Currents News—. Al concluir el retiro espiritual por la paz en Sudán del Sur en la casa Santa Marta, el Papa Francisco hizo un gesto totalmente improvisado que sorprendió a todos los presentes, incluidos los dos adversarios políticos de la guerra civil que arrasa a esta nación africana desde hace más de cinco años.
Después de una oración final, en el momento de la despedida, inesperadamente el pontífice se arrodilló para besar los pies del presidente Salva Kiir y su exvicepresidente Reik Machar, tras rogarles “como un hermano: mantened la paz. Os lo pido con el corazón”.
La idea de este encuentro en la casa papal, que busca llevar la solución del conflicto a un terreno espiritual además de diplomático, fue del arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, quien ha servido de mediador estos dos días entre los caudillos enfrentados.
En la jornada, que da seguimiento al armisticio reciente firmado, estuvieron presentes algunos miembros del futuro gobierno de transición que entrará en funciones a partir del mes de mayo y miembros del Consejo de Iglesias del país.
En su breve mensaje a los congregados, el anfitrión recordó que el primer deber de los políticos y los líderes religiosos es proteger la paz.
“Queridos hermanos y hermanas, no olvidemos que a nosotros, líderes políticos y religiosos, Dios no ha confiado el deber de ser guías de su pueblo: nos ha confiado mucho y por eso mismo nos pedirá también mucho a nosotros”, dijo el Santo Padre.
El Papa Francisco también lamentó que en todos los conflictos de este tipo sean los pueblos los que salgan más perjudicados.
“La gente está cansada y agotada por las guerras pasadas. Por favor, recordad que con la guerra todo se pierde. Vuestra gente hoy anhela un futuro mejor que pasa por la reconciliación y la paz”, concluyó el Papa.