Cine de valores

Green Book: una amistad sin fronteras

Tony Vallelonga es un buscavidas italoamericano del Bronx, con una bien ganada reputación de saber resolver situaciones complicadas, a veces recurriendo a su labia, a veces a sus puños. Cuando el club nocturno donde trabaja como bouncer cierra por reparaciones, acepta trabajar como chofer y ayudante del Dr. Donald “Don” Shirley, un pianista de conciertos de fama mundial, en una gira de dos meses, lo cual no le plantearía mayores dificultades si no corriera el año de 1962, el recorrido no fuera por el sur profundo y el Dr. Shirley no fuera “de color”. Al partir, la disquera que organiza la gira le entrega a Tony la guía turística de V. H. Green que da título a la película: un manual que relacionaba los hoteles, restaurantes y gasolineras que admitían clientes afroamericanos.

Green Book es una road movie digna de figurar como ejemplo del género en un libro de texto: dos hombres, uno blanco y otro negro, de extracción social, situación económica y nivel cultural completamente diferentes, emprenden juntos un camino que es a la vez recorrido geográfico e itinerario de vida. Las vicisitudes que experimentan resultan oportunidades para conocerse mejor ellos mismos, aprender el uno del otro, convertirse en mejores seres humanos y terminar comprendiendo que, en definitiva, no son tan diferentes.

Cortesía de Universal Pictures

Uno de los grandes méritos de la película es que, a pesar de que no pocas veces hemos visto tramas similares en el cine, su previsibilidad no la hace en absoluto menos disfrutable, gracias en gran medida a su excelente guion y a las magníficas actuaciones de Viggo Mortensen y Mahershala Ali. Pese al tono de comedia, su Tony y su Dr. Shirley son sumamente creíbles. Por más diferentes que sean el uno del otro, ambos transpiran un mismo sentido de integridad personal, que cada uno reconoce y respeta en el otro, que los acerca entre sí y nos cautiva a todos.

Los momentos más oscuros de Green Book, por otra parte, nos hacen recorrer el indignante elenco de humillaciones al que un ser humano puede ser sometido por sus congéneres cegados por prejuicios estúpidos. Es de agradecer que la cinta nos haga reflexionar también sobre esta amenaza siempre latente.

Es sorprendente que Peter Farrelly, que antes dirigió comedias de un humor tan grueso y pobre como las olvidables Dumb & Dumber y There’s Something About Mary, haya dirigido ahora esta comedia brillante, inteligente y amable. Decididamente la redención está al alcance de todos, también de los directores de cine.

Uno de los lemas promocionales de la película, “basada en una verdadera amistad”, adquiere especial sustancia antes de los créditos finales, con fotografías de los verdaderos Tony y Dr. Shirley –Nick Vallelonga, hijo de Tony, es uno de los coguionistas– y la información de que se mantuvieron como grandes amigos hasta la muerte de ambos en 2013.


Green Book: una amistad sin fronteras / Green Book / EE.UU. / 2018 / color, 130 minutos / Dirección: Peter Farrelly / Intérpretes: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Linda Cardellini.