ROMA (CNS) — A pesar de que millones de laicos en todo el mundo son reconocidos hoy en día como catequistas en su parroquia o diócesis, el papa Francisco se está preparando para instituir formalmente el “ministerio del catequista”.
La oficina de prensa del Vaticano informó este 5 de mayo que la carta apostólica de Motu propio del Papa Francisco “Antiquum Ministerium” (Ministerio Antiguo), instituyendo el ministerio de la catequesis, se publicaría el 11 de mayo.
El papa Francisco a menudo ha hablado de la importancia de seleccionar, capacitar y apoyar a los catequistas, que están llamados a llevar a las personas a una relación más profunda con Jesús, prepararlos para recibir los sacramentos y educarlos en las enseñanzas de la Iglesia.
En muchas partes del mundo, especialmente en comunidades sin un sacerdote residente, los catequistas son los líderes de la comunidad católica local, evangelizando, convocando y guiando a sus compañeros católicos en la oración y las obras de caridad. Y, en territorios misioneros bajo la dirección de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ya sirven con un mandato específico de su obispo.
La Guía para Catequistas de 1997 de la Congregación señaló que “el Código de Derecho Canónico tiene un canon sobre los catequistas involucrados en una actividad estrictamente misionera y los describe como ‘miembros laicos de los fieles de Cristo que han recibido la formación adecuada y se destacan en su vida cristiana. Bajo la dirección de los misioneros, deben presentar la enseñanza del Evangelio y participar en el culto litúrgico y en obras de caridad’”.
En algunas comunidades, abunda dicha Guía, el obispo puede encomendar a los catequistas las tareas de “predicar a los no cristianos; catequizar a los catecúmenos y ya bautizados; liderar la oración comunitaria, especialmente en la liturgia dominical en ausencia de un sacerdote; ayudar a los enfermos y presidir los funerales; capacitar a otros catequistas en centros especiales o guiar a catequistas voluntarios en su trabajo; hacerse cargo de las iniciativas pastorales y organizar las funciones parroquiales; ayudando a los pobres y trabajando por el desarrollo humano y la justicia”.
El Anuario Estadístico de la Iglesia, una publicación del Vaticano, refleja que a fecha de 31 de diciembre de 2019, había más de 3 millones de catequistas sirviendo a la iglesia.
En las reuniones del Sínodo de los Obispos durante los últimos 30 años, especialmente en los sínodos de regiones particulares, los obispos destacaron el importante papel de los catequistas laicos en la construcción y el sostenimiento de las comunidades cristianas locales y pidieron que se dediquen más recursos a su formación y apoyo, y un mayor reconocimiento y respeto por sus aportes.
La decisión del papa Francisco de instituir formalmente el ministerio de catequista parece ser una respuesta a esos llamados.
La medida sigue a la decisión del Papa en enero de abrir los ministerios de lector y acólito a las mujeres. Si bien en la mayoría de las diócesis las mujeres ya servían como lectoras y monaguillos en la Misa, no fueron instituidas en esos servicios de manera formal.
En su decisión de enero, el Papa citó la solicitud realizada por los miembros del Sínodo de Obispos para la Amazonía de 2019, pidiendo que la iglesia “promueva y confiera ministerios para hombres y mujeres de manera equitativa. El tejido de la iglesia local, en la Amazonía como en cualquier otro lugar, está garantizado por pequeñas comunidades de iglesias misioneras que cultivan la fe, escuchan la Palabra y celebran juntos cerca de la vida de las personas. Es la iglesia de hombres y mujeres bautizados la que debemos consolidar promoviendo los ministerios y, sobre todo, la conciencia de la dignidad bautismal