Algunos se preguntarán por qué, como director de la Propagación de la Fe, también estaría interesado en promover el trabajo de Catholic Relief Services (el Servicios de Auxilio Católico, CRS por sus siglas en inglés).
Algunos han visto estos dos órganos de la iglesia como organizaciones rivales. ¡Yo creo que se complementan! Ambas son organizaciones con una importante labor misionera.
La Propagación de la Fe trabaja en obras espirituales, como la construcción de iglesias, la educación de catequistas y la formación de seminaristas.
Los Servicios de Auxilio Católico son la dependencia humanitaria de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) que ayuda a alimentar a las personas, llevarles agua limpia y proporcionar medicamentos y suministros en casos de desastre.
Muchas veces CRS es catalogado como el mayor secreto de la Iglesia Católica de los Estados Unidos. El año pasado, el presupuesto anual de CRS fue de casi mil millones de dólares, lo que ayudó a más de 159 millones de personas en más de ciento veinte países.
Hace poco tuve la oportunidad de sentarme a conversar sobre CRS con uno de los obispos auxiliares de Brooklyn. Mons. Octavio Cisneros ha sido nombrado miembro de la Junta Directiva de Catholic Relief Services.
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Mons. Cisneros se reconoce a sí mismo como un candidato natural para formar parte de la Junta por tres razones.
La primera es que tiene una amplia experiencia debido a sus múltiples viajes por Latinoamérica. Excepto Bolivia, ha visitado todos los países del continente. Como miembro de la Junta Directiva, entre sus misiones estará visitar algunos de los proyectos de CRS en lugares que ya conoce.
La segunda es que ya se ha desempeñado en el Comité Latinoamericano de la USCCB y en el Comité de Operaciones Ultramar de CRS. A través de estas conexiones, el obispo ya tienen amistad o relaciones con muchos de los prelados que ahora buscan el apoyo de CRS en América y otros partes.
Los obispos extranjeros encontrarán en el obispo Cisneros un cómodo intermediario.
Y la tercera razón es muy personal. CRS se llamó “Oficina Católica para el Bienestar Social” antes de que se cambiara a su nombre actual. Mons. Cisneros recuerda que entre 1961 y 1962 esta oficina ayudó a más de 14,000 niños refugiados de Cuba a escapar del régimen comunista y establecerse en nuestro país.
Muchos de estos refugiados, con la ayuda de nuestra iglesia, lograron un progreso excepcional y vidas muy productivas y exitosas. ¡Uno de esos niños se convirtió en el obispo Octavio Cisneros!
Él ha experimentado de primera mano la eficacia del alcance de los programas de CRS. En nuestra charla, Mons. Cisneros me habló de Cúcuta, una ciudad en la frontera de Colombia y Venezuela, que visitó en 2019.
Los refugiados cruzaban un pequeño puente desde Venezuela, algunos de ellos solo para conseguir comida y regresar a casa. Otros lo cruzaban para huir de los efectos del socialismo en su tierra natal y buscar nuevas oportunidades para mejorar sus vidas.
Desafortunadamente, algunos estaban tan cansados que cuando llegaban a Cúcuta simplemente se quedaban allí. CRS continúa brindando alimentos, medicamentos y educación a muchos venezolanos desplazados.
Este es uno de los miles de ejemplos en que la Iglesia Católica Estadounidense ayuda a tantas personas en todo el mundo a través de CRS.
¡Este es el tipo de Buenas Nuevas que nuestra comunidad necesita escuchar!
El padre Keeney es director diocesano de la Oficina para la Propagación de la Fe.
SI DESEA CONTRIBUIR AL ÉXITO DE CRS, PUEDE HACERLO DONANDO A LA COLECTA ANUAL QUE SE LLEVA A CABO EN CADA PARROQUIA (ESTE AÑO, EL DOMINGO 14 DE MARZO) O PARTICIPANDO EN EL PROGRAMA DE CRS “PLATO DE ARROZ” DURANTE EL TIEMPO CUARESMAL.
PARA HACERLO, LLAME AL 1 (800) 222-0025 O VISITE WWW. CRSRICEBOWL.ORG/ORDER.
TAMBIÉN PUEDE ENVIAR UN CORREO ELECTRÓNICO A LA SRA. CARLIE DUA A CARLIEDUA@CRS. ORG, QUIEN ES LA ENCARGADA DE RESPONDER CUALQUIER PREGUNTA O PROBLEMA DE PERSONAS QUE VIVEN EN BROOKLYN Y QUEENS.