* Por Marietha Góngora V.
Jheferson Herrera es determinado y comprometido con sus sueños. En búsqueda de un mejor futuro no dudó en ponerse un arnés y descender por las fachadas de los rascacielos más altos de Nueva York limpiando vidrios.
Nació hace 35 años en el municipio de Salento, departamento de Quindío (Colombia). De pequeño Jheferson entendió el valor del dinero y de aportar al sostenimiento de su familia. Sus padres eran separados y aunque no tuvo oportunidad de estudiar una carrera, siempre estuvo dispuesto a trabajar para hacerse a una mejor vida.
Después de intentar en muchos oficios en su pueblo, donde el turismo es la principal actividad económica; pensó buscar un mejor futuro en los Estados Unidos. Para entonces sus hijos y su esposa estaban en proceso de radicarse aquí, pues su padre ciudadano había hecho la petición para su residencia permanente.
Fue difícil tomar la decisión porque atrás quedaría su madre. Le concedieron la visa, alistó su maleta y aterrizó en Nueva Jersey en 2016, sin saber que antes de poder ver a su esposa y sus hijos pasarían dos años y medio. Aquellos momentos los recuerda con nostalgia, sobre todo aquel día de 2018 cuando agentes del ICE lo arrestaron y enfrentaría un proceso de deportación. Sin embargo, él buscó los recursos y pagó una fianza de $8.000 y los servicios de un abogado.
Así, obtuvo un permiso de permanencia en el país en tanto resolvía su estatus migratorio. “Tengo un Dios muy grande que me dio la oportunidad de quedarme y ya mi esposa pudo regresar en el 2018”, afirma.
Al principio él hizo aseo, limpió baños, trabajó en construcción y en jardinería. “En 2015 conocí unos colombianos que me abrieron la puerta para limpiar ventanas. Desde ahí me convertí en Windows Cleaner, me contactaron con un ecuatoriano que tiene una compañía muy grande en Nueva York y con él estuve trabajando cuatro años y medio”.
“El primer día tuve una especie de entrenamiento en New Jersey en edificios muy pequeños de cuatro o cinco pisos. Yo nunca le he tenido miedo a las alturas y no fue tan difícil. Ya cuando fui a Nueva York el primer edificio fue de 20 pisos, en realidad si hay un poco de nerviosismo y ansiedad, pero no miedo porque eso es un arte en el que si tú aprendes te va muy bien, es muy bien remunerado siempre y cuando lo aprendas bien”, asegura Jheferson.
“Recordaba cuando me tocaba lavar baños por menos dinero, trabajar en construcción bajo el agua y bajo el sol, se me rompieron las manos horrible, entonces yo decía esto es lo mío”, comenta.
Comenzó a vivir más holgadamente y se familiarizó con el transporte público de Nueva York. Llegaba temprano a los techos de los edificios, aseguraba la soga junto con su arnés y como el Hombre Araña descendía por las enormes fachadas de los rascacielos de la Gran Manzana. Jheferson podía ver literalmente que Nueva York estaba a sus pies.
“Hoy estoy en un edificio de cincuenta pisos, mañana me toca uno de ocho y luego me toca uno de cien. Tuve que limpiar el edificio más alto de Nueva York que tiene ciento treinta tres pisos y queda al lado del Central Park. Uno aprecia unas vistas espectaculares la verdad”, afirma Jheferson sobre las ventajas de su trabajo.
No es de extrañarse que en el ejercicio de este oficio se vivan momentos memorables. En una oportunidad vio a Donald John Trump, Jr., hijo mayor del ex mandatario. En otro momento interactuó con el reconocido cantante, también colombiano y paisa como él, J Balvin; quien en sus redes sociales compartió un video que se hizo viral y que grabó desde su apartamento mientras Jheferson colgaba del otro lado de la ventana. Millones de internautas vieron cómo el artista destacó el coraje de este compatriota.
“Cuando yo bajé mi celular estaba que estallaba de mensajes de mi esposa y mis amigos que decían ¡J. Balvin te puso en las historias! Cuando iba en el bus me puse a mirar y no solamente me había subido en sus historias sino en su perfil de Instagram”, afirma Jheferson, para quien sin saberlo este día de 2022 marcaría el inicio de su camino como emprendedor.
Jheferson había solicitado permiso durante un mes para atender unos contratos y desde allí las puertas se abrieron. “Resultó una oportunidad para trabajar en el Aeropuerto La Guardia, para ese momento ya tenía mi Social Security y mi permiso de trabajo”. Así despegó su futuro como independiente. “Empieza a correrse la voz de que ese muchacho trabajaba para aquel y así van llegando. En este momento tengo cinco compañías a las cuales les presto mis servicios”, dice Jheferson.
En estos dos años ha aprendido a desempeñar varias labores en su empresa y ha sumado enseñanzas. “Cuando empecé muchas veces me tocó hacer el trabajo solo por qué no podía pagarle a nadie para que eso fuera rentable porque calculaba mal”, recuerda.
Actualmente CAJ2 Cleaning Services LLC genera trabajo para cuatro empleados directos y sus familias, además de empleos indirectos. Jheferson su esposa esperan abrir otra línea de negocio con servicios de limpieza para residencias, oficinas e inmuebles nuevos.
Jheferson Herrera
CAJ2 Cleaning Services LLC
(973) 851-0239