BOGOTÁ, Colombia (Por Manuel Rueda/CNS) — Un sacerdote colombiano que dedicó años de su vida a combatir la violencia en los estadios de fútbol murió en Bogotá, donde cientos de feligreses, incluidos algunos con camisetas de los dos clubes de fútbol más importantes de la ciudad, lloraron su partida en una iglesia local.
Mons. Alirio López Aguilera, de 66 años, fue una de las primeras personalidades públicas en Colombia en abordar el problema de la violencia entre los fanáticos del fútbol, allanando el camino para numerosos programas que ahora están implementando los gobiernos municipales en diferentes partes del país.
A principios de la década de 2000, Mons. López ayudó al gobierno municipal de Bogotá a establecer un proyecto llamado Goles en Paz que redujo las peleas mortales dentro de los estadios y en algunos de los barrios de la ciudad.
Goles en Paz fue un camino, una historia que hizo historia en el país.. hay que leer la Historia en la Historia. Dónde están las políticas públicas juveniles de esta administración.? La Dimayor cree que con represión se va a solucionar la violencia en los estadios? Absurdo. pic.twitter.com/hV8e9hSYxq
— Mons. Alirio López (@monsealirio) November 9, 2017
Aprovechando su prestigio y contactos, organizaba encuentros regulares entre seguidores de clubes; sus líderes acordaron qué rutas usarían para ingresar a los estadios para los grandes partidos e incluso qué tipo de cánticos y carteles serían “prohibidos” en el campo para evitar provocaciones, dijo Rafael Rubiano, jefe de una afición del club Independiente Santa Fe.
Con los fondos de la ciudad, Mons. López también organizó torneos de fútbol en los que participaron cientos de fanáticos de diferentes equipos, así como talleres de música que reunieron a fieles seguidores de escuadras rivales. Actualmente se implementan iniciativas similares en ciudades como Cali y Medellín.
Mons. López, quien fue fanático de toda la vida del Millonarios F.C. de Bogotá, dijo en una entrevista de 2014 con el periódico local El Tiempo que el fútbol era “integración” y “la única religión sin ateos”.
Imaginó estadios libres de drogas y violencia, donde la afición supiera ganar, perder o empatar.
“El estadio no puede ser un lugar que denigre nuestros valores”, dijo.
Si bien la violencia sigue siendo un problema en los estadios de Colombia —y en partidos clave solo los fanáticos del equipo local pueden asistir al estadio para evitar conflictos—, algunos fanáticos dicen que la situación sería peor si no fuera por los esfuerzos de Mons. López.
“Gracias a él, todavía podemos llevar a nuestras familias al estadio”, dijo Rubiano.
Cesar Sastre, seguidor de toda la vida del Millonarios, cree que Mons. López también será recordado por dedicar misas al equipo en los días de competencias. Su muerte se produce cuando Millonarios se prepara para jugar la final de la liga de fútbol de Colombia.
“Él estará allí apoyándonos”, dijo Sastre. “Estoy seguro de que el padre Alirio nos ayudará a ganar el campeonato”.