EN EL AÑO 621 ANTES DE CRISTO, el sumo sacerdote Helquías comunicó al rey Josías: “Encontré en la casa de Yavé el Libro de la Ley”. Los albañiles y carpinteros estaban en obras reparando el Templo de Jerusalén cuando hicieron este gran descubrimiento. Así lo narra el Segundo Libro de Reyes capítulo 22.

Inmediatamente Josías convocó a todos los hombres de Judá, a todos los habitantes de Jerusalén, a los sacerdotes y profetas, a todo el pueblo desde el más chico hasta el más grande. Delante de ellos leyó todas las palabras del Libro de la Alianza que había sido encontrado.

Uno se pregunta, ¿qué era este libro? ¿Pertenecía a la Biblia? ¿No tenían bien guardados los ejemplares de la Sagrada Escritura? Estas preguntas pueden parecer chocantes hoy día, pues con solo abrir la Biblia encontramos todos los escritos del antiguo y del nuevo testamento. Sin embargo, hace muchos siglos, la comuni
dad de Israel apenas tenía nada escrito.

El proceso de escribir los libros del antiguo testamento se desarrolló a lo largo de mil años. Las historias del Pentateuco, que son los libros más antiguos, aparte de tiempo que tomó escribirlos, tuvieron una época en que se transmitían por tradición oral.

El pueblo judío vivió unas experiencias extraordinarias: la libración de Egipto, el paso del mar Rojo, la alianza en el Sinaí. Hubo momentos en que sintió la presencia de un Dios, que le guarda y le protege en su peregrinar por el desierto siente su protección. Reconoce a un líder, Moisés, que da unas normas de conducta.

Todas estas historias eran recordadas y recontadas de padres a hijos en las familias judías junto al fuego del hogar. Los sacerdotes las cantaron en sussantuarios. Todo se fue trasmitiendo a viva voz. No había med
ios de escritura. Se conservaba todo en la memoria. Claro que en una tradición oral, las canciones y los breves textos de la ley eran más fáciles de recordar. Por ejemplo, la violenta canción de Lamec: “Si Caín ha de ser vengado siete veces, Lamec ha de serlo setenta y siete veces.” Gen 4,24.

También se puede mencionar el Canto de Miriam en Éxodo. “Los carros de Faraón y su ejército: ¡los precipitó en el mar!” Ex 15,4. Y el dicho legal: “No cometerás adulterio”. Ex 20,14. Estas canciones y algunas leyes pasarían a ser fragmentos escritos, primeros componentes del texto bíblico.

El paso de la tradición oral al documento escrito del Pentateuco fue lento. Quizá la siguiente cronología pueda ayudar al lector. Las fechas son aproximativas y, lógicamente, se refieren a tiempos antes de Cristo.

a. 1800 a 1300 Etapa patriarcal (Abraham y después). Principio de la tradición oral.

b. 1300 a 1250 Etapa de Moisés.

c. 1250 a 1000 Etapa tribal (Joshua y jueces). La Historia de Israel es formada oralmente.

d. 1000 a 587 Etapa monárquica (de David al exilio). Inicio de la tradición Escrita del Pentateuco.

e. 587 a 400 Etapa del Exilio y de la restauración (a Ezra) – Conclusión del canon del Pentateuco.
Conclusión: La Biblia del antiguo testamento es la historia de Dios con Israel finalmente puesta por escrito.