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Corte australiana desestima apelación del Cardenal Pell

BROOKLYN—. La presidente del Tribunal de Apelaciones de la Corte Suprema del estado australiano de Victoria, Anne Ferguson, anunció que con una sentencia mayoritaria de 2 a 1 se desestimó el recurso de apelación presentado por el Cardenal George Pell, en el caso George Pell vs The Queen, y se confirmó la sentencia pronunciada en febrero al finalizar el juicio de primera instancia por abuso sexual infantil. Los abogados del cardenal tienen 28 días para presentar la última apelación posible.

Se trata de una historia compleja donde siempre cupo la posibilidad de la inocencia del acusado quien nunca dejó de afirmarla y donde las emociones pueden empañar la razón. Por ejemplo, de la sentencia de 325 páginas emitida por el Tribunal de Apelaciones, las razones del juez Mark Weinberg, quien falló a favor de la inocencia del Cardenal Pell, representaron 200 páginas, según informa el sitio australiano “The Age.” El juez Weinberg expresó dudas sobre la evidencia presentada por la fiscalía, alegando que existen “posibilidades significativas” de que el acusado no sea culpable, porque habría “una serie de pruebas que hacen imposible aceptar” el testimonio decisivo para la formulación de un veredicto de condena.

Según lo informado por los medio de comunicación australianos, el juez también alega que la decisión sobre el caso dependía completamente del hecho de que el testimonio de la víctima (uno de los dos ex adolescentes supuestamente abusados ​​por Pell en la sacristía de la catedral de Melbourne, el otro murió en 2014) era creíble  solamente por una duda razonable. “El jurado, escribió Weinberg, fue invitado a aceptar su testimonio sin ningún apoyo independiente”. También afirmó que en el testimonio “hubo inconsistencias y discrepancias y algunas de sus respuestas simplemente no tenían sentido”.

El ex Prefecto de la Secretaria para los Asuntos Económicos de la Santa Sede cumple una condena de 6 años desde marzo pasado acusado de agredir sexualmente de dos coristas de 13 años en la década de 1990 en la sacristía de la Catedral de San Patricio en Melbourne. El veredicto se pronunció en un tribunal lleno de víctimas de abuso, activistas, abogados y periodista.

Los hechos

Las acusaciones condujeron a dos procedimientos denominados “Juicio de la Catedral” y “Juicio del nadador”. En el primer caso, el cardenal Pell fue acusado de actos obscenos y agresión sexual contra dos niños del coro en la sacristía de la catedral de Melbourne después de la misa del mediodía, a fines de 1996 y nuevamente a principios de 1997. En el segundo caso Las acusaciones fueron de agresión sexual contra dos niños mientras estaban en la piscina a finales de los setenta.

Las deliberaciones del jurado sobre el “Juicio de la catedral”, que comenzó en agosto de 2018, no dieron resultados, porque los jurados no llegaron a un veredicto unánime o mayoritario. Por eso, en noviembre pasado se inició un nuevo proceso con un nuevo jurado que en diciembre, sobre la base de la evidencia presentada en el tribunal, reconoció a Pell culpable. Sentencia que se hizo publica el 26 de febrero de 2019 debido a una ley australiana que así lo prevé. En esa misma fecha, también se anunció que el llamado “Juicio del nadador,” programado para abril, no se llevaría a cabo debido a la falta de pruebas admisibles.

El 13 de marzo del corriente, fue la audiencia que sentenció a Pell a seis años de prisión, de los cuales debe cumplir al menos tres años y ocho meses. Inmediatamente después de la condena, Los abogados del Purpurado presentaron la apelación basándose en el hecho de que la condena había llegado sobre la base del simple testimonio de solo una de las dos víctimas. Luego fue llevado a prisión donde comenzó a cumplir su condena. La audiencia de apelación se celebró los días 5 y 6 de junio.

Una historia poco clara

El juicio de primer grado se inicia a partir de la reapertura de un caso ya cerrado anteriormente. Frente a estos hechos, el Papa concede a Pell una licencia en sus ocupaciones del Vaticano para que viaje a Australia a defenderse.

El mismo día que se anunció el veredicto, la Oficina de Prensa de la Santa Sede había emitido un comunicado en el que había confirmado “las medidas cautelares ya vigentes contra el cardenal George Pell”, es decir que “a la espera de la determinación definitiva de los hechos, el cardenal Pell tiene prohibido el ejercicio público del ministerio y, por regla general, contacto de cualquier forma y forma con menores de edad.”

El cardenal, por cuya cuenta también está abierto un juicio canónico, está esperando en prisión para conocer su destino definitivo. Cuando el cardenal fue acusado en junio de 2017, la Santa Sede recordó que Pell “durante décadas ha condenado abierta y repetidamente los abusos cometidos contra menores como actos inmorales e intolerables, cooperó en el pasado con las autoridades australianas, apoyó la creación de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y, finalmente, como obispo diocesano en Australia introdujo sistemas y procedimientos para la protección de menores y para brindar asistencia a las víctimas de abuso “. (Comunicato della Sala Stampa della Santa Sede, 29.06.2017)

Durante las audiencias del proceso de apelación, en el que Pell siempre ha participado, los tres jueces de la Corte presionaron al fiscal y, como señaló el periódico británico “The Guardian“, “El fiscal Christopher Boyce luchó contra las preguntas de los tres jueces que presidieron la apelación del cardenal George Pell, encontrando difícil responder sus preguntas sobre las pruebas de la víctima y el caso”. El veredicto del tribunal, tanto la fiscalía como la defensa podrán presentar una apelación final ante el Tribunal Superior de Australia.

Por otro lado no podemos dejar de lado las sospechas que se tejen en algunas publicaciones que hablan de una suerte de “venganza” tendida al Cardenal George Pell por haberse interpuesto a ciertos movimientos irregulares que ocurrían en las finanzas vaticanas, tal y como lo asegura el sacerdote español Santiago Martín, fundador del movimiento Franciscanos de María, a través de un video difundido en el sitio “Religión en Libertad.”

La Santa Sede

El 12 de diciembre de 2018, la Santa Sede explicó que a fines de octubre el Papa Francisco concedió el retiro al Cardenal Pell del Consejo de Cardenales debido a la “edad avanzada”. Posteriormente, a fines de febrero, el director “interino” de la Sala de Prensa, Alessandro Gisotti, confirmó que el mandato de cinco años del Cardenal Pell como prefecto de la Secretaría de Economía, que comenzó en febrero de 2014, se concluyó y, por lo tanto, terminó su servicio en el Vaticano.

En la mañana de hoy la Santa Sede, a través de su Porta Voz, Matteo Bruni, ha publicado un comunicado de prensa en el que expresa el conocimiento y respeto por lo determinado por las autoridades australianas, reconoce que el Cardenal George Pell siempre ha sostenido su inocencia y que tiene derecho a agotar los recursos de apelación que tenga disponibles, finalmente expresa su cercanía y apoyo a todas las víctimas como también la decisión  firme de hacer de la Iglesia un “hogar seguro” para todos.