Nuestra diócesis

Da inicio la Campaña Anual agradeciendo a los contribuyentes

Monseñor DiMarzio saluda a Tom y Arlene Jablonski de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en Bay Ridge, durante la recepción de la Campaña Católica Anual.

Sara Nespoli dirige el programa de formación de fe en la parroquia Santos Apóstoles Simón y Judas, en Gravesend. Está a pocos meses de obtener una maestría en teología, en el Seminario St. Joseph. Sara cree que sus estudios son un valioso recurso en la enseñanza de niños y adultos sobre la fe católica.

“No tienes dudas de tu fe, pero cuando se te acerca un niño y te pregunta: ‘¿Me puedes explicar sobre el Espíritu Santo?’, o ‘¿Eso es sangre de verdad?’, necesitas tener una buena noción de cómo explicarlo… y enseñarlo a su nivel; y con toda la educación que he recibido, estoy preparada para explicarlo mejor”, confiesa Sara Nespoli.

Según Sara, su educación superior fue posible gracias a la Campaña Católica Anual (ACA, por sus siglas en inglés), una campaña anual de recaudación de fondos dedicada a apoyar diversos programas de la Diócesis de Brooklyn, como los servicios para personas mayores, vivienda asequible, formación de fe, programas para nuevos sacerdotes y pastoral juvenil.

Sara pudo expresar directamente su agradecimiento a los contribuyentes de la ACA a principios del mes de febrero, durante una cena en el restaurante Giando on the Water, en Williamsburg. Esta cena fue una de las dos recepciones auspiciadas por Mons. Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn, para quienes donaron US$1,000 o más a la ACA el año pasado.

Esa noche, Mons. DiMarzio también agradeció personalmente a los contribuyentes diciendo: “La cena es exquisita y el sitio es agradable, pero la recompensa divina es mucho más grande que esto y dura para siempre; así que todo lo que hacemos nosotros para agradecerles se queda pequeño comparado a lo que hace Dios”. Mons. DiMarzio y Mons. Jamie Gigantiello, Vicario para el Desarrollo, hicieron un llamado a su altruismo, explicando que los fondos recaudados en 2017 quedaron US$2 millones por debajo de los US$10 millones recaudados en 2016.

Un pequeño rebote en la donación de este año, según Mons. Gigantiello, sería muy beneficioso para los necesitados.

“Sé que están aquí esta noche por su dedicación y su fe”, dijo Mons. Gigantiello. “Saben que estamos en un sitio maravilloso, pero cuando las luces se apagan siguen iluminando otras luces más hermosas… y eso es lo que hacemos realmente, es lo que ustedes hacen y es lo que hace la Campaña Católica Anual. Traer luz a un mundo en tinieblas”.