CIUDAD DEL VATICANO (Por Junno Arocho Esteves/CNS)—. Como ocurrió antes de la Segunda Guerra Mundial, el surgimiento del nacionalismo en el mundo plantea una amenaza a la paz y al diálogo constructivo entre las naciones, dijo el papa Francisco.
Durante su discurso anual ante los diplomáticos acreditados por el Vaticano, el papa dijo que el establecimiento de la Liga de las Naciones hace casi 100 años trajo una nueva era de diplomacia multilateral basada en la buena voluntad, la disposición de las naciones a tratarse justa y honestamente las unas a otras y la posibilidad de abrirse al mundo del compromiso mutuo.
Sin embargo, él advirtió en su discurso del 7 de enero que la falta de uno de esos elementos necesarios resulta en la búsqueda, por parte de ciertos países, de “soluciones unilaterales y, a fin de cuentas, el dominio de los poderosos sobre los débiles”.
“La Liga de las Naciones fracasó por estas mismas razones y uno nota lamentablemente que las mismas actitudes están actualmente amenazando la estabilidad de las organizaciones internacionales más importantes”, dijo el papa.
Él añadió que claramente “las relaciones dentro de la comunidad internacional, y de los sistemas multilaterales en general, están viviendo un periodo de dificultad con el resurgimiento de tendencias nacionalistas que chocan con la vocación de las organizaciones internacionales de ser un escenario para el diálogo y el encuentro de todos los países”.
Durante su discurso de casi una hora ante los diplomáticos, el papa advirtió que el resurgimiento de ideologías populistas y nacionalistas está “debilitando progresivamente” las instituciones multilaterales y, como resultado, están creando una “falta de confianza general, una crisis de credibilidad en la vida política internacional y una marginación gradual de los miembros más vulnerables de la familia de las naciones”.
Él dijo que un aspecto esencial de la buena política es la búsqueda del bien común que le permita a individuos y a la comunidad internacional en general “lograr su propio bienestar material y espiritual”.
“La paz nunca es un bien parcial, sino uno que abarca a toda la raza humana”, continuó.
Recordando la crisis humanitaria que está ocurriendo en países como Ucrania y Siria, el papa Francisco instó a la comunidad internacional a defender a los más vulnerables del mundo “y a darle voz a aquellos que no la tienen”.
Él señaló que entre los más afectados por la inestabilidad incluyen comunidades cristianas en el Oriente Medio, donde mucha gente se ha visto obligada a huir de la violencia y la persecución debido particularmente al resurgimiento de intentos “de fomentar hostilidad entre los musulmanes y los cristianos”.
El papa expresó su esperanza de que su próxima visita a los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos presente una oportunidad de “adelantar el diálogo interreligioso y la comprensión mutua entre los seguidores de ambas religiones”.
El papa Francisco también hizo una petición de ayudar a los migrantes que se ven obligados a emigrar debido al “flagelo de la pobreza y varias formas de violencia y persecución”, así como los desastres naturales y el cambio climático.
“Todos los seres humanos anhelan una vida mejor y más próspera y el reto de la migración no puede ser tratado con una mentalidad de violencia e indiferencia ni ofreciendo meras soluciones parciales”, él dijo.
Entre los más vulnerables en el mundo de hoy, continuó el papa, se encuentran los jóvenes que enfrentan un “futuro incierto” debido a la falta de empleo.
Instando a los líderes mundiales a tomar medidas para asegurar el crecimiento físico, psicológico y espiritual de los niños, el papa Francisco reconoció la propia falta de la iglesia de no proteger a niños.
Él dijo que el abuso sexual de niños, especialmente por miembros del clero, “es una de las plagas de nuestros tiempos”.
“El abuso de menores es uno de los crímenes más viles y más atroces concebibles”, él dijo. “Tal abuso inevitablemente destruye lo mejor que la vida humana les ofrece a los niños inocentes y causa daños irreparables para toda la vida”.
Él dijo que la iglesia está comprometida a prevenir el abuso sexual por sacerdotes y a su ocultación. Expreso su esperanza de que su reunión del 21 al 24 de febrero con los presidentes de las conferencias episcopales del mundo sea “un paso adicional en los esfuerzos de la iglesia de aclarar completamente los hechos y aliviar las heridas causadas por tales crímenes”.
El papa Francisco también instó a la comunidad diplomática a continuar trabajando hacia edificar la paz entre las naciones divididas por la guerra.
Aunque se ha dado pasos significativos para edificar la paz en algunos lugares, tales como el fin del conflicto de décadas entre Etiopía y Eritrea y la mejora en las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur, el papa hizo pidió por la paz en zonas como Venezuela y Tierra Santa, que todavía están afectadas por conflictos y divisiones.
Citando el discurso de san Pablo VI ante las Naciones Unidas en 1965, el papa dijo que la paz no se edifica meramente a través de la política y protegiendo los intereses, sino con “la mente, con ideas, con obras de paz”.