Terroristas asesinan sacerdote en su propia iglesia en Francia

Lo obligaron a arrodillarse en pleno altar y lo degollaron el cuello sin piedad. El padre Jacques Hamel, de 84 años de edad, se encontraba en la iglesia de Saint-Etienne du Rouvray, en Normandía, para celebrar la Santa Misa, cuando dos individuos armados con cuchillos irrumpieron la paz y aterrorizaron al padre, dos religiosas y varios parroquianos durante 40 minutos, según reportes de EFE.

“No pensé que iban a irse sobre Jacques. Él estaba de pie ante el altar, ellos lo obligaron a ponerse de rodillas y luego empezó a resistirse. Cuando vimos el cuchillo en la mano derecha me dije, «bueno, es seguro que allí algo va a pasar»”, relató en una entrevista radial en RMC la hermana Danielle, una de las dos religiosas que fue tomada como rehén por los terroristas del Estado Islámico (ISIS).

La religiosa logró escaparse de los terroristas y alertó a la policía, que llegó a los pocos minutos y ultimó a uno de los fundamentalistas islámicos, según el reporte oficial de los hechos. La hermana Danielle dijo que ella y los otros presentes le imploraron a los terroristas que se detuvieran, pero “ellos gritaban: ‘ustedes los cristianos nos suprimen’”.

Señaló la religiosa que los terroristas grabaron su acto en video e “hicieron un sermón en árabe en torno altar. Fue horroroso”.

Se trata de la primera muerte de un sacerdote católico en manos de terroristas del Estado Islámico (ISIS). Otra persona quedó gravemente herida.

Por su parte, el Papa Francisco expresó “dolor y horror” ante el terrible hecho, según informara a los medios el portavoz del Vaticano, el P. Federico Lombardi, reiterando además la “condena radical” que el Papa ha hecho ante “toda forma de odio”.

“Estamos particularmente afectados porque esta violencia horrible ha tenido lugar en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios, en donde ha tenido lugar la muerte de un sacerdote y el secuestro de los fieles. Mostramos nuestra cercanía con la Iglesia en Francia, la Archidiócesis de Rouen, la comunidad golpeada y el pueblo francés”, apuntó Lombardi.

Terror, muerte y lágrimas en Francia, Alemania y el Medio Oriente

Irrumpió en la celebración de la independencia de Francia el pasado 14 de julio a bordo de un camión repleto de armas y explosivos. Disparó al azar y embistió contra la multitud que celebraba el Día de la Bastilla en el paseo tablado de Niza, al sur del país, luego del espectáculo de fuegos artificiales. El trágico saldo de 84 muertos y más de 200 heridos, en su mayoría niños, dejó a Francia sumida nuevamente en un profundo luto nacional por segunda vez en menos de 7 meses.

El autor de los hechos, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, nacido en Túnez y residente de Francia, fue ultimado a balazos por la policía. Según oficiales de la Interpol, Bouhlel, de 31 años de edad, no figuraba en la lista de terroristas buscados pero tenía un historial criminal en ese país.

El presidente Francois Hollande extendió por tres meses el estado de emergencia que se encontraba vigente tras el sangriento atentado de Paris que dejó un saldo de 130 muertos el pasado 27 de noviembre.

Una semana después del ataque, cuatro hombres y una mujer fueron arrestados bajo sospecha de haber ayudado a Bouhlel a planear el atentado meses atrás, según informó el procurador de Paris Francois Molins durante conferencia de prensa.

Molins dijo que la investigación reveló que los hechos habían sido premeditados y que el sospechoso tunecino se había radicalizado “muy rápidamente”.   Usando el teléfono celular del sospechoso, se descubrió que Bouhlel había recibido el apoyo de cómplices y había tomado fotos de eventos públicos pasados realizados en el tablado de Niza remontándose a los meses de julio y agosto del año pasado, de acuerdo a los reportes de agentes de la Interpol.

Una semana más tarde, en Múnich, Alemania, un joven de 18 años y de doble ciudadanía iraquí y alemán disparó contra una multitud en un centro comercial, matando a nueve personas. Según la policía de esa ciudad, el sospechoso, cuyo nombre aun ha sido revelado, estaba obsesionado con los tiroteos en masa y había estado planeando su ataque por un año.

“Parece que había estado planeando el ataque desde el verano pasado”, dijo Robert Heimberger, jefe de la policía estatal de Bavaria en conferencia de prensa, afirmando a la vez que no se le había encontrado relación alguna hasta el momento con grupos terroristas.

Y mientras nosotros nos enfocábamos en las convenciones y escándalos políticos, en Afganistán murieron por lo menos doce personas cuando un atacante suicida en motocicleta se internó en la provincia norteña de Kunduz, según las autoridades.

Unos 14 policías y cinco civiles resultaron heridos por la explosión que ocurrió a pocas horas de que estallara una bomba detonada a control remoto en una bicicleta, matando a un policía y a un civil en la ciudad oriental de Ghazni. En este atentado, cinc personas resultaron heridos, según los informes de EFE.

Y es que los ataques suicidas de los insurgentes se han convertido en pan de cada día Afganistán y también en Iraq, donde en vísperas de nuestro 4 de julio, un camión bomba irrumpió en las calles de Bagdad dejando más de 200 muertos en lo que las autoridades catalogan como el peor atentado en la capital iraquí en años.

El grupo terrorista ISIS clamó responsabilidad por los ataques de Bagdad.