En el camino de nuestra vida abundan los momentos de felicidad, pero nos olvidamos de ellos cuando vienen los problemas, la enfermedad, la tragedia o la pérdida. Es humano y natural. Sin embargo, superar los momentos difíciles y aprender de ellos es lo que nos hace más fuertes.
En esos momentos descubres que en ti una fuerza y una determinación que hasta entonces desconocías. Es en medio de la dificultad cuando sabes quién está contigo incondicionalmente.
A mediados del pasado mes de abril un terremoto asoló Ecuador. Hoy en la zona de la tragedia el panorama sigue siendo tan desalentador como el primer día, cuando los primeros rayos de luz les permitieron ver la magnitud de la catástrofe.
“Son lugares que conozco, que he recorrido y te golpea muchísimo el corazón saber que tu gente está sufriendo mucho. Hay que esperar cómo se dan los procesos de recuperación porque son procesos largos, pero confiando en Dios, el pueblo ecuatoriano tiene mucha fe particularmente en la Virgencita”, afirma el padre ecuatoriano Romel Peñafiel, que es de la diócesis de Loja, en Ecuador, y que es vicario parroquial en la iglesia del Santísimo Sacramento en Queens.
“La única manera para permanecer firmes en la fe es creer en Jesús y en sus palabras esperanzadoras de que a pesar de todas las contrariedades siempre siembra esperanzas en el corazón del hombre y fundamentalmente nos da el valor para poder seguir adelante”, afirma el padre Peñafiel, que cada día encomienda en sus oraciones a sus connacionales.
El papa Francisco nos ha exhortado a que busquemos refugio en la Santísima Virgen María ya que “su vida es testimonio de que Dios no defrauda, que Dios no abandona a su Pueblo, aunque existan momentos o situaciones en que parece que Él no está”.
También el Santo Padre ha dicho que “soportar es más que tener paciencia, es llevar sobre los hombros el peso de las tribulaciones. Y también la vida del cristiano tiene momentos así. Pero Jesús nos dice: ‘Tengan coraje en aquel momento. Yo he vencido, también ustedes serán vencedores’”.