CIUDAD DEL VATICANO (Por Junno Arocho Esteves/CNS)—. El sexto mandamiento contra el adulterio pide fidelidad, pero no solo a las parejas casadas, sino también a todos los cristianos que están llamados a amar a los demás a través de su vocación, dijo el papa Francisco.
Los casados, los sacerdotes y los que están en la vida religiosa están en llamados a vivir sus vocaciones fielmente y seguir “el camino mismo del amor que va del recibir cuidados a la capacidad de prestarlos, desde recibir la vida hasta la capacidad de dar vida”, dijo el papa Francisco el 31 de octubre durante su audiencia general semanal.
“Toda vocación cristiana es conyugal, porque es fruto del vínculo de amor en el que todos somos regenerados, el vínculo de amor con Cristo”, él dijo. “Partiendo de su fidelidad, de su ternura, de su generosidad, miramos con fe al matrimonio y a cada vocación, y entendemos el significado completo de la sexualidad”.
Entre los peregrinos en la audiencia estaban los miembros de Together in Hope, un coro ecuménico de Minneapolis de católicos, luteranos, anglicanos, metodistas, reformados, evangélicos y personas sin religión.
Acompañando el coro estaban el arzobispo Bernard A. Hebda de St. Paul y Minneapolis, y la obispa luterana Ann Svennungsen, directora del Sínodo de Minneapolis de la Iglesia Evangélica Luterana en América, quienes fueron saludados por el papa Francisco después de la audiencia.
Durante la audiencia el papa continuó su serie de charlas sobre los Diez Mandamientos, esta vez reflexionando sobre el mandamiento “No cometerás adulterio”, del cual dijo que es “un llamado al amor manifestado en la fidelidad, la aceptación y la misericordia”.
El papa dijo que aunque el mandamiento se refiere a la fidelidad en el matrimonio, este no está dirigido solamente a esposos, sino que es “una paterna palabra de Dios dirigida a cada hombre y mujer”.
Ser maduro es la capacidad de “asumir el peso de otra persona y amarla sin ambigüedad”, él dijo.
Por otro lado, dijo el papa, los adúlteros y los que son infieles son personas “inmaduras” que interpretan las situaciones según su propio “bienestar y satisfacción”.
“¡Para casarse no es suficiente celebrar la boda! Necesitamos hacer un camino del ‘yo’ al ‘nosotros’, del pensar solo a pensar en dos, de vivir solos a vivir en dos”, dijo el papa “Es un camino hermoso. Cuando llegamos a descentralizarnos, entonces todo acto es conyugal”.
Él dijo que los sacerdotes y los que viven vidas castas y consagradas tiene que seguir este camino y vivirlo “con fidelidad y alegría como una relación conyugal y fecunda de maternidad”.
“La iglesia no necesita aspirantes al papel de sacerdotes … sino (hombres) … a quienes el Espíritu Santo toca el corazón con un amor incondicional por la esposa de Cristo”, dijo el papa Francisco. “En el sacerdocio se ama al pueblo de Dios con toda la paternidad, la ternura y la fuerza de un esposo y de un padre”.
El papa Francisco dijo que el llamado a no cometer adulterio es un recordatorio del deber cristiano a amar como Cristo ama y respetarse unos a otros.
“El cuerpo humano no es un instrumento de placer, sino el lugar de nuestra llamada al amor”, dijo el papa. “Y en el amor auténtico no hay espacio para la lujuria y para su superficialidad. ¡Los hombres y las mujeres merecen más que esto!”.