Los siete jueces de la Corte Suprema de Australia revocaron de modo definitivo el fallo del Tribunal de Apelación que había sentenciado a George Pell por abuso de menores y lo declararon inocente, condición que, por su parte, el Cardenal nunca dejó de manifestar.
Desde 13 de marzo del año pasado, Pell fue sentenciado a seis años de prisión, después de ser sometido a una denuncia por conductas deshonestas en el marco de una historia muy poco clara. Las acusaciones se referían a supuestos hechos ocurridos en la década del 90′ y el juicio contra el Purpurado se inicia en Agosto del 2018.
Hoy, después de la decisión del más Alto Tribunal Australiano, el Cardenal Pell dejo la prisión, donde pasó unos 400 días y tenía prohibido incluso celebrar misa y rezar el breviario.
Al retirarse, reiteró que había sostenido siempre su inocencia y que la injusticia que recibió ahora ha sido sanada. Dirigiéndose a la persona que lo acusó, dijo que no albergaba ningún resentimiento. Así que esperaba que su absolución no agregara más dolor. La base de la curación a largo plazo, es la verdad y la única base de la justicia es la verdad, porque la justicia significa la verdad para todos, sostuvo el ex-prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede. Además, agradeció a sus abogados y a todos los que rezaron por él y lo ayudaron y consolaron en este momento difícil.
La Santa Sede, por su parte, en un comunicado de prensa sostuvo que “acoge con satisfacción la sentencia unánime dictada por el Tribunal Supremo en favor del Cardenal George Pell, que lo absuelve de las acusaciones de abuso a menores, revocando su condena.” y “se vale de esta ocasión para reafirmar su compromiso en la prevención y persecución de cualquier tipo de abuso a menores.”