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Honra invaluable a Celia Cruz, La Reina de la Salsa

Si bien muchos músicos legendarios, incluidos Louis Armstrong, Duke Ellington, Elvis Presley, Johnny Cash y Celia Cruz, han aparecido en los sellos postales de los EE. UU., solo uno, Ellington, ha sido honrado alguna vez en una moneda nacional.

Eso cambiará en 2024 cuando la Casa de la Moneda de los Estados Unidos emita una moneda de veinticinco centavos celebrando la increíble carrera de Celia Cruz, la “Reina de la Salsa”. Eso convertiría a Cruz en la primera afrolatina en aparecer en la moneda y, junto con Ellington, en la segunda artista católica y negra.

Celia Cruz nació Ursula Hilaria Celia de la Caridad Cruz el 21 de octubre de 1925 en La Habana, Cuba. La dos veces ganadora del premio Grammy, grabó 37 álbumes y apareció en numerosas compilaciones de música latina y de salsa. El público estadounidense conoce mejor a Cruz por su versión del clásico estándar patriótico cubano “Guantanamera”, que fue un éxito Top 10 en 1966, interpretado por el grupo de folk-pop The Sandpipers.

“Guantanamera” fue popularizada aún más por artistas tan diversos como el cantante de folk Pete Seeger y el rapero Wyclef Jean. “Guantanamera” se convirtió en un estándar en el repertorio de Cruz después de que se fue de Cuba a México en 1960, antes de mudarse a los Estados Unidos.

También apareció en su álbum de 1967 “Bravo Celia Cruz”, que grabó con su grupo La Sonora Matancera. Entre las casi 200 canciones que grabó con La Sonora se encuentran éxitos latinos como “Cao Cao Mani Picao”, “Mata Siguaraya”, “Burundanga” y “El Yerbero Moderno”.

“Burundanga” le ganó su primer disco de oro. El director musical de la Concatedral de St. Joseph, Alejandro Zuleta, cree que la verdadera medida del talento de Cruz es su arte excepcional.

“Por supuesto, uno puede explicar la inclusión de la Sra. Cruz como la primera artista negra latina en ser conmemorada en una moneda de EE. UU., en función de su inmensa popularidad y éxito como artista”, dijo Zuleta. “Sin embargo, creo que nuestro enfoque debe estar puesto en su excepcional arte y no dejar que su celebridad, éxito y carisma eclipsen su tremenda medida y estándar como cantante”.

“Cruz es una de los más grandes (si no la más grande) intérpretes de la música tradicional cubana de todos los tiempos”, agregó. “No solo por la calidad, potencia y formación de su instrumento, sino sobre todo por su conocimiento y sensibilidad hacia todos los géneros tradicionales cubanos.

“Sus interpretaciones de bolero, guaracha, guaguancó, bembe, cha-cha-cha, entre otros ritmos, son atemporales y se destacan como una referencia para todos los demás cantantes de su generación y más allá”.

Cruz se mudó a Nueva York en 1961. El gobierno cubano le negó su solicitud de regresar a Cuba para ver a su madre enferma, quien murió un año después. También en 1962 se casó con el trompetista Pedro Knight, quien también integró La Sonora Matancera, antes de que el grupo hiciera su primera gira internacional.

En 1965, Cruz dejó La Sonora y comenzó su carrera como solista, que incluiría álbumes de dúo emblemáticos como Willie Colón, Tito Puente y Johnny Pacheco. El álbum de 1974 “Celia & Johnny”, que grabó con Pacheco, se convirtió en uno de sus discos más vendidos.

Pacheco fue compositor, líder de banda y productor de música dominicana para Fania Records, con sede en Nueva York, conocida como la Motown de la salsa. “Celia & Johnny” incluía las populares “Toro Mata” y “Quimbara”, que se convirtieron en una de las canciones emblemáticas de Cruz.

El álbum sigue siendo uno de los más populares y queridos de Cruz, y en 2014 la Biblioteca del Congreso lo incluyó en el Registro Nacional de Grabaciones por su importancia cultural e histórica. Además, la revista Billboard lo seleccionó como uno de los 50 álbumes latinos esenciales de los últimos 50 años.

Aunque muchas personas pensaron que Cruz era una santera debido a algunas de las canciones que grabó, una religión afrocaribeña con elementos del catolicismo, lo cierto es que Cruz era católica y admitió que grabó algunas canciones sin siquiera entender el significado de la letra. Ella admitió ser una persona religiosa pero nunca seguidora de la Religión de la Santería.

En 1994, Cruz recibió la Medalla Nacional de las Artes de manos del presidente Bill Clinton. También disfrutó de una carrera en el cine y apareció en las películas “Mambo Kings”, junto a Armand Assante y Antonio Banderas, y “The Perez Family” con Angelica Huston. En 1998, lanzó el álbum “Mi Vida Es Cantar”, que incluía una de sus canciones más exitosas, “La Vida es un Carnaval”. Y un año después, actuó con Luciano Pavarotti para el concierto “Pavarotti and Friends”.

Cruz estuvo nominada a 14 premios Grammy entre 1979 y 2003, y ganó dos, por la canción “Ritmo en el Corazón” en 1989 y el disco “Regalo del Alma” en 2003. También ganó cuatro premios Grammy Latino y recibió el Grammy Lifetime Achievement Award en 2016. Los elogios de artistas de todo el mundo llegaron cuando Cruz murió el 16 de julio de 2003, en su casa de Fort Lee, Nueva Jersey.

Su deseo era que su cuerpo volara a Miami durante dos días para que sus admiradores en el exilio cubano visitaran su ataúd en la Iglesia Católica Gesù (Jesús). Una misa fúnebre fue celebrada en su honor en la Catedral de San Patricio en Midtown.

Cruz está enterrada en el cementerio Woodlawn en el Bronx. La Iglesia St. Joseph en Jamaica, Queens, siempre ha incluido música africana y caribeña en su Misa. El director musical Kevin Robinson llamó a Cruz una inspiración para personas de todo el mundo y dijo que su madre, Beverly Robinson, era una de las mayores admiradoras de Cruz que introdujo a su hijo a su música desde una temprana edad.

“Crecí escuchando la música de Celia, escuchando sus ritmos y disfrutando de sus presentaciones en televisión. Ella fue mi primera introducción a la música salsa y, a lo largo de los años, ha influido en mi maestría musical”, explicó Robinson. “Mi mamá, siendo panameña, fue influenciada por su moda y estilo. Fue especialmente impactante para mi mamá ver a un afrolatino en la televisión en un momento en que no se veían muchos. La música de Celia Cruz no solo fue entretenida sino también significativa porque abordó importantes temas sociales y políticos.

Sus canciones fueron inspiradoras y empoderadoras, e inspiró a las personas de ascendencia afrolatina a celebrar su identidad y cultura con orgullo”. No es posible exagerar el impacto del legado de Cruz para la música latina afrocubana. Inspiró e influenció a muchos artistas que siguieron el camino que ella abrió.

Su compañera, la artista cubanoamericana ganadora del premio Grammy, Gloria Estefan, lamentó su fallecimiento proclamando: “Mi corazón se llenará de orgullo y al ver que nuestra cultura, no solo la cubana, sino la cultura latina, se estaba extendiendo por el mundo, una luz que representa lo mejor de nuestra cultura a través de la música.” El esposo de Estefan, Emilio, agregó: “Es una gran pérdida para la comunidad latina; ella la llevó a todos los países del mundo. (Cruz) es muy querida y está recuperando todo el respeto y el amor que se merece”.

El ícono cubano puede estar asentando un precedente al ser seleccionada como la primera afrolatina en aparecer en una moneda, pero las muchas contribuciones de Celia Cruz a la música mundial simplemente no tienen precio.