CIUDAD DEL VATICANO (Por Cindy Wooden/CNS)—. El Papa Francisco levantó las penas canónicas impuestas hace 34 años al Padre Ernesto Cardenal, de 94 años, el poeta nicaragüense y ex miembro del gobierno sandinista.
En una declaración el 18 de febrero, el arzobispo Waldemar Sommertag, nuncio del Vaticano en Nicaragua, dijo que el Papa Francisco “concedió con benevolencia la absolución de todas las censuras canónicas” impuestas al sacerdote enfermo después de haber hecho la solicitud a través de la nunciatura.
San Juan Pablo II había suspendido al padre Cardenal y varios otros sacerdotes del ministerio activo en 1985 por unirse al gobierno sandinista de influencia marxista. El padre Cardenal renunció al Frente Sandinista en 1994.
El arzobispo Sommertag no dijo exactamente cuándo se levantó la suspensión del padre Cardenal. Pero el obispo auxiliar Silvio José Báez, de Managua, señaló que la acción había sido tomada cuando tuiteó una foto de él mismo en la cabecera del hospital del padre Cardenal el 15 de febrero.
Hoy visité en el hospital a mi amigo sacerdote, P. Ernesto Cardenal, con quien pude conversar unos minutos. Después de haber orado por él, me arrodillé ante su cama y le pedí su bendición como sacerdote de la Iglesia Católica, a lo cual accedió gozoso. ¡Gracias, Ernesto! pic.twitter.com/DlwPY6TVu1
— Silvio José Báez (@silviojbaez) February 15, 2019
El obispo Báez escribió en Twitter: “Hoy visité en el hospital a mi amigo sacerdote, P. Ernesto Cardenal, con quien pude conversar unos minutos. Después de haber orado por él, me arrodillé ante su cama y le pedí su bendición como sacerdote de la Iglesia católica, a lo cual accedió gozoso. ¡Gracias, Ernesto!”.
Cuando San Juan Pablo II visitó Nicaragua en 1983, el padre Cardenal lo saludó hincándose de rodilla e intentando besar su anillo. Pero el Papa retiró su mano y agitó el dedo al sacerdote en una de las imágenes más recordadas de los años sandinistas.
El Código de Derecho Canónico prohíbe a los sacerdotes ocupar cargos políticos partidistas. Luego de repetidos intentos por parte del Vaticano y sus órdenes religiosas de convencerlos para que renunciaran a sus cargos en el gobierno sandinista, el padre Maryknoll Miguel D’Escoto —Canciller sandinista—, el padre Cardenal —Ministro de Cultura— y su hermano, el padre jesuita Fernando Cardenal —Ministro de Educación—, fueron suspendidos. Un cuarto sacerdote, el padre Edgar Parrales, embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), solicitó laicización.
En 2014, el padre D’Escoto solicitó al papa Francisco que se levantara su suspensión. El padre Fernando Cardenal fue readmitido a los jesuitas en 1997, cuatro años después de renunciar a su membresía en los sandinistas.