OCURRIÓ EN UN GRUPO DE ORACIÓN, cuando el líder preguntó a una señora: “¿Usted lee la Biblia?” La contestación fue breve y sincera. “No la leo, pero la tengo en casa. Yo con seguir al Señor me conformo”.
¿Será suficiente seguir al Señor y no leer la Biblia? ¿Quién nos podría orientar? Seguramente conocemos personas con sabiduría y buen criterio: un familiar, un amigo, un sacerdote. También podría ir a los evangelios a ver lo que Jesús hizo y qué conversaciones tuvo.
En el relato del Evangelio sobre las tentaciones, por ejemplo, el Señor responde a las peticiones del diablo con tres citas de la Biblia. A la petición del diablo de que las piedras se conviertan en pan, él Señor responde: “Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan”. A la oferta de riquezas, Jesús replica: “La Escritura dice: Adorarás al Señor”. Cuando le propone tirarse del templo, su respuesta fue: “También dice la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios.” Lc 4,3-12.
Evidentemente Jesús tenía un conocimiento amplio de la Biblia y podía citarla con certeza.
En otros casos, para Jesús, las preguntas o las dudas de los oyentes tienen respuesta en la Escritura. Sobre si se puede trabajar en sábado, él les dijo: “A ustedes les pregunto: ¿Qué permite hacer la Ley?” Lc 6,9.
A la pregunta, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna? Jesús le dijo: “¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?” Lc 10,26-28. Sobre el mandamiento más importante de la Ley, Jesús les cita el libro del Deuteronomio: “Amarás al Señor tu Dios”. Mt 22,36-37.
Es el estilo típico de nuestro Maestro. A cualquier duda, la respuesta está en la lectura de la Escritura.
Jesús muestra su autoridad al presentar la Escritura como guía. Incluso, en varias ocasiones el Señor recrimina a los que no la leen. Cuando despacha a los vendedores del templo, aclara: “En la Escritura se dice, Mi casa es casa de oración”, Mt 21,13. Al final de su parábola de los viñadores, Jesús a las autoridades judías les dice: les dice: «¿No han leído ustedes la Escritura? Dice así: La piedra que los constructores desecharon llegó a ser la piedra angular» “. Mt 21,42.
En el evangelio de Juan hay varios pasajes de Jesús haciendo referencias a la Escritura. Dice: “Ustedes escudriñan las Escrituras, que dan testimonio de mí”. Jn 5,39. A los que quieren saber les aconseja: “¿Cómo pueden conocer las Escrituras sin haber tenido maestro?” Jn 7,15. Hablando sobre el Mesías pregunta: “¿No dice la Escritura que es descendiente de David y que saldrá de Belén?” Jn 7,42.
Como se ve, el Señor conoce muy bien la Sagrada Escritura (la Biblia), la tiene presente y la cumple. Es más, parece estar obsesionado con ella, pues la cita constantemente en sus conversaciones y en su predicación. Volviendo a la pregunta del comienzo del artículo, el líder podría sencillamente aconsejar a
la señora: “Siga el ejemplo de nuestro señor Jesucristo”.