EL PASADO 7 DE AGOSTO visitó las oficinas de Nuestra Voz Mons. José Octavio Ruiz Arenas, Secretario del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. Mons. Ruiz nació en Bogotá, Colombia. Fue obispo auxiliar de Bogotá y arzobispo de Villavicencio antes de partir a Roma en mayo de 2007 al ser nombrado vicepresidente de la Comisión para América Latina. En mayo de 2011 fue nombrado para su cargo actual. Con él conversamos sobre la Nueva Evangelización en la era del internet, el proceso de paz en su patria y, por supuesto, la visita del Santo Padre a Colombia.
Nuestra Voz: ¿Qué significa promover la Nueva Evangelización en la era del internet?
Mons. José Octavio Ruiz Arenas: Estamos frente a una realidad que supera completamente nuestra imaginación. Los que ya tenemos una cierta cantidad de años, pues vamos muy lento frente al desarrollo y el progreso de la tecnología y del mundo digital. Los nuevos seminaristas —que son millenials— ya tienen ese chip metido en la cabeza, pero nosotros, si queremos evangelizar, tenemos que darnos cuenta que no podemos pensar que los jóvenes se encuentran en un campo de fútbol o en la iglesia o en la escuela. Hoy hablamos de un «continente digital».
La nueva evangelización debe tener muy en cuenta esta realidad, no se trata simplemente de utilizar como instrumento el internet sino que queremos evangelizar ese “continente”.
Es decir, que el Evangelio llegue allí y que transforme a las personas.
NV: Usted ha dicho que el episcopado colombiano estaba dividido en cuanto al proceso de paz del país. ¿Por qué?
Mons. Ruiz: Por un lado, el episcopado colombiano se ha caracterizado por una gran unidad, una gran comunión, puede ser que haya modos distintos de pensar pero siempre se llega a un acuerdo. En cambio en cambio, en este caso ha habido muchos obispos que dicen, «Sí, todos queremos la paz, todos»; el problema es si estaban de acuerdo o no, con las propuestas que hacía el presidente Santos o con las críticas fuertes frente a todas las concesiones que se le estaban dando al grupo de las FARC. Ha habido una polarización, como ha existido en todo el pueblo colombiano, que está dividido en ese aspecto.
De ahí la importancia de la visita del Papa, porque el Papa no va a confirmar un proceso que es una realidad política, que es la firma del presidente Santos con Timochenko como jefe de las FARC. No va a ratificar eso. Él va a pedirle al pueblo colombiano que busquemos la reconciliación, que busquemos el diálogo.
Pero todo esto debe ir encaminado no solamente a reconciliarnos sino a que haya una mayor justicia, que haya consciencia de que no deben existir más esas diferencias sociales tan grandes donde hay gente muy rica y gente muy pobre.
Y el Papa yo creo que nos va a ayudar muchísimo, porque vendrá a decirnos: «Dejen a un lado las divisiones, traten de luchar para sacar adelante la paz”. Es necesario una conciliación pero que supone perdón, que supone reparación, que supone que tengamos en cuenta que ha habido muchas víctimas que están profundamente heridas. El lema del episcopado colombiano para la visita del Papa es “Demos el primer paso”. Dios quiera que la llegada del Papa sea ya un paso firme para decir: «También nosotros queremos colaborar para que haya paz en nuestra patria».
NV: Un mensaje para los hispanos católicos de Brooklyn y Queens.
Mons. Ruiz: Es muy importante la labor que la diócesis de Brooklyn, y muchísimas otras diócesis de los Estados Unidos, están realizando para hacer un acompañamiento pastoral a la población latina. Sé que se está preparando con gran esfuerzo y entusiasmo el V Encuentro en donde sabemos que se está buscando que la Iglesia norteamericana tome consciencia de la importancia de la comunidad latina.
Creo que el V Encuentro será muy importante y por eso mi mensaje [es] que colaboren con entusiasmo para el éxito de ese Encuentro, que oremos para que realmente la iglesia latina en Estados Unidos tome su importancia y su fuerza y se considere responsable de una nueva etapa en la historia del catolicismo en Estados Unidos. Para todos los latinos, y especialmente para los colombianos, un saludo cordial pidiéndole al Señor que los ayude a salir adelante, sobre todo en estos momentos en los que sabemos que hay muchos hermanos nuestros que sufren por el temor de ser deportados.