CIUDAD DE MÉXICO (Por David Agren/ Catholic News Service)—. Un albergue para migrantes administrado por católicos en la ciudad fronteriza de Tijuana ha estado bajo protección policial después de un robo y un incendio.
Por lo menos seis individuos armados entraron al albergue a tempranas horas del 6 de mayo y robaron algunas de las escasas posesiones de los migrantes, incluyendo dinero en efectivo, teléfonos y documentos de identidad. El 7 de mayo, también temprano, la puerta del salón donde dormían los refugiados fue bloqueada con un colchón e incendiada, dijo Verónica Zambrano, portavoz de Cáritas Tijuana, agencia caritativa arquidiocesana.
Zambrano dijo que el personal sospecha que individuos locales, que previamente habían usado la propiedad del albergue para actividades ilegales, son los responsables de los ataques. Nadie ha sido arrestado.
El ataque al albergue de Cáritas se dio después que centenares de participantes en la caravana de migrantes centroamericanos, que llamaron la atención del presidente estadounidense Donald Trump, llegaron a Tijuana después de viajar a lo largo de México.
Muchos de los migrantes que participaron en la caravana no viajaron todo el camino hasta Tijuana; algunos solicitaron asilo en México o tienen la esperanza de regularizar su estado de inmigración.
Cáritas Tijuana regaló mantas a migrantes que esperaban bajo condiciones frías para cruzar la frontera de Estados Unidos, pero también facilitaron la colocación de migrantes en refugios, incluyendo la instalación atacada.
Algunos migrantes transexuales que participaban en la caravana estaban alojados en el albergue de Cáritas pero se fueron después del robo, reportó el San Diego Union-Tribune.