Análisis

¿Artificial versus biológico?

Muchas veces nos hemos preguntado por qué al buscar algo en internet (un pasaje, un utensilio, un teléfono, etc.) luego nos llegan un montón de ofertas referidas al tema. Es la asociación que hace el mundo virtual mediante los algoritmos de la inteligencia artificial con que se maneja el mundo de las redes. No cabe duda que somos una sociedad que ha puesto gran parte de su vida en el funcionamiento del poder tecnológico.

Alessandro Baricco señala en su libro The Game que “en solo tres décadas, ordenadores personales, smartphones y otros dispositivos digitales (meras herramientas de hecho) se han vuelto imprescindibles y, sobre todo, han cambiado la sustancia misma de nuestra concepción de la realidad y nuestra relación con ella”.

En esta crisis del virus, las redes nos ayudan muchísimo pero la paradoja es que quien las puso en jaque fue la misma naturaleza biológica de la especie viva; mientras que se pensaba que todo lo artificial podía dominar lo humano (lo poshumano) la misma naturaleza ha reaccionado con un fenómeno que la realidad virtual no lo puede controlar y no solo eso,  sino que ha generado un serio llamado de conciencia de cómo estamos viviendo nuestra naturaleza humana(biológica, psicológica, espiritual, etc.) en medio de esta Pandemia.

Nos trae al viejo dicho: “Dios perdona siempre, los hombres a veces, la naturaleza nunca”…no se trata de rechazar la virtualidad inteligente, es un hecho innegable pero también es una realidad que no necesariamente la proliferación de programas y aplicaciones nos ha perfeccionado en una mayor sabiduría humana. La pandemia microbiológica pone en jaque muchas cosas de un estilo humano hiperconectado en el cual vivimos.

Lo poshumano es la intervención de lo artificial en el organismo biológico de tal manera que ya lo artificial va determinando ciertas decisiones conductuales del hombre, en una especia de humanidad aumentada. A este propósito colonizador, o como quiera llamársele, una realidad de orden biológico le puso un freno obligando a la humanidad a repensar los mejores valores de su condición humana. Estos que hoy  están desaparecidos y licuados en la realidad artificial de nuestros teléfonos, tablets, computadoras, etc.

Este  tiempo de cuarentena, en cierta medida nos obliga a “parar”,  nos ayuda a mirar hacia arriba y a los costados para descubrir de dónde venimos, con quien vivimos y a qué estamos llamados a ser como seres humanos creados. Es un tiempo de prueba para la humanidad pero también es una oportunidad histórica para mostrar la fuerza de lo que Dios nos ha puesta en nuestra condición de seres humanos.

Es la hora histórica de sacar a luz lo mejor que tenemos cono hijos de Dios!

En este tiempo de la novena de Pentecostés, repitamos la invocación al Espíritu Santo tomada de las letanías: … Espíritu de sabiduría y entendimiento; de ciencia y de piedad…, ten piedad de nosotros…