sábado.

Tras el anuncio del Vaticano, el cardenal Daniel DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, emitió un comunicado en el que agradece al papa Francisco las medidas que ha tomado.

“Agradezco al Santo Padre por el liderazgo mostrado al tomar esta importante decisión”, dice el comunicado del sábado. “Refleja la prioridad que el Santo Padre da a la protección y cuidado de todo nuestro pueblo y la manera en que estos hechos afectan la vida de la Iglesia en los Estados Unidos”.