Por Marietha Góngora Vargas.
Ricardo Moreno nació en Bogotá, capital de Colombia en 1944 y siendo muy pequeño su familia decidió trasladarse a la Ciudad de Cali, en el departamento del Valle del Cauca, al suroccidente del país.
Ricardo tenía cuatro hermanos, de los cuales uno falleció años atrás, víctima del flagelo de la violencia.
A sus 19 años, Ricardo llegó a los Estados Unidos gracias a la ayuda de una tía y cuatro años después trajo a sus hermanos.
El hecho qué motivó este cambio de vida para él fue que su padre los abandonó. “Tuve que salir a trabajar a los 13 años y la tía mía que estaba aquí vio que nuestra economía no era la mejor y decidió ayudarme para venir y que yo les ayudara a ellos. Desde entonces, no he parado de trabajar”.
A su llegada trabajó en un restaurante argentino, donde estuvo por seis años hasta que comenzó a trabajar para la compañía Elizabeth Arden, localizada en Sunnyside (Queens). Posteriormente, la empresa se trasladó a Roanoke, Virginia y debido a esto, Ricardo decidió buscar un nuevo empleo. Para 1973 ya estaba trabajando en una empresa de químicos, donde trabajó hasta este año, cuando llegó el momento de su jubilación.
Desde que recuerda, Ricardo ha asistido sagradamente a la misa dominical. “Dios me ha guiado en todo y me ha salvado porque de niño casi me mata un camión, otra vez que estaba en New Jersey conduciendo me quedé dormido y una vez casi me ahogo en un río en Cali”, recuerda el hoy diácono Moreno, quien en 1974 contrajo nupcias con la que hoy es su esposa y madre de sus dos hijos.
Ricardo ha servido en su parroquia, “Nuestra Señora de Lourdes”, ubicada en Queens Village, por 37 años. Los primeros doce años sirvió en los ministerios de la Sagrada Comunión y del Duelo, por lo cual el entonces párroco, Monseñor Robert Pawson, reconociendo sus cualidades y su entrega, le preguntó si quería servir a su comunidad en calidad de diácono permanente.
Su esposa, Regina Moreno, lo apoyó incondicionalmente en el camino a convertirse en diácono, al igual que sus hijos, quienes sirvieron como monaguillos en el pasado.
El diácono Ricardo Moreno y su esposa Regina, son padres de dos hijos y abuelos de seis nietos.
Su camino hacia el diaconado inició en 2001 y se ordenó el 19 de mayo de 2007. Para el diácono Moreno su respuesta a este llamado es el propósito que el Señor ha tenido para su vida y el motivo por el que tantas veces lo ha salvado, incluso estando al borde de la muerte.
El diácono Moreno es bilingüe y sirve a esta comunidad parroquial que está compuesta por un gran número de feligreses norteamericanos y la cuota hispana la ponen las familias puertorriqueñas, dominicanas, peruanas, salvadoreñas, guatemaltecas y panameñas, principalmente.
Entre los sacramentos que alegran de forma especial a este diácono están los bautizos. Y es que él tuvo el privilegio de bautizar a cinco de sus nietos y darles la bienvenida a la iglesia a la que él mismo tanto le agradece.
El diácono Ricardo Moreno ha bautizado a cinco de sus seis nietos. Aquí sostiene a Anna y Emma después de recibir el Sacramento del Bautismo.
El diácono Ricardo Moreno reconoce la importancia del papel que juegan los jóvenes en el presente y futuro de la fe católica y de llamarlos para que se comprometan en la vida parroquial.
El diácono Moreno forma parte del Comité de la Asociación Deportiva y es entrenador de atletismo, programa de 38 años de antigüedad que fue suspendido tras la epidemia del Covid-19. En esta iniciativa participan niños desde los cinco hasta los catorce años de edad y han sido campeones por dos décadas.
La familia y una fe disciplinada son para el diácono Ricardo Moreno su más grande apoyo. Entiende que el Dios de la vida le ha dado todo lo que tiene y lo ha traído hasta aquí, lejos de la tierra que lo vio nacer, para llevar Su Palabra a más corazones necesitados de Él.