EL PASADO 3 DE JUNIO en la Concatedral San José en Prospect Heights, Brooklyn, se celebró la ordenación de diez nuevos sacerdotes que servirán en parroquias de Brooklyn y Queens.
A continuación presentamos una breve biografía de los diez nuevos sacerdotes.
Padre Nicholas Apollonio
Nicholas Apollonio, de 33 años, nació en Trieste, Italia, y es el mayor de los dos hijos de Christiana Winter y el fallecido Mauro Apollonio. Su parroquia de origen es la Catedral Basílica de San Giusto Martire.
Asistió a una escuela primaria pública, luego al Liceo Cientifico Galileo Galilei, y trabajó como albañil antes de entrar al seminario en el año 2007.
Se graduó en el Redemptoris Mater Seminary de Newark, New Jersey, y obtuvo el título de maestro en divinidad de la Escuela de Teología del Seminario de la Inmaculada Concepción en la Universidad de Seton Hall, South Orange, N.J.
EL PESO DE SU CRUZ
Nicholas Apollonio tuvo una infancia feliz, hasta que un trágico acontecimiento sacudió su vida. Cuando tenía 6 años, su padre sufrió una hemorragia cerebral que casi lo mata. A esto le siguió el divorcio de sus padres. Lleno de ira, negó la existencia de Dios y se alejó de la Iglesia durante muchos años.
Gracias a la ayuda de un amigo de la secundaria y su familia de profundas raíces católicas, descubrió la presencia de Dios en medio de su sufrimiento. Con ellos se acercó a la catequesis en su parroquia, y caminando con esta comunidad de creyentes, fue capaz de crecer y madurar en la fe. Llegó a comprender que Dios nunca lo abandonó a él ni a su familia.
El padre Apollonio se reconcilió con Dios y puso su dolor al pie de la cruz. Aliviado de esa carga, fue capaz de abrir su corazón a la voluntad de Dios para su vida.
Por sorteo, fue elegido para ir a Redemptoris Mater en Nueva Jersey y ser formado para el sacerdocio en Brooklyn.
Habla italiano, inglés y español, y está aprendiendo chino. Celebró su primera misa en la Basílica de Regina Pacis, Bensonhurst, donde cumplió su año de diaconado, el domingo 4 de junio, a las 2:00 p.m.
Padre Kamil Bober
El padre polaco Kamil Bober, de 27 años, cree que Dios mismo lo guió en su camino hacia el sacerdocio.
Sus padres no lo obligaban a ir a la iglesia, sin embargo, a los seis años, él hizo un compromiso consciente de asistir a misa cada semana.
A los 14 años, ayudando en el altar de su parroquia natal de St. Rafal Kalinowski en Elbag, Polonia, el adolescente pensó que si pudiera ser sacerdote sería el hombre más feliz del mundo, y dejando a un lado su ambición de unirse a la academia de policía, terminó la secundaria y entró directamente al seminario.
Devoto a San Juan Bosco, Kamil quería seguir sus pasos como misionero de la orden religiosa. Pero un sacerdote de la parroquia lo convenció de quedarse y servir a su pueblo en casa. Inseguro de qué hacer, tomó un trabajo como cartógrafo y reconsideró matricular en la academia de policía.
OTRA PUERTA SE ABRE
Kamil rezó a Dios y dijo que había hecho todo lo que estaba en sus manos para convertirse al sacerdocio, que si era verdaderamente Su voluntad, abriera una nueva puerta.
Dos semanas antes del examen de la academia de policía, recibió una llamada telefónica preguntando directamente si quería entrar al seminario.
Creyendo que era un regalo de Dios, se inscribió en el Seminario de los Santos Cirilo y Metodio en Cracovia, y terminó sus estudios en el campus del seminario en Orchard Lake, Michigan.
Sirvió durante el verano del 2014 y 2015 en la iglesia Sacred Heart-St. Stephen, en Carroll Gardens, y luego en Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, en Ridgewood.
El padre Bober celebró su primera misa en Sacred Hearts-St. Stephen, el 4 de junio, a las 12 del mediodía. También celebró otra misa de acción de gracias en la iglesia de St. Rafal en Polonia el 18 de junio.
Padre Szymon Galazyn
El padre polaco Szymon Galazyn, de 35 años, no esperaba terminar viviendo en Estados Unidos.
Hijo de Zofia y Stanislaus, y hermano de Grzegorz, Lucyna e Iwona, el padre Galazyn creció en un hogar profundamente católico en Malbork, al norte de Polonia.
Sus padres los criaron con el ejemplo, haciendo que la oración y la fe fueran el fundamento de su vida cotidiana. Desde niño Szymon ayudaba en el altar y hacía las lecturas en misa.
Hizo una licenciatura en Teología en Varsovia, pero no había discernido verdaderamente si estaba llamado a la paternidad en una familia o en la Iglesia.
Aunque no hablaba inglés, se mudó a Londres, donde trabajó haciendo parrillas en los restaurantes. Fue allí donde pudo escuchar a Dios con más claridad.
Regresó a Polonia y se matriculó en el Seminario de los Santos Cirilo y Metodio en Cracovia. El padre Galazyn considera a San Maximiliano Kolbe un modelo personal y quería seguir los pasos misioneros del santo. El Seminario de los Santos Cirilo y Metodio prepara a los jóvenes para el sacerdocio en Estados Unidos, comenzando los estudios en Cracovia (Polonia) y luego en Michigan (EE.UU). Una vez en Michigan, debía escoger qué diócesis servir.
Brooklyn parecía una elección natural debido a su gran población polaca y el paisaje familiar de la ciudad. El padre Galazyn dijo que el encuentro con Mons. DiMarzio también jugó un papel importante en su llegada a Nueva York.
Allí se le asignaron las parroquias de Nuestra Señora del Ángelus, en Rego Park, y San Anselmo, en Bay Ridge.
El padre Galazyn celebró su primera misa en San Anselmo en Bay Ridge, el domingo 4 de junio, a la 1:30 p.m. También celebró una misa de acción de gracias el 18 de junio, en la Madre de Dios del Perpetuo Socorro en Malbork, Polonia.
Padre Pil-Koo John Hwang
Para el padre de origen coreano Pil- Koo John Hwang, de 36 años, el sacerdocio es una respuesta fundamental en su búsqueda del sentido de la vida.
Cuando alcanzó la mayoría de edad, decidió no seguir la corriente de la vida, sino elegir conscientemente su propio camino.
FORMACIÓN MUSICAL
De adolescente estudió jazz pero su verdadera pasión es el rock. Compuso música religiosa y secular. Sentía vocación para el sacerdocio, pero no estaba dispuesto a someterse al ambiente estricto de los seminarios coreanos, que él describe como más rígidos que los de Estados Unidos.
Como es obligatorio en Corea, se alistó en el ejército y sirvió durante 26 meses. Pero no se olvidó de Dios. Siguió asistiendo a misa y ayudaba en el ministerio de música.
Cuando terminó su servicio militar, aún no estaba listo para el seminario. A los 26 años, decidió mudarse con su hermano en Nueva Jersey, donde trabajó a tiempo parcial, aprendió inglés y disfrutó de las muchas maravillas de Manhattan.
LA BELLEZA EN LA DIVERSIDAD
Asistió a los espectáculos de Broadway y disfrutó de la diversidad de la ciudad de Nueva York; algo que lo ayudó a explorar su interior y entender mejor el mundo.
Aquí conoció al padre Kevin Sweeney, quien lo presentó a la Casa de Discernimiento San Juan Pablo II, en Cypress Hills, donde estuvo dos años, y luego se inscribió en el Colegio Comunitario de Queensborough.
Finalmente, se dio cuenta de que el llamado al sacerdocio era auténtico y dijo: “Sí”. Terminó sus estudios en la Universidad de St. John’s, en Jamaica, y el Seminario de San José, en Dunwoodie. Durante su formación sirvió en la iglesia del Espíritu Santo, en Borough Park, y Santa María, Madre de Jesús, en Bensonhurst.
También utiliza su talento para componer música litúrgica. Su música se puede escuchar en youtube.com/ johnpilkoohwang.
“La música fortalece mi fe y mi vocación”, dijo. “Y seguiré siendo músico como sacerdote, trayendo más gente a la Iglesia a través de la belleza de la música”.
El padre Hwang celebró su primera misa el domingo 4 de junio, a las 4:00 p.m. en la iglesia de San Rafael, en Sunnyside. Espera animar la misa con su propia composición musical, que ha nombrado “Misa de San Juan de Capistrano”. También celebrará una misa de acción de gracias en la iglesia de San Francisco de Asís, en Daejeon, Corea.
Padre Willy Kingsley Ndi
El padre Willy Kingsley Ndi, de 31 años, creció en el seno de una familia cristiana de madre católica y padre bautista, en Camerún, África.
Quedó huérfano de madre a los 12 años; vivencia que lo devastó, pero al mismo tiempo lo ayudó a aferrarse a la Iglesia. “Me enamoré del sacerdocio desde muy joven”, confiesa. Cuando tuvo la edad requerida, solicitó entrar a una congregación religiosa y estudiar en la Universidad Católica de África Central. Sin embargo, este camino se le cerró. Su búsqueda de su lugar en el plan de Dios lo condujo a Estados Unidos y puso en su camino a Mons. Nicholas DiMarzio.
El padre Ndi reconoce que se siente en paz en la diócesis de Brooklyn, que incluye también Queens. Aunque extraña a su familia no lamenta su decisión. Dijo que ha encontrado su lugar en la Diócesis de los Inmigrantes, donde fieles y sacerdotes le han hecho sentir como en casa.
Además del inglés, el padre Ndi habla francés, español, alemán e italiano. Considera la investigación como una de sus aficiones y tiene una devoción especial a San Maximiliano Kolbe. En su día de la ordenación, será investido por Mons. Joseph Nugent y el padre Luis Saldaña.
El padre Ndi celebró su primera misa en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, un lugar de culto de la parroquia de San Martín de Porres, en Bedford-Stuyvesant, el domingo 4 de junio, a las 2:00 p.m.
Padre Robert Mema
El padre Robert H.C. Mema, de 28 años, nació en Brooklyn, y fue bautizado en la iglesia del Inmaculado Corazón de María, en Windsor Terrace.
Con la idea inicial de estudiar Derecho, obtuvo una licenciatura en Justicia Criminal de la Universidad John Jay, en Manhattan. Trabajó como banquero personal durante dos años antes de entrar en la Casa de preparación para el sacerdocio en el Seminario Catedral de Douglaston. En el seminario St. Joseph, Dunwoodie, obtuvo su licenciatura y dos maestrías en Teología.
El padre Mema no tuvo una relación estrecha con la iglesia hasta los 18 años, cuando le pidieron ser padrino en un bautizo. Habló con el padre Robert B. Adamo, entonces párroco del Inmaculado Corazón de María, y se matriculó en las clases del Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RCIA, por sus siglas en inglés), al mismo tiempo que asistía a la universidad y trabajaba en el restaurante de su familia.
En la Vigilia Pascual del año 2008, recibió los sacramentos de la Sagrada Comunión y la Confirmación. Comenzó como voluntario en la rectoría y en la iglesia, sirviendo como sacristán, lector y ministro extraordinario de la Sagrada Comunión.
Como parte de su formación vocacional, desempeñó funciones de verano en la Iglesia St. Kevin, en Flushing, y la parroquia Resurrección-Ascensión, en Rego Park, donde también pasó su año de diaconado, y fue en peregrinación a la Jornada Mundial de la Juventud en Polonia.
El padre Mema confiesa estar agradecido por la “asombrosa oportunidad, privilegio y honor” de servir al pueblo de Dios como sacerdote, un papel que él percibe como puente e instrumento de la misericordia de Dios. Celebró su primera misa en la iglesia del Inmaculado Corazón de María, el domingo 4 de junio, a las 11:45 a.m.
Padre Ikenna Okagbue
La santidad y humanidad de sus párrocos inspiraron al padre Ikenna Okagbue, de 35 años, a considerar el sacerdocio como opción de vida.
Nacido en el sureste de Nigeria, creció en el seno de una devota familia católica en Aguleri, estado de Anambra. Es el mayor de los siete hijos de Michael y Regina Okagbue.
De niño, asistía a misa diariamente y se reunía con otros niños de la localidad para rezar el rosario cada noche, en una cruzada dedicada a Nuestra Señora de Fátima.
Ayudar en misa le dio la oportunidad de conocer de cerca a sus párrocos; observándolos interactuar con los fieles, creció su admiración por ellos y su propia vocación. Sus padres no tomaron en serio su decisión porque él era todavía muy joven. Pero su padre dijo que podía vivir la experiencia de estudiar en el seminario, pero más adelante casarse y formar una familia. Aunque eso nunca sucedió, porque Ikenna decidió seguir adelante.
Obtuvo dos licenciaturas en Filosofía en la Universidad Estatal de Imo, Nigeria y en la Pontificia Università Urbaniana de Roma.
Luego se inscribió en la Universidad de la Libertad en Lynchberg, Virginia, en 2014. Una vez en Estados Unidos, su primo, el padre Alexander Agbata, vicario parroquial de la Iglesia de Sagrado Corazón de Jesús en Bayside, lo invitó a visitar la diócesis de Brooklyn. A pesar de que no le gustaba el frío de Nueva York, la cálida actitud con la que lo recibieron lo hicieron sentir en casa.
Terminó sus estudios de Teología en el Seminario San José, en Dunwoodie, y obtuvo su licenciatura y una maestría en Teología.
El padre Okagbue habla inglés e igbo, una lengua que hablan 18 millones de personas en Nigeria. Celebró su primera misa en la Iglesia de San Sebastián el domingo 4 de junio, a la 1:15 p.m.
Padre Michael Panicali
Cuando Michael William Panicali, de 42 años, estaba en sexto, le preguntaron a los niños de su clase: “¿Quién de ustedes ha pensado ser sacerdote?”
Michael fue uno de los que levantó la mano; pero el pensamiento de una vocación sacerdotal quedo atrás mientras crecía.
Al graduarse de la universidad, se sintió inclinado hacia el trabajo social. Tomó empleos en el campo de la salud mental, desarrollo de discapacitados y bienestar infantil. Trabajó entre otros en Goodwill, LifeSpire y Caridades Católicas de Brooklyn y Queens.
En enero del 2008 terminó su maestría como trabajador social, una pasión que heredó de su difunta madre, que tenía 11 hijos y aun le alcanzaba el tiempo para cuidar a otros en la comunidad.
La idea de entrar al seminario lo perseguía, pero el cambio le parecía muy drástico. “Cuanto más me aferraba, más Dios se acercaba y me llamaba”. Hasta que en el 2010 finalmente accedió.
Comenzó su formación sacerdotal con jóvenes a los que le doblaba la edad. Sin embargo, estaba determinado a cursar el seminario. “Dios me puso pruebas para que aprendiera a confiar en Él”, confiesa.
El padre James Massa sugirió que fuera transferido al Seminario San Juan XXIII, especializado en vocaciones tardías. “Fueron los tres mejores años de mi vida”, reconoce. “Sentí mucha alegría. Fue una experiencia muy regocijante”.
El padre Panicali dijo que ahora sabía que Dios lo había transformado en la persona que necesitaba ser, de modo que podía ver Su gracia sobre él. “Me siento vivo, alegre y agradecido. El padre Panicali celebró su primera misa en la parroquia St. Athanasius, el domingo 4 de junio, a las 11:30 a.m.
Padre Henry Torres
Para el padre Henry José Torres, de 26 años, el camino hacia el sacerdocio no ha sido fácil, pero ha estado colmado de bendiciones inesperadas.
Es el segundo de los tres hijos de Margarita y José Torres, inmigrantes de República Dominicana, quienes inculcaron un fuerte fundamento en la fe, y se aseguraron de que fuera a misa diaria en la parroquia de San Miguel-San Malaquías, en Nueva York.
Fue diagnosticado con glomeruloesclerosis focal y segmentaria, una enfermedad autoinmune que ataca a los riñones.
Necesitaba un trasplante de riñón, y su madre sacrificó uno de los suyos para salvarle la vida. Su padre se sacrificó manteniendo dos trabajos para sostener a la familia. Luego de atravesar esta experiencia de amor condicional, comprendió que si ellos podían amarlo al extremo, con sus defectos y limitaciones humanas, cuánto más podría amarlo Dios.
Quería tener una carrera, una casa y formar una familia, pero creía que Dios lo estaba llamando a un camino diferente.
En el 2008, entró en la casa de preparación para el sacerdocio en el Seminario de Douglaston. Mientras estaba en el seminario, el riñón trasplantado empezó a fallar y tuvo que someterse a diálisis.
Ante la necesidad de otro trasplante, se sintió inspirado para pedir ayuda a la Madre Teresa. El 7 de septiembre de 2012, dos días después de su fiesta y un día después de su cumpleaños número 22, recibió un nuevo riñón que le salvó la vida. No puede dejar de creer que la Madre Teresa intercedió por él, y tuvo la oportunidad de agradecérselo cuando asistió a su misa de canonización en Roma, el pasado otoño.
Terminó sus estudios en el Seminario San José, en Dunwoodie, con una licenciatura y dos maestrías en Teología.En su sacerdocio, el padre Torres aspira a modelar el espíritu de sacrificio de sus padres.
El padre Torres celebró su primera misa en la parroquia de San Miguel, en Nueva York, el domingo 4 de junio, a las 3:00 p.m.
Padre Michael Ugbor
El sacerdote nigeriano Michael Odinaka Ugbor, de 37 años, dio el “Sí” a Dios en una diócesis a 5000 millas de su casa. Nacido en el estado de Enugu, al este de Nigeria, Michael es el quinto de los seis hijos de Christiana y el difunto Michael Ugbor Sr. Se graduó de licenciatura en Filosofía en el Seminario Mayor de los Santos Pedro y Pablo, en Ibadan, en asociación con la Universidad de Ibadan, estado de Oyo.
También obtuvo un título en Latín de la Pontificia Università Urbaniana de Roma.
Desde que estudiaba en la primaria sintió su vocación a la vida sacerdotal; pero cuando terminó sus estudios de Filosofía, decidió que el sacerdocio no era para él.
Salió del seminario y optó por una carrera en educación y liderazgo escolar.
Se mudó a Jamaica, Queens, en el 2013, y comenzó estudios de doctorado en la Universidad de St. John’s. En la universidad, sus profesores y compañeros de clase a menudo lo confundían con un sacerdote, y el llamado de Dios que intentó silenciar durante tanto tiempo “volvió a ser tan intenso de nuevo” que ya no podía ignorarlo.
Se puso en contacto con el padre Kevin Abels, entonces director diocesano de vocaciones, y fue aceptado en formación para la diócesis de Brooklyn.
Continuó sus estudios en la Universidad de St. John’s, y luego asistió al Seminario St. Joseph en Dunwoodie, donde obtuvo una licenciatura y dos maestrías en Teología.
Su preparación pastoral incluyó asignaciones de verano en la iglesia de Nuestra Señora del Refugio, en Flatbush, y en la parroquia Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los Cristianos, en Woodside, donde pasó su año de diaconado.
Estas experiencias en la vida parroquial le permitieron participar en diversas obras de misericordia: visitar enfermos, alimentar hambrientos, consolar a desamparados y aconsejar a jóvenes en la fe.
El padre Ugbor habla inglés e ibgo, y está aprendiendo español para poder servir mejor a los fieles en Brooklyn y Queens. Celebró su primera misa en la Presentación de la Santísima Virgen María el domingo 4 de junio, a las 9:00 a.m.