El 5 de enero se instala una nueva Asamblea Nacional por primera vez de mayoría opositora en 17 años de gobierno chavista. El histórico hecho se da tras la arrasadora victoria de la oposición en las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre cuando millones de venezolanos en el mundo entero celebraron la ocasión como un amanecer de esperanza.
Pero lejos de ser un panorama color de rosa, los analistas políticos pronosticaron que el 2016 será un año de “choque institucional”, “guerra de poderes” e “ingobernabilidad” en Venezuela. El contraataque del frente oficialista no se hizo esperar y una semana después de los comicios, el presidente de la pasada Asamblea Nacional del país, Diosdado Cabello, se aseguró de instalar una primera sesión del Parlamento Comunal Nacional para, según afirmara en ese entonces, “reforzar el poder popular”. “Ahora tendremos un Parlamento al servicio de la burguesía. Por parte de la derecha no vamos a escuchar nada que sea para favorecer al pueblo”, dijo Cabello en diciembre.
La oposición calificó el organismo como una “Asamblea Nacional paralela”. “El diosdado-madurismo adelanta maniobras para despojar a la Asamblea Nacional de su imprenta”, dijo en su cuenta de Twitter el secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.
Torrealba añadió el mes pasado que la oposición tomará el control de Parlamento en enero con 112 diputados y que se establecería de inmediato “una agenda de reivindicación social”. “Se trata de evitar que las misiones —programas sociales— dejen de ser una forma de extorsión política”, explicó en conferencia de prensa.
El presidente Nicolás Maduro anunció públicamente su estrategia de “declararle la guerra” al nuevo parlamento. Torrealba advirtió ante los medios de comunicación que “si eso ocurre, no nos quedará más remedio que activar los mecanismos constitucionales previstos para sacar al presidente de la República de su cargo”. El líder de la oposición pronosticó que en cualquiera de los casos que establece la Carta Magna, tendrán el apoyo de la mayoría de los venezolanos.