Locales

“Dios estaba conmigo”, dice feligrés de St. Michael que frustró apuñalamiento en el subway

Click Here to Read in English 

UNION SQUARE — Sean Conaboy está convencido de que no estaba actuando solo cuando saltó sobre un hombre que estaba apuñalando a una mujer en el andén de la estación del metro de Union Square, Manhattan, el 19 de mayo.

“Cuando lo reflexiono, sí, creo que Dios estaba conmigo en ese momento”, dijo Conaboy, de 52 años, un católico devoto que asiste a misa en la iglesia de St. Michael, en Sunset Park, y está siendo aclamado por salvar heroicamente la vida de Kelli Daley en un acto —capturado por una cámara de vigilancia—, que desde entonces se ha vuelto viral.

El sospechoso, Joshua Nazario, de 22 años, fue arrestado en la escena.

Dios probablemente también intervino de otra manera. Se suponía que Conaboy ni siquiera estuviera en la estación de Union Square esa noche. Conaboy conoce bien el sistema de metro —ya que su difunto padre, John, trabajaba para la MTA— y esa noche, estaba en el lugar correcto en el momento adecuado. Por lo general, nunca toma un tren N, R o W para regresar a casa desde el trabajo.

“Yo [normalmente] tomo el D. Pero era tarde y la MTA estaba trabajando en la línea del D. Por lo que no podía regresar a casa como de costumbre”, dijo.“Así que tomé el número 6 hasta Union Square para tomar otro tren a casa”.

Conaboy regresó a la estación de Union Square este lunes para dar un relato de primera mano del incidente y reflexionar sobre cómo su profunda fe católica lo llevó a hacer lo correcto en ese momento de vida o muerte.

Conaboy, un camarógrafo independiente, acababa de terminar un turno de 12 horas trabajando para la Canadian Broadcasting Company en Times Square cuando entró en la estación de Union Square, con la esperanza de volver a su casa en Sunset Park sin incidentes.

“No había estado en esta estación en no sé cuántos años”, dijo.

Eran las 10:10 p.m. y Conaboy “solo quería llegar a casa. Estaba exhausto”.

Esperaba en la plataforma N/ R/ W con destino a Brooklyn escuchando Desolation Row de Bob Dylan en sus auriculares cuando notó a un hombre que llamó su atención.

Nazario vestía ropa de invierno a pesar de que el clima era cálido esa noche. Parecía estar mirando a un hombre en la plataforma de manera sospechosa, recordó Conaboy.

“Daba vueltas a su alrededor como un luchador en una pelea. Eso elevó mi nivel de alerta”, dijo Conaboy. “Caminó acercándose demasiado a mi hombro derecho. Se paró junto a mi hombro derecho. Me di cuenta de sus zapatos, zapatos rojos”.

Nazario luego lo miró directamente a la cara y Conaboy se le quedó mirando fijamente. El hombre se alejó, pero en cuestión de segundos, Conaboy escuchó a una mujer gritar desde una distancia corta y corrió hacia los gritos. Ese mismo hombre estaba apuñalando a Daley, de 54 años, que también estaba esperando un tren.

“Vi un cuchillo”, recuerda Conaboy sobre su encuentro con el sospechoso. “Salté sobre él por detrás y lo tacleé, tirándolo al suelo”.

Sean Conaboy saltó sobre el atacante que empuñaba un cuchillo en este lugar del andén. (Foto: Paula Katinas)

La policía llegó poco después y detuvo a Nazario.

Daley había sido apuñalada en el pecho, el hombro y la clavícula, y fue trasladada al Hospital Bellevue para recibir tratamiento. Más tarde, llamó a Conaboy y le agradeció por salvarle la vida.

Además de en Dios, Conaboy estaba pensando en otra persona después de sus actos heroicos: su difunta madre Bridget. El incidente del metro tuvo lugar en el noveno aniversario de su muerte.

Conaboy creció en East Flatbush, asistiendo a misa en la iglesia St. Therese of Lisieux en Avenue D. Era alumno de la escuela parroquial, ahora conocida como Academia Católica St. Catherine of Genoa-St. Teresa de Lisieux.

Luego asistió y se graduó de la escuela secundaria regional Nazareth: “Recuerdo muy bien que me enseñaron a ser compasivo con los demás”.

Su educación católica le dio una fe profunda y “la capacidad de cultivarla durante toda la vida”, añade.

Cuando se mudó a Sunset Park, comenzó a asistir a la iglesia de St. Michael, donde conoció y admiró al padre Patrick Burns, quien murió en 2018.

“Era un hombre increíble, inspirador”, dijo. “El servicio más profundo al que asistí fue a unos de sus servicios del Viernes Santo. Me hizo darme cuenta de que cualquier fe que tengamos en nosotros no es nada comparada con la fe que podríamos tener”.

Conaboy también admiraba al padre Kevin Sweeney, quien fue pastor de St. Michael’s durante 10 años.

“En el padre Sweeney, tenías otro pastor maravilloso”, dijo.

En 2020, el padre Sweeney se convirtió en Mons. Sweeney, obispo de la Diócesis de Paterson, Nueva Jersey.

“Ver a Sean responder de esa manera sabiendo que él es la persona de fe que es, no es sorprendente”, dijo Mons. Sweeney a Currents News. “Pero no todo el mundo lo hace y puedo ver que su fe se manifiesta en ese acto valiente que tomó, dispuesto a sacrificarse por la seguridad de otro”.

Mientras Conaboy conversaba con Nuestra Voz sobre el incidente, el ajetreo y el bullicio de la estación de metro continuaba con trenes entrando y saliendo de los andenes, pasajeros subiendo y bajando escaleras entre el entrepiso y la plataforma del tren y conductores haciendo anuncios.

Fue en ese momento en que miró a su alrededor y dijo que si volvía a surgir la misma situación, haría lo mismo.

“¿Cómo podría no hacerlo?”, dijo.