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El bien común por delante de las ganancias financieras, aconseja el papa Francisco

CIUDAD DEL VATICANO (Por Junno Arocho Esteves/CNS)—. Un “voraz” modelo económico que explota los recursos de la tierra mientras menosprecia los derechos y culturas de los pueblos indígenas, ha dejado al planeta en una condición precaria y requiere un cambio de corazón que ponga el bien común por delante de las ganancias financieras, dijo el papa Francisco.

Dirigiéndose a los participantes de una conferencia de dos días en el Vaticano el 3 de mayo, el papa dijo que como todas las actividades económicas, la minería “tendría que estar al servicio de toda la comunidad humana”, especialmente de los indígenas que a menudo “se les presiona para que abandonen sus tierras y las dejen libres para proyectos extractivos, agrícolas o de cría, que no presten atención a la degradación de la naturaleza y la cultura”.

El Papa Francisco se dirige a los participantes en el encuentro sobre la industria minera organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. (Medios Vaticanos)

“Ellos no son simplemente una minoría entre los demás, sino deben ser los principales socios en el diálogo, en especial cuando se proponen grandes proyectos que afectan sus tierras”, dijo. “Insto a todos a respetar los derechos humanos fundamentales y la voz de las personas en estas hermosas y aún frágiles comunidades”.

La conferencia del 2 al 3 de mayo, titulada “La minería para el bien común”, fue auspiciada por el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y en la misma participaron representantes de la industria minera de Canadá, Latinoamérica, África y Asia. Igualmente participaron en el evento miembros de las iglesias metodista y anglicana, la Unión Internacional de Superioras Generales de Congregaciones Religiosas y organizaciones católicas de justicia social y desarrollo.

También estuvieron presentes miembros de las comunidades afectadas por la industria minera, incluyendo a representantes de la ciudad de Brumadinho, Brasil. A final de enero, el dique de Brumadinho, el cual es propiedad de la compañía minera Vale, colapsó.

La rotura del dique ocasionó una catastrófica avalancha de lodo que mató a más de 200 personas y causó que gran cantidad de material tóxico del mineral de hierro extraído se filtrara en el terreno. Los expertos creen que los desechos contaminantes eventualmente llegarán al Río San Francisco, el río más largo que recorre todo Brasil.

En su discurso, el papa dijo que los líderes de la industria minera deben asegurarse de que sus actividades estén orientadas “al desarrollo humano integral de cada persona y de todos” y “debe estar al servicio del ser humano y no viceversa”.

“La atención a la seguridad y bienestar de las personas involucradas en la extracción minera así también como el respeto a los derechos humanos fundamentales de los miembros de las comunidades locales y de aquellos que abogan por sus causas, de hecho son principios que no son negociables. La simple responsabilidad social corporativa no es suficiente”, dijo.

Citando su encíclica “‘Alabado Seas’, sobre el Cuidado de la Casa Común”, el papa Francisco instó a los participantes de la conferencia a “abandonar la cultura del descarte” y seguir propiciando que los sistemas industriales adopten “un modelo circular de producción capaz de preservar los recursos y maximizar el eficiente uso, reutilización y reciclaje de los mismos”.

También agradeció a los líderes de la industria minera así como a los representantes de la iglesia y la comunidad por participar en la conferencia, la cual les ayudará a salvaguardar el planeta a la vez que los retará a “pensar y actuar como miembros de una casa común”.

“Tenemos que actuar juntos para sanar y reconstruir nuestra casa común”, dijo el papa. “Todos nosotros estamos llamados a cooperar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno según su propia cultura, experiencia, involucramiento y talentos”.