Tras meses de cierre de las iglesias debido al COVID-19, la Diócesis de Brooklyn anunció que las iglesias estarían abiertas para misas diarias a partir del lunes 29 de junio.

Las misas dominicales se reanudan el fin de semana del 4 y 5 de julio, en el que se celebra en todo el país el Día de la Independencia.

“Los católicos de Brooklyn y Queens llevan tiempo deseando que se reanude la celebración de la misa y poder recibir la Sagrada Eucaristía. Pues nuestro sacrificio y paciencia han dado frutos, y contribuimos con nuestra parte a aplanar la curva de esta terrible pandemia del coronavirus. Pronto podremos congregarnos para nutrirnos con el alimento espiritual por el que hemos esperado con ansias”, dijo Mons. Nicholas DiMarzio en un comunicado.

Para que eso sea posible, de acuerdo a las fases de reapertura de la actividad pública decretadas por el gobierno, deben cumplirse varios protocolos de seguridad.

• Por un lado, las parroquias deberán limitar su aforo al 25 por ciento de su capacidad y deben ser estrictos a la hora de poner en práctica el distanciamiento social.
• Todos los que entran a la iglesia deben usar una mascarilla facial.
• En ninguna misa se hace la procesión de entrada. El ministerio de música está limitado al organista y un cantor que también debe mantener el distanciamiento social, y no puede cantar desde el mismo lugar que se hacen las lecturas. En esta fase no habrá coros en misas.
• No hay cantorales, misales u otros tipos de materiales de lectura en los bancos.
• Ni se permite el saludo de manos durante la paz. La diócesis recomienda enfáticamente que los católicos que asistan a misa reciban la Sagrada Comunión en la mano, no en la lengua. Por ahora no se ofrecerá la Preciosa Sangre.

Mons. DiMarzio ordenó el cierre de todas las iglesias de la diócesis el 20 de marzo en un esfuerzo por evitar la propagación del coronavirus.

A principios de mayo, organizó un comité encargado de desarrollar un plan de acción para reabrir las iglesias en cuanto el gobernador Andrew Cuomo levantara la orden en el Estado de quedarse en casa.

Para esto, el obispo solicitó a Joseph Esposito —ex comisionado de gestión de emergencias de la Ciudad de Nueva York, y Jefe de Departamento retirado en el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD)— que presidiera dicho comité.

Mons. DiMarzio anunció la Fase uno del plan de reapertura a finales del mes de mayo, permitiendo que las iglesias reabrieran para la devoción y la oración personal.

Con el inicio de las misas se abre la Fase dos de este plan.

Esposito, cuyo comité incluyó entre sus miembros a las fuerzas del orden, personal médico y clero, reconoció su satisfacción al ver el comienzo de la Fase dos. “Hemos estado esperando mucho tiempo por esto. Finalmente parece que va a suceder”, dijo el pasado 19 de junio.

Esposito, que asiste a la iglesia en la Iglesia de San Atanasio, en Bensonhurst, dijo que los feligreses de la Diócesis han expresado un fuerte deseo de regresar a la iglesia para asistir a misa. “Están deseosos por volver a la iglesia. Anhelan esa comunión con sus hermanos feligreses”, dijo.

Ya que cada iglesia y parroquia es única, los fieles deben consultar con sus parroquias individuales, sitios web y redes sociales de su parroquia para obtener información específica sobre la reanudación de las misas, los horarios y otra información específica.

La dispensa del precepto dominical permanece vigente hasta nuevo aviso. La misa continuará transmitiéndose en vivo por la televisión a través de NET-TV, y online. El canal diocesano por cable NET-TV está disponible en la ciudad de Nueva York en Spectrum, canal 97; Óptimo, canal 30; y Fios de Verizon, canal 48.