Actualidad

La Crisis Actual

Por Emanuel Martelli

Todo esto puede parecer increíble, pero es verdadero;

y como reclama Péguy, hay que decir brutalmente

la verdad brutal[1]

J. Bruno Genta

 

Ante los gravísimos acontecimientos que estamos viviendo y delante de un panorama humano nada alentador, me propongo aquí realizar un análisis que trascienda la esfera de los hechos humanos y se dirija a la teología para desde allí tratar de iluminar la marcha que los eventos mundanos están tomando.

La situación presente es causa de singular angustia y preocupación para gran parte de la humanidad. Lo acaecido con ocasión de la pandemia del COVID- 19, parece haber sido solo un preludio de lo que se está avecinando. Titulares como el que encontramos en el sitio oficial de la ONU, La guerra en Ucrania puede provocar un “huracán de hambre” y colapsar el sistema alimentario global: Guterres, no pueden sino preocuparnos y mucho. El mismo Guterres ha alertado sobre la quiebra del sistema económico y sus consecuencias mundiales pues “esta guerra va mucho más allá de Ucrania. También es un ataque a las personas y los países más vulnerables del mundo. Mientras la guerra llueve sobre Ucrania, una espada de Damocles se cierne sobre la economía global, especialmente en el mundo en desarrollo”.[2]

En la misma línea, el martes 29 de marzo, el presidente del mayor fondo de inversiones del mundo, BlackRock Inc, Rob Kapito, en una conferencia pronunciada en Austin, Texas afirmó que “Por primera vez, esta generación va a entrar a una tienda y no podrá obtener lo que quiere…Me pondría los cinturones de seguridad porque esto es algo que no hemos visto[3]

Por otro lado, se habla, no de manera velada y privada sino públicamente, de un Nuevo Orden Mundial, tal y como lo hizo el día 21 de marzo pasado Joe Biden y se encuentra reportado en la pagina oficial de la Casa Blanca bajo el titulo “Remarks by President Biden Before Business Roundtable’s CEO Quarterly Meetin”. Allí el presidente de los Estados Unidos abierta y claramente contrapone el Orden Mundial liberal establecido después de la segunda gran Guerra a un Nuevo Orden Mundial que no afectará solamente a la economía[4].

Biden no es el único que señala este Nuevo Orden que suplantará al Orden Actual de cuño liberal-capitalista. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en la víspera de la tercera conferencia a nivel ministerial de los países vecinos de Afganistán, que se celebrará ciudad china de Tunxi el 1 de Abril, declaró ante su homólogo chino Wang Yi que “avanzaremos junto a ustedes, junto a otras naciones con ideas afines, hacia un orden mundial multipolar, justo y democrático”[5]. Ya antes Lavrov había afirmado que el presente “es un momento trascendental en la historia moderna, porque refleja una batalla […] sobre cómo será el orden mundial[6]

Todo esto no es para nada sorprendente si pensamos en lo que personas como Klaus Schwab, Fundador del Foro Económico Mundial, durante la pandemia, cual profeta de este Nuevo Orden afirmaba categóricamente: Muchos de nosotros nos preguntamos cuándo volverán las cosas a la normalidad. La respuesta corta es: nunca. Nada volverá jamás al sentido de normalidad “roto” que prevalecía antes de la crisis porque la pandemia de coronavirus marca un punto de inflexión fundamental en nuestra trayectoria global” y que “ el mundo como lo conocíamos en los primeros meses de 2020 ya no está, se ha disuelto en el contexto de la pandemia. Se avecinan cambios radicales de tales consecuencias que algunos expertos se han referido a una era “antes del coronavirus” (BC) y “después del coronavirus” (AC). Seguiremos sorprendiéndonos tanto por la rapidez como por la naturaleza inesperada de estos cambios: a medida que se combinan entre sí, provocarán consecuencias de segundo, tercer, cuarto y más orden, efectos en cascada y resultados imprevistos. Al hacerlo, darán forma a una “nueva normalidad” radicalmente diferente de la que iremos dejando atrás progresivamente. Muchas de nuestras creencias y suposiciones sobre cómo podría o debería ser el mundo se harán añicos en el proceso”.[7]

Si queremos imaginarnos como será ese nuevo mundo, allí tenemos las predicciones del Foro de Davos para el 2030 donde se nos dice claramente entre otras cosas que “No tendrás nada y serás feliz” y que “Los Estados Unidos no será la superpotencia mundial líder, sino que un grupo de países dominarán”[8].

La presente crisis económica y geopolítica es parte de un proceso y dicho proceso tiende a un nuevo orden, un nuevo mundo que viene siendo construido por etapas, cuya ocasión sin duda ha sido la pandemia y ahora la terrible guerra en Ucrania. Digo con ocasión porque es claro que la crisis económica que puede llevar millones a la muerte y hacer saltar por los aires el sistema capitalista actual, no se debe primaria y directamente a estos eventos adversos, sino por sobretodo a las decisiones implantadas por los gobiernos a nivel planetario con ocasión de ellos.

En efecto, si pensamos que las medidas de orden económica que occidente está tomando en relación con Rusia, no atentan sino contra occidente mismo, contra la propia economía y sustentabilidad, como ya esta sucediendo, la teoría deviene certeza. Es difícil creer que quienes toman estas medidas no estén enterados de las consecuencias que acarrean para sus propios pueblos: que Biden no se haya enterado que su política esta llevando al dólar a cavar su propia tumba como ya advierten muchos economistas, sobretodo cuando este proceso se acelera con el intento de vuelta al patrón oro por parte de Rusia como puede verse en la decisión de Moscú de equiparar el gramo de oro a 5000 rublos[9] y en su  actual exigencia de que sus energías sean pagas en Rublo; o que Europa no se de cuenta de la catástrofe humanitaria a la que está voluntariamente precipitándose  con las medidas por ellos mismos implementadas, baste pensar en el descomunal aumento de los precios de los carburantes necesarios y su reflejo en la producción agrícola y en el consecuente aumento de los productos alimenticios; y sobre todo, es difícil pensar que occidente, Estado Unidos principalmente, no se haya dado cuenta que con esta crisis y con sus medidas se esta dando una clara ventaja a una potencia que esta siendo la gran ganadora y de la que “misteriosamente” poco se dice: La China Comunista, pues la misma Rusia ha debido arrojarse a los brazos de China por las imposiciones de occidente, quedando ahora a merced del gigante rojo. No nos extrañemos si la China termina por devorar a Rusia tras pactar con Occidente.

A estas alturas y viendo el escenario actual, cabe preguntarse ¿Será el sistema chino el Nuevo Orden Mundial?Aunque duele, Yo lo creo muy posible. Después de todo parecería que el sistema comunista chino, que devora vidas y libertades humanas y que pisotea los derechos de Dios, “funciona” para resolver el problema de la pobreza. La BBC reporta que el 26 de febrero del 2021, el presidente chino presumió que “Ningún otro país puede sacar de la pobreza a cientos de millones de personas en tan corto periodo de tiempo”.  Y que el “Banco Mundial dice que desde finales de la década de los 70 del siglo pasado, China ha sacado de la pobreza a 800 millones de personas gracias a las reformas emprendidas tras décadas de planificación estatal que asfixiaron la economía”[10]. Quizás este es el motivo por el que China viene siendo promovida en occidente, tal y como lo vimos durante la pandemia en la que no faltaron elogios para el modelo chino de contención de la COVID y tal vez sea este el motivo por el que nos encontremos titulares como el siguiente: “China, ¿un modelo para erradicar la pobreza en el mundo?”[11].

Todo indica que el occidente globalista se está entregando en bandeja en las manos del comunismo, en su versión 2.0: la extraña fusión de comunismo con capitalismo, es decir China[12].

¿Que decir de ello? Como en otras ocasiones henos ya señalado, con Donoso Cortes debemos recordar que detrás de toda cuestión política hay siempre una cuestión religiosa[13]. La tendencia actual a construir una “nueva modalidad” o un Nuevo Orden, esta claramente marcada por la sombra del comunismo cuya realidad, por extraño que pueda parecer esta afirmación, es estrictamente de orden teológica: Al explicar el comunismo a la luz de la teología tratamos de elevarnos sobre la economía, la sociología, la política y aun la filosofía, que no pueden aclararnos sino aspectos fragmentarios del mismo. El comunismo, al pretender crear un “hombre total”, nuevo, pretende infundir un nuevo espíritu a la humanidad. Ese espíritu, al no venir de Dios, viene del enemigo de Dios, del Príncipe de este mundo. Por ello, en la implantación del comunismo, se traba una lucha entre el Espíritu de Dios y los espíritus malos que tratan de perder al hombre. Del sentido, origen y término de esa lucha, sólo puede dar razón la teología de la historia[14] afirma magistralmente el padre Meinvielle.

De la misma manera se expresa Jordan Bruno Genta cuando afirma categóricamente que: “No entiende absolutamente nada de Comunismo, el que no ve que la cuestión fundamental no reside en la economía, ni en la organización social, ni en la política, ni en la filosofía, sino en la religión; más precisamente, en la negación de Cristo y de la Iglesia que prolonga la Encarnación en el tiempo. Tan sólo el enfoque teológico, cristológico, ilumina el trasfondo satánico del movimiento comunista y nos da la clave de su expansión arrolladora en las almas y en las naciones cristianas”[15]

Así lo creo realmente. La pretensión de establecer una Nueva Normalidad y un Nuevo Orden Mundial no hay duda de que es parte de aquel misterio por la que el hombre por amor a si mismo desprecia a Dios y construye la Ciudad del Hombre como afirmó san Agustín, que al fin de los tiempos parecerá haber vencido. Es el misterio de la iniquidad que sigue avanzando contra la “Ciudad de Dios”. Varias décadas atrás el padre Leonardo Castellani, analizando la naturaleza intrínseca del Comunismo afirmaba con tono profético que El comunismo no es un partido; el comunismo es una herejía. Es una de las tres Ranas expelidas por la boca del diablo en los últimos tiempos -que no son otros que tos nuestros. Las otras dos Ranas […] se han convertido en guías de los reyes, es decir, en poderes políticos- son el catolicismo liberal y el modernismo. Estas tres herejías se van a unir por las colas -cosa admirable, dado que las ranas no tienen cola- contra lo que va quedando de la Iglesia de Cristo, un día que quizá no está lejano. Ellas “prepararán el camino a los reyes del Este”: a la última de las grandes invasiones asiáticas sobre el Occidente[16].

Que la sociedad comunista-tecnócrata china sea la gran candidata a liderar el Nuevo Orden que quiere implantarse a nivel mundial debe por fuerza hacernos pensar en esta realidad para prepararnos espiritualmente. Ya el padre Padre Meivielle afirmaba que La sociedad marcha hacia la sociedad máquina, hacia la tecnocracia, por el movimiento interno que se viene produciendo desde hace cinco siglos. El proceso de degradación, que es, al mismo tiempo, un proceso de secularización, lo es juntamente de mecanización y unos párrafos mas adelante afirma el insigne teólogo argentino afirma que  El hombre, varias veces degradado, es utilizado luego en la construcción de una Ciudad-máquina. Ciudad-máquina, materialista, cuantitativa, puramente tecnocrática, donde se le sirve alimento, vivienda, vestidos, placeres, cultura, incluso “religión”, como en un aparato automático de los que se ven en las calles y negocios de las ciudades modernas. Pero una ciudad de tal índole ha de ser por lo mismo una Ciudad de Satán. Ha de ser satanocrática[17].

En su ensayo sobre el comunismo y la revolución anticristiana, escrito en 1961, Meinvielle después de afirmar que elcomunismo marcha hacia una civilización técnica o civilización de máquinas y que el capitalismo también; el teólogo parece describir la situación de la China actual, El comunismo y el capitalismo constituyen un idéntico régimen político que, además, se propone levantar una inmensa unidad máquina de funcionamiento automático. En realidad, tanto el comunismo como el capitalismo marchan hacia la tecnocracia o gobierno automático de las cosas o de la máquina. El hombre convertido en robot, sin otro destino que la vida presente. Es decir, todo lo opuesto al hombre de la civilización cristiana[18].

En esta hora de gran confusión nos queda entonces rezar y no desatender lo principal que es la salvación de nuestras almas; cuanto más caos en el mundo más hemos de buscar refugio en el Señor, en su Iglesia, en sus Sacramentos, en el santo Rosario sin olvidar que existe una única y adecuada solución ante la amenaza del comunismo, “Sin desatender la utilidad que puede proporcionar la economía, la sociología, la política y la filosofía, quiere sobre todo destacar que el remedio pleno y adecuado contra el comunismo es la vida cristiana en plenitud, en el orden privado y público. El “buscad primero el reino de Dios”, no es una palabra vacía del Señor. Dios no dice, como decimos nosotros, palabras vacías. Es una ley para los pueblos. Es una ley de la Historia. Es una solución también para los pueblos y para la Historia que, cuando por infidelidad han caído en los abismos de la degradación, encuentran su remedio en la Palabra del Señor. Logos quiere decir Palabra. Y el mundo hoy, sobre todo el mundo que fue cristiano y ya no lo es, necesita el soplo del Logos, de la Palabra, que lo levante y le dé nueva vida[19]. Este debe ser el centro de nuestros esfuerzos y nuestra tarea. ¡Maranatha!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] J. Bruno Genta, El Manifiesto Comunista, (1969), 28.

[2] https://news.un.org/es/story/2022/03/1505552

[3] https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-03-29/blackrock-s-kapito-says-scarcity-inflation-is-driving-economy

[4] I think — you know, my mother had an expression: “Out of everything terrible, something good will come if you look hard enough for it.”

I think this presents us with some significant opportunities to make some real changes.  You know, we are at an inflection point, I believe, in the world economy — not just the world economy, in the world.  It occurs every three or four generations. As one of — as one of the top military people said to me in a secure meeting the other day, 60 — 60 million people died between 1900 and 1946.  And since then, we’ve established a liberal world order, and that hadn’t happened in a long while.  A lot of people dying, but nowhere near the chaos.

And now is a time when things are shifting.  We’re going to — there’s going to be a new world order out there, and we’ve got to lead it.  And we’ve got to unite the rest of the free world in doing it. “There’s going to be a new world order out there, and we’ve got to lead it.”https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2022/03/21/remarks-by-president-biden-before-business-roundtables-ceo-quarterly-meeting/

[5] https://actualidad.rt.com/actualidad/425488-ministros-asuntos-exteriores-rusia-china

[6] https://actualidad.rt.com/actualidad/424033-lavrov-situacion-palestra-internacional-momento-historico

[7] K. Schwab; T. Malleret, COVID-19: The Great Reset (p. 12). Forum Publishing. Kindle Edition.

[8] Puede ver el video oficial en: https://www.facebook.com/worldeconomicforum/videos/10154159674886479/

[9] https://www.kitco.com/news/2022-03-28/Russia-sets-fixed-gold-price-as-it-restarts-official-bullion-purchases.html

[10] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-56205219

[11] https://www.aa.com.tr/es/econom%C3%ADa/china-un-modelo-para-erradicar-la-pobreza-en-el-mundo/2066941

[12] Cabe aquí recordar el comentario de Castellani: “Hoy día es un fin político lícito y muy vigente por cierto la organización y unificación de las comarcas del mundo en un solo Reino, que por ende se parecerá al Imperio Romano. Esta empresa pertenece a Cristo; y es en el fondo la secular aspiración de la Humanidad; pero será anticipada malamente y abortada por el Contracristo, ayudado del poder de Satán. En el Boletín

del Canadian Intelligence Service de enero de 1963 podemos ver el poder que tienen actualmente en EE.UU e Inglaterra sobre todo, los One-Worlders o partidarios de la unificación del mundo bajo un solo Imperio. Propician

la amalgama del Capitalismo y el Comunismo que es justamente la hazaña del Anticristo”. L. Castellani, El Apokalipsis de san Juan, Buenos Aires (1963), 155.

[13] Cfr. J. Donoso Cortés, El catolicísimo, el liberalismo y el socialismo, Salamanca 2003, 95.

[14] J. Meinvielle, El Comunismo en la Revolución Anticristiana, 4ta edición, Buenos Aires (1982), 7.

[15] J. Bruno Genta, Libre Examen y Comunismo, Buenos Aires (1960),16.

[16] L. Castellani, Cristo ¿Vuelve o no Vuelve?, Buenos Aires (2004), 185.

[17]J. Meinvielle, Iglesia y Mundo Moderno, Edición digital, Segni (2008),144.

[18] J. Meinvielle, El Comunismo en la Revolución Anticristiana, 4ta edición, Buenos Aires (1982), 80.

[19] J. Meinvielle, El Comunismo en la Revolución Anticristiana, 4ta edición, Buenos Aires (1982), 8.