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Despreciar a un inmigrante es negar a Cristo

PORTLAND, Oregon (CNS) — La directora de Caridades Católicas USA dice que está triste porque muchos católicos se han “acostumbrado” al resentimiento nacional hacia a los migrantes.

La hermana dominica Donna Markham, presidenta y principal oficial ejecutiva de la agencia, dijo ante una audiencia, durante una charla sobre la doctrina social católica el 4 de mayo, que algunos católicos han esquivado las lecciones de Jesús, quien dijo: “Lo que no hiciste por uno de estos más pequeños no lo hiciste por mí”.

El arzobispo Alexander K. Sample de Portland reforzó el punto de la hermana Markham, y dijo que recibe cartas de personas enojadas después de hablar abiertamente a favor de los inmigrantes.

“Vivimos en una era que trata a los migrantes como si fuesen una enfermedad”, dijo Mons. Sample, considerando “despreciable” que el país le diera la espalda a los refugiados e inmigrantes que huyen de la violencia y la pobreza. “Estas son personas reales con vidas reales”.

El arzobispo Alexander K. Sample celebrando misa en una centro correccional de Salem. Oregón en enero de 2014. (CNS/Jon DeBellis, Catholic Sentinel)

Aunque Caridades Católicas ayuda a unos 600,000 refugiados y migrantes en general en toda la nación, oficiales de la agencia piensan que el número de refugiados aceptados en el país continuará bajando.

Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Portland ha visto el número de personas a las que se les ha aceptado en programas de refugio reducirse en años recientes. Desde el comienzo del año fiscal el 1 de octubre, la agencia ha reasentado a 105 personas. Durante el año fiscal 2016, 600 personas fueron reasentadas, mientras que 400 fueron reasentadas en 2017.

La hermana Markham admitió que a veces las circunstancias llevan a los defensores de los inmigrantes a sentirse “terriblemente desalentados”.

“Pero el Evangelio nos llama a cuidar a los más vulnerables. No estamos deteniéndonos ahora”, ella dijo.

Mientras tanto, el papa Francisco y los obispos de Estados Unidos han hecho declaraciones fuertes en apoyo a la dignidad de los migrantes. “Ellos han respondido a la xenofobia con compasión, misericordia y bienvenida”, dijo la hermana Markham. “Eso me enorgullece de ser católica”.

Ella contó historias sobre refugiados, incluso la de una pianista que huyó de Rumania después de que autoridades le fracturaran sus manos y la de una iraquí que se escapó del grupo Estado Islámico dejando a su familia atrás entre lágrimas después de recibir amenazas de muerte.

La hermana Markham admitió que ella solía considerar a los refugiados y migrantes como personas que buscaban limosna. Ahora se avergüenza de esa opinión al haber escuchado miles de historias.

“Ellos no tenían alternativa”, ella le dijo a la audiencia de Portland. “Tenían que correr por sus vidas. Estos son nuestros hermanos y hermanas, no son vividores”.

Ella relató el cuento de una niña en Estados Unidos que regresó a su casa después de salir de la escuela y se dio cuenta de que su padre había sido detenido por oficiales de inmigración. “Como católicos pensamos que es reprochable separar las familias”, dijo la hermana Markham. “Eso está totalmente en contra de lo que somos como iglesia”.

La hermana Markham sugirió que los católicos organicen comidas para compartir en grupos pequeños e inviten a que refugiados y migrantes a que cuenten sus historias. Erin Weisensee, de la parroquia Holy Redeemer en Portland, explicó cómo ella y su esposo Matt se han hecho amigos de familias refugiadas.

“Me deprime darme cuenta de los pocos católicos que profundizan en la doctrina social católica”, dijo el arzobispo Sample a la audiencia, antes de la charla. La obra de justicia social de la iglesia es una parte inseparable de su misión primaria de la salvación para el mundo, él explicó, diciendo: “No es una opción”.

“Como iglesia tenemos que continuar siendo esa voz de la razón”, añadió el arzobispo. “Tenemos que ser constantemente una voz activa de justicia social para todos”.

El arzobispo expresó tristeza por la polarización en la iglesia cuando se trata de la misión social. Él dijo que los creyentes ortodoxos tienden a apoyar la causa provida, pero a veces no muestran suficiente preocupación por otros asuntos de justicia social, incluyendo la dignidad de los migrantes. “Y, francamente, eso también va en la otra dirección”, él le dijo a la audiencia.

“No se trata de una de dos. Me gustaría vernos sostener todo esto junto”.