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Guiños simbólicos a Madre Cabrini y su paso por Brooklyn

La Diócesis de Brooklyn tardó bastante en tener su propia estatua de la Madre Cabrini, pero ya los fieles pueden finalmente honrar a la santa que tanto hizo por los católicos de Brooklyn.

El obispo Nicholas DiMarzio inauguró y bendijo el pasado 11 de junio la estatua y el santuario de Santa Francisca Javiera Cabrini, también conocida como Madre Cabrini, en las afueras de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús y María-San Esteban, que hoy se erige en el territorio de la que fuera su parroquia de Brooklyn.

A la ceremonia también asistieron algunas religiosas de la congregación de Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, fundadas en 1880 por la Madre Cabrini. Una vez que las hermanas quitaron la tela roja que cubría el monumento, el aire de llenó de alegría, aplausos, música italiana y confeti tricolor: rojo, blanco y verde.

 

Sobre el mástil hay una bandera americana que simboliza la ciudadanía estadounidense de Madre Cabrini, una bandera papal que hace referencia a su misión de venir a América, una bandera italiana que representa a su país de origen y la bandera de la Diócesis de Brooklyn.

La estatua muestra a Madre Cabrini en una calle adoquinada con dos niños pequeños a cada lado. Se la representa a la edad que tenía cuando llegó a Brooklyn, aproximadamente 40 años, y vistiendo el hábito de su orden.

El diseño de la estatua incluye una variedad de referencias históricas, incluso en la base de ladrillo sobre la que descansa la estatua que contiene la piedra angular de la iglesia original.

Hay más de lo que se ve a simple vista en la propia estatua y santuario de Madre Cabrini en Brooklyn, incluida una rica colección de símbolos, elementos y referencias históricas que representan la inspiradora vida de la amada santa.

El nuevo monumento, que se encuentra en las afueras de la parroquia Sagrados Corazones y San Esteban, fue creado por un equipo de más de 60 artistas formados en Italia, especializados en estatuas religiosas. Trabajaron en un estudio en Colombia entre los meses de julio y diciembre del año pasado, modelando la figura a partir de un polímero compuesto de resina y polvo de mármol.

Si nos detenemos a detallar la estatua de Madre Cabrini, vemos que sostiene un libro en su mano derecha, que simboliza su creencia de que la educación es la mejor arma para que las personas pueden escapar de la pobreza. Con esa misma mano, agarra con fuerza la mano de un niño pequeño. A su vez, el niño sostiene una mochila que representa a los inmigrantes menores de edad que ella encontró vagando por las calles cuando llegó a Brooklyn y para quienes estableció una escuela parroquial.

La chica de la derecha que mira a Madre Cabrini es la representación joven de la santa. Lleva un vestido idéntico al que usaba Madre Cabrini durante su infancia y tiene el cabello peinado de la misma manera. La mano de Madre Cabrini está consolando a la niña, una referencia a la realización de los sueños de la futura santa, desde que era niña, de convertirse en misionera.

El barco de vapor a sus espaldas es un recordatorio del viaje transatlántico que hizo para emigrar de Italia a los Estados Unidos. Las piedras sobre las que se encuentran las figuras representan las piedras de la fe en Cristo, a las que Jesús se refiere en Mateo 7: 24-27, y también representan las piedras que pavimentaron las calles de la ciudad a fines del siglo XIX.

La pequeña iglesia a sus pies es una réplica de la iglesia original de la parroquia Sagrados Corazones, donde ella estuvo al frente del ministerio para inmigrantes italianos en Brooklyn.

Mario Macaluso, el contratista general que trabajó en los cimientos sobre los que se encuentra la estatua, colaboró con el Asociado Pastoral de la parroquia Sagrados Corazones y San Esteban, John Heyer II, durante dos meses.

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“Detrás de esto hay mucha más historia de la que la gente ve a simple vista”, dijo Macaluso mientras contemplaba el resultado final después de la ceremonia donde se develó la imagen, el pasado 11 de junio.

Macaluso dijo que él y su equipo mantuvieron el diseño lo más “rústico y de la vieja escuela como fuera posible” para que dialogara con la fachada de la parroquia Sagrados Corazones y San Esteban. La piedra angular de la iglesia original, que fue rescatada tras su colapso, y también fue colocada en la base del santuario.

Tres grandes pilares de cemento con adornos circulares que contienen una cruz encima de cada uno, representan la fe, la esperanza y el amor, y fueron rescatados del antiguo colegio Sagrados Corazones y San Esteban.

El asta de bandera detrás de la estatua fue donada por Scotto and Heyer Funeral Directors luego de ser rescatada del edificio original de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por sus siglas en inglés). El asta simboliza las conexiones intergeneracionales de los estibadores e inmigrantes italoamericanos locales.

Sobre el mástil hay una bandera americana que simboliza la ciudadanía estadounidense de Madre Cabrini, una bandera papal que hace referencia a la misión que le dio el Papa León XIII de venir a América, una bandera italiana que representa a su país de origen y la bandera de la Diócesis de Brooklyn.