EL PASADO 18 DE NOVIEMBRE en la Concatedral de San José en Prospect Heights, Brooklyn, se celebró la misa diocesana anual del Día de la Emigración en la que participaron los diferentes apostolados que representan la gran diversidad cultural de los feligreses de las parroquias de Brooklyn y Queens.
Antes de la misa los fieles llevaron los estandartes de sus apostolados y desfilaron con vestuarios típicos para honrar sus naciones y tradiciones mientras que el resto de los asistentes disfrutaban un sinfín de formas y colores que engalanaron la celebración.
Monseñor Nicholas DiMarzio, obispo de Brooklyn, celebró la liturgia multilingüe que incluyó lecturas en mandarín, croata, inglés, español, portugués, árabe, creole, coreano, rumano, igbo, italiano, vietnamita, irlandés, malabar, cantonés, urdu, checo, tagalo, polaco, indonesio y akan. La música corrió por cuenta del Coro del Apostolado Haitiano,cuyasimpecablesinterpretaciones aunaron las voces de tantas naciones en una sola e hicieron que sus notas inundaran de solemnidad todo el templo.
El Evangelio del día (Mateo 25:31-40) fue proclamado en español. Era un pasaje ideal para este encuentro de inmigrantes en torno a una sola fe: “Porque tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; fui forastero y me acogiste”.
En su homilía el padre Patrick J. Keating, director de los Servicios Católicos de Inmigración, habló sobre el candente tema de la inmigración. “Los inmigrantes han sido tratados como un problema en lugar de como una solución, muchos inmigrantes han perdido la protección de la ley TPS (Estatus de Protección Temporal), y ahora muchos temen ser deportados”, dijo desde el púlpito el padre Keating.
“La historia de este país es historia de inmigrantes de primera, de segunda o de quinta generación, y nuestra diócesis es una diócesis de inmigrantes […] Debemos salir a su encuentro, como dice el papa Francisco y como dijeron antes San Juan Pablo II y Benedicto XVI. Salir a su encuentro para conocer de su experiencia y poder ayudarlos. Nosotros tenemos sus experiencias en nuestras parroquias”, dijo el prelado.
Cada palabra del padre Patrick J. Keating fue un llamado a la solidaridad, a entender el camino que muchos como inmigrantes hemos recorrido y los desafíos y renuncias a las que hemos tenido que enfrentarnos en busca de un futuro mejor. “Los inmigrantes vienen en busca de paz o de una vida mejor y la iglesia está aquí para apoyarlos y fortalecerlos […] nosotros como iglesia estamos llamados a convertir la fe en acción. Estamos aquí para celebrar nuestra diversidad y nuestra fe en Jesucristo”.
Al final de la misa, Mons. DiMarzio informó a los presentes sobre su reciente viaje a Washington para abogar especialmente por el Estatus de Protección Temporal (TPS). “No importa si ustedes no son ciudadanos: ellos necesitan escuchar sus voces, así que les pido una sola cosa, hay una página web, sus hijos los pueden ayudar a ingresar”.
“Por aquellos que llevan varios años aquí y que no pueden tendrían seguridad en sus países, por aquellos jóvenes que llegaron siendo unos niños y ahora son los soñadores. Ellos necesitan que alcemos nuestra voz”, exclamó el Obispo de Brooklyn.
El Obispo invitó así a todos los presentes a visitar la página web de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos de los Estados Unidos, y a hacer clic en ‘Support DACA Youth’, a informarse y movilizarse masivamente para abogar por los jóvenes de DACA con cada representante de distrito.