QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS EN CRISTO:

Nuestro país y nuestro estado están en medio de una crisis de uso indebido de sustancias nocivas. Me preocupa, particularmente, la epidemia de opiáceos que amenaza la salud de nuestra ciudad, así como el impulso tras la campaña de legalización de la marihuana en nuestro estado. Como obispo de la diócesis de Brooklyn y Queens y como trabajador social por la salud mental de nuestra juventud, me siento obligado a hablar sobre este tema.

A pesar del argumento de que la aplicación actual de las leyes en el caso del consumo de marihuana recae desproporcionadamente sobre los consumidores de las minorías, debo decir que ese es otro problema que tiene que ver con la igualdad a la hora de aplicar las leyes, independientemente del barrios o las características raciales y étnicas. Pero en este caso, quiero referirme específicamente a los efectos nocivos de la marihuana para la salud, especialmente en nuestra juventud.

Recientemente, recibí un estudio del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente del estado de Colorado titulado “Monitoreo de las preocupaciones de salud relacionadas con la marihuana en Colorado: 2016 — Cambios en los patrones de consumo de marihuana, Revisión sistemática de la literatura y Posibles efectos en la salud relacionados con la marihuana”. Aunque ya sospechaba que la marihuana tenía poco valor para la salud, después de leer este estudio de casi 300 páginas, estoy más convencido que nunca de que el consumo de marihuana debe controlarse como algo nocivo para la salud pública.

Por ejemplo, las declaraciones de salud pública emitidas en este estudio, bajo el título “Declaraciones de Evidencia”, han sido aprobadas oficialmente por el Comité Asesor de Salud Pública para la venta de Marihuana al por Menor. Este comité es el grupo establecido para supervisar la venta de marihuana en el estado de Colorado. Sus miembros, a pesar de su responsabilidad de supervisar la venta y los impuestos sobre la marihuana, emitieron estas Declaraciones de Evidencia.

Cognitivo y académico

1. El consumo semanal o más frecuente de marihuana por parte de adolescentes y adultos jóvenes se asocia con trastornos de aprendizaje, memoria, progreso en las matemáticas y la lectura, hasta 28 días después del último uso.
   a) El daño aumenta al hacerse más habitual el consumo de marihuana.
2. Existe evidencia contradictoria sobre si el uso de marihuana en adolescentes está asociado o no con cambios en los puntajes futuros del Coeficiente de Inteligencia.
3. El consumo semanal o más frecuente de marihuana por parte de los adolescentes está fuertemente asociado con la incapacidad para terminar los estudios secundarios.
4. El consumo semanal o más frecuente de marihuana por adolescentes y adultos jóvenes pudiera estar asociado con la incapacidad para obtener un título universitario.

Salud mental

1. El consumo de marihuana por adolescentes y adultos jóvenes está fuertemente asociado con el desarrollo de síntomas psicóticos en la adultez, como alucinaciones, paranoia y creencias delirantes.
   a) Este riesgo aumenta con el uso más frecuente de marihuana.
   b) Este riesgo puede ser mayor entre aquellos que comienzan a usar marihuana a una edad más temprana.
2. El consumo diario o casi diario de marihuana por parte de adolescentes y adultos jóvenes se asocia con el desarrollo de un trastorno psicótico como la esquizofrenia en la edad adulta.

Uso de sustancias, abuso y adicción

1. Algunos usuarios de marihuana se vuelven adictos a la droga. Iniciar el consumo de marihuana durante la adolescencia o la adultez temprana se asocia con la futura adicción a la marihuana.
2. El consumo de marihuana por adolescentes y adultos jóvenes, incluso esporádicamente, se asocia con un alto riesgo de consumir alcohol, tabaco y otras drogas como la cocaína, el éxtasis, los opioides y la metanfetamina.

Beneficios de dejar el consumo

1. Los adolescentes y adultos jóvenes que abandonan el consumo de marihuana corren un menor riesgo de sufrir de deterioro cognitivo o trastornos de salud mental que aquellos que continúan consumiendo.
2. Existen tratamientos para la adicción a la marihuana que pueden reducir el consumo y la dependencia.

Declaraciones de Salud Pública

1. El humo de la marihuana, tanto de primera como de segunda mano, contiene muchos de los mismos químicos cancerígenos que el humo del tabaco.
2. El consumo diario o casi diario de marihuana está fuertemente asociado con lesiones premalignas que pueden provocar cáncer en las vías respiratorias.

Impactos cognitivos

1. Encontramos evidencia sustancial de que los adultos que usan marihuana a diario o casi a diario tienen más probabilidades que los que no usan de tener problemas de memoria durante al menos siete días después del último uso.

Impacto en la salud mental

1. Encontramos pruebas SUSTANCIALES de que la intoxicación por THC puede causar síntomas psicóticos agudos, que empeoran con dosis más altas.

Contenido químico o humo o vapor de marihuana

1. Encontramos evidencia sustancial de que el humo de la marihuana, tanto convencional como secundario, contiene muchos de los mismos químicos cancerígenos que el humo del tabaco.

Como ustedes puede ver a partir de estas declaraciones, basadas en evidencias científicas, no es aconsejable que el Estado de Nueva York legalice la venta de marihuana recreacional que eventualmente caerá en manos de los adolescentes de nuestro estado. El consumo de marihuana por adultos también presenta los mismos riesgos, aunque los hallazgos están dirigidos a adolescentes y adultos jóvenes que quizás serían los mayores consumidores de este fármaco adictivo recién legalizado.

Quiero llamarles la atención sobre este importante asunto porque creo que tenemos la responsabilidad, como católicos, de oponernos a algo que será tan perjudicial para la salud pública de nuestros jóvenes. Les pido que contacten a sus senadores estatales y miembros de la asamblea para expresar su consternación y desaprobación ante el impulso actual de legalizar la marihuana en el Estado de Nueva York, ya sea por parte de los candidatos a cargos electivos o los que actualmente ocupan estos cargos.

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Muchos en nuestra sociedad actual relegarían la religión y sus principios al interior de los templos. Sin embargo, nuestra responsabilidad como pilar de la sociedad, es cuidar de su tejido moral y el bienestar de sus miembros. Traigo esto a su atención con la esperanza de que nuestros esfuerzos colectivos puedan evitar un desastre para nuestro gran Estado de Nueva York. Los efectos nocivos del uso de marihuana en el deterioro de la capacidad para tomar decisiones mientras se conduce también han sido bien documentados.

Por las razones anteriores y muchas otras, por favor rema conmigo mar adentro, para asegurarnos de que nuestros funcionarios electos entiendan la profunda crisis de adicción que estarían desatando en nuestro estado.

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Mons. Nicholas Anthony DiMarzio es el séptimo obispo de Brooklyn. Fue ordenado sacerdote en la Arquidiócesis de Newark el 30 de mayo de 1970, y elevado al rango de Obispo Auxiliar de esta misma diócesis en 1996. Sirvió anteriormente como obispo de Camden de 1999 a 2003. Mons. DiMarzio es conocido como un campeón en la defensa de los derechos de los inmigrantes y ha trabajado para estas causas a través de la mayoría de su ministerio sacerdotal, comenzando como un joven sacerdote en Jersey City y dirigiendo la Oficina para Migrantes y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).