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Academia Santa Brígida: “Queremos formar líderes”

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Fotos: Elimelec Soriano

“NO ES SOLO UNA ESCUELA: es también el lugar donde ellos quieren estar después de terminar sus clases”, dice la directora, Catrina Rocco. Es la academia de la parroquia de Santa Brígida, en Wyckoff Heights, Brooklyn.

El ambiente, efectivamente, es familiar y acogedor. Los alumnos inmersos en sus clases, las paredes adornadas con murales de llamativos colores y mensajes educativos.

En la academia estudian alrededor de 200 niños y niñas que van desde kindergarten hasta octavo grado. En una reciente visita, el padre Jorge Ortiz Garay, administrador parroquial de Santa Brígida y director de la Pastoral Mexicana de la Diócesis de Brooklyn, nos contó de las renovaciones que han hecho en el edificio, la pintura, el claustro de profesores, el ambiente.school 01-48

Mientras hablamos, los niños se acercan a saludarlo, a hacerle preguntas o pedirle ayuda. El ambiente es familiar: los maestros, el sacerdote, los alumnos y la directora trabajan en común.

Le preguntamos a la directora, la Sra. Rocco, por la calidad de la educación que reciben los chicos. Nos explica que, por ejemplo, en todos los exámenes estatales de cada grado, la escuela ha obtenido resultados muy superiores al promedio de la Ciudad de Nueva York, y en la mayoría de ellas, también superiores al promedio de las escuelas católicas.

Pero la formación académica no se limita a las clases, explica la Directora. “Tenemos un STEM Club (Club de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Lo dirigen dos maestros de matemáticas y ciencias. Los
chicos hacen experimentos, desde desde introducir un huevo en una botella sin romperlo hasta diseñar un pulmón artificial”.

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“Aquí queremos formar líderes”, afirma la Directora.

La academia también ofrece atrayentes opciones más allá de las ciencias. “Tenemos un equipo de debate constitucional, club de teatro, lecciones de guitarra acústica, fútbol, hockey sobre tabloncillo, básquetbol, clubes de arte (uno para los grados inferiores y otro para los grados superiores), y el coro.

Por cierto, el coro fue invitado hace poco a cantar en el Hospital Infantil Saint Mary en Ozone Park”.

¿Podemos pagar la escuela católica?

Muchos padres piensan que, aunque ellos quisieran que sus hijos fueran a una escuela católica, el precio sería prohibitivo para ellos. Al hacerle ese comentario a la Sra. Rocco, nos explicó varias cosas que todos los padres deberían saber. En primer lugar, la escuela tiene un precio razonable, y en segundo lugar, los padres cuentan con diversas opciones y ayudas para poder dar a sus hijos una buena educación católica.

Las paredes están adornadas con murales de llamativos colores y mensajes educativos.
Las paredes están adornadas con murales de llamativos colores y mensajes educativos.

“Trabajamos con Futures in Education para ofrecer becas a los estudiantes”, explica la Directora. “Si los padres nos traen la información necesaria sobre sus ingresos, podemos trabajar con ellos y ayudarlos a recibir una beca.

También hay becas disponibles para los niños que están inscritos en nuestro programa de catecismo. Tenemos becas especialmente diseñadas para alumnos que vienen de la escuela pública… e incluso aquí en la escuela yo tengo un pequeño fondo destinado a becas también. Lo que tienen que hacer los padres es venir a hablar conmigo. Y juntos buscaremos la forma de que sus hijospuedan venir a la escuela católica”.

Nos dice entonces que a la escuela asisten chicos y chicas de otras zonas de Brooklyn. Si a la zona donde viven no llegan los autobuses escolares, la academia puede ofrecerles tarjetas Metrocard para cubrir su pasaje.

Una educación católica, una buena educación

Pero si el nivel académico y la cuestión económica son dos cosas muy importantes, la motivación para mandar a los hijos a una escuela parroquial incluye siempre, prioritariamente, la fe que allí se alimenta.school 01-8

“Aquí los niños aprenden los valores y la fe católica, aunque, por supuesto, todos los niños son bienvenidos a la escuela, sean o no católicos”, dice la Sra. Rocco.

“Aquí aprenderán a amar a sus semejantes, a respetar a sus semejantes. Y adquirirán una ética de trabajo y desarrollarán una identidad que les permita mañana cambiar el mundo con sus ideas, destrezas y talentos.

Eso es lo que significa recibir una educación católica, ser alumno de la Escuela de Santa Brígida. Aquí queremos formar líderes”.