Durante la fría mañana de hoy, en el aula Pablo VI, el Papa Francisco se reunió con los miles de fieles que vienen de distintas partes del mundo para participar de la habitual catequesis durante la Audiencia General y recibir la Bendición Apostólica; en esta ocasión, el Santo Padre interrumpió su discurso respecto del libro de los Hechos de los Apóstoles para reflexionar sobre el Pesebre, al que llamó “el Evangelio doméstico,” refiriéndose también a su última Carta Apostólica firmada en el Greccio buscando recordar el significado de esta tradición de armar un pesebre en Navidad.
Un Evangelio vivo
Francisco explicó el sentido de armar el pesebre en los diferentes lugares donde se desarrolla nuestra vida, afirmando que esta tradición nos recuerda “que Dios no permaneció invisible en el cielo, sino que vino a la Tierra, se hizo hombre, se hizo un niño.” Por lo tanto hacer un pesebre es “celebrar la cercanía de Dios.”
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Nos ayuda a redescubrir que “Dios no es un Señor distante, sino real, concreto, vivo y palpitante, un amor humilde que desciende hasta nosotros. El niño en la cuna nos transmite su ternura, representando a Dios que viene a abrazar nuestra humanidad.”
Hay una relación fundamental entre el pesebre que significa literalmente “comedero” y Belén que significa “casa del pan;” por lo que el Pontífice nos ensena que “el pesebre que hacemos en casa, donde compartimos alimentos y afectos, nos recuerda que Jesús es alimento, el pan de vida, es Él quien alimenta nuestro amor, es Él quien da a nuestras familias la fuerza para continuar y perdonarnos.”
Una lección de vida
El Papa Francisco invito a todos a ver en el pesebre una invitación a la “contemplación,” porque solo quien sabe estar en recogimiento, sabe acoger lo importante de la vida. En los ritmos frenéticos de hoy, afirma el Santo Padre, ” el pesebre es más relevante que nunca, mientras que cada día se hacen muchas armas y tantas imágenes violentas en el mundo, que entran en los ojos y el corazón, el pesebre es, en cambio, una imagen artesanal de la paz.
Miremos el pesebre
El cierre de la catequesis fue mediante una invitación a detenerse y mirar el pesebre para “captar una enseñanza sobre el verdadero significado de la vida.” En el pesebre nos encontramos con escenas de la vida cotidiana de la gente, “porque nos recuerda que Jesús entra en nuestra vida concreta. Es importante hacer un pequeño pesebre en casa, siempre, porque es el recuerdo de que Dios vino a nosotros, nació de nosotros, nos acompaña en la vida, es un hombre como nosotros, se convirtió en un hombre como nosotros. En la vida cotidiana ya no estamos solos, Él vive con nosotros.” concluyó Francisco.