CIUDAD DEL VATICANO (Por Carol Glatz/CNS)—. Invitar a los presidentes de las conferencias episcopales del mundo al Vaticano para discutir la prevención del abuso refleja una comprensión de que las palabras y promesas “bonitas” no son suficiente y se necesita acción concreta y concertada de parte de toda la iglesia, dijo el arzobispo Charles Scicluna de Malta.
La convocatoria del papa Francisco a la reunión, que se llevará a cabo del 21 al 24 de febrero, envía “una señal muy fuerte de un compromiso cordial a defender la dignidad, a salvaguardar a los menores en la iglesia”, dijo el arzobispo Scicluna el 14 de septiembre en la asamblea plenaria del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa. La reunión anual de los presidentes de las conferencias europeas se llevó a cabo en Poznan, Polonia, del 13 al 16 de septiembre.
El arzobispo Scicluna, quien también es presidente de una junta de revisión dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe que maneja los casos de abuso, dijo a reporteros que la decisión del papa de realizar la reunión en febrero refleja un punto fundamental: “que el asunto de la prevención del abuso y salvaguardar a los menores requiere que toda la iglesia” participe. Vatican News publicó los comentarios del arzobispo el 14 de septiembre.
La reunión de febrero, anunciada el 12 de septiembre por el Consejo de Cardenales internacional del papa, “es también una respuesta a las expectativas de la gente de que (más que) documentos y palabras ahora queremos acción”, dijo el arzobispo.
La gente debe saber que “palabras y promesas bonitas no son suficiente”, dijo Scicluna. Lo que se necesita es “un compromiso extenso que le concierna a todos; este involucra toda la iglesia y a todos en la iglesia”.
El cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, también dijo a reporteros en Poznan: “Tenemos que avanzar las cosas y hacer algo más eficaz”.
Aunque se ha hecho mucho para combatir el abuso, el cardenal dijo: “Creo que mucho más tiene que hacerse dentro del iglesia. Estoy pensando en formación sacerdotal, más prudencia al escoger los obispos, necesitaríamos más participación de mujeres en la formación de sacerdotes en la educación, el discernimiento de candidatos para un afectivo equilibrio” o madurez.
La “mala gobernación de los obispos” también fue un tema, dijo el cardenal, pero señaló la carta apostólica del papa Francisco de 2016, “Como una madre amorosa”, abordando la rendición de cuentas de los obispos y los superiores religiosos.
“Algo ya ha sido implementado pero estamos al comienzo de esta implementación”, el dijo, y debe hacerse más para “presentar los criterios y coordinar los distintos dicasterios de la Santa Sede para asegurar que todos vamos en la misma dirección”.
El cardenal Ouellet dijo que los sacerdotes de hoy día necesitan oraciones, apoyo y ánimo de los fieles.
Él dijo que aunque tal solidaridad es necesaria, también es necesario que la gente pueda expresar libremente “su ira, insatisfacción y frustración. Ese es el camino para que estos problemas sean abordados”.
Sin embargo, él dijo, atacar al papa es “una ofensa grave. No es una respuesta positiva y también es un ataque injusto”.
La crisis se está sintiendo a “nivel del liderato, de los obispos. Vemos que también hay un tipo de rebelión y esto es un problema serio que tiene que ser confrontado de una manera espiritual, no política”.