En Nuestra Voz quisimos que algunos de nuestros escritores o columnistas contestaran dos preguntas en este cuarto aniversario del periódico de la diócesis de Brooklyn.
1. ¿Cuál es el momento que más recuerdas de Nuestra Voz?
2. ¿Cuál es tu mensaje de felicitación para el periódico?
Nancy Agosto (columnista)

2. Amo cada instante de mi labor en Nuestra Voz y en este glorioso aniversario le doy las gracias a todos nuestros amados lectores que apoyan el trabajo de este dedicado equipo de escritores y productores. Dios bendiga nuestra senda y nos ilumine para seguir unidos bajo el dulce manto de nuestra fe católica.
Natasha Bisbal (columnista)

2. En este cuarto aniversario del periódico hispano de la diócesis de Brooklyn quiero felicitar a la comunidad hispana de Brooklyn y Queens porque si no fuera por su inmensa importancia en nuestra sociedad e Iglesia este proyecto no sería posible. Espero que el periódico siga floreciendo para ser una fuente no sólo información, sino de inspiración. Siempre escuchamos de la gran cantidad de hispanos en nuestra ciudad y nación y sus contribuciones, espero que por medio de este proyecto nuestra comunidad pueda seguir creciendo en cada rincón de su vida. Que los logros de ustedes como familia de fe nos sigan dando una razón para luchar a lado suyo. Que Dios y la Virgen Santísima bendigan a cada uno de ustedes, su familia y el equipo detrás de este diario.
Marietha Góngora (escritora)

Aquella mañana subí al tren con mi esposo y supimos, tras una llamada, que ya no existía la tienda religiosa donde yo desarrollaría mi historia para la edición de Nuestra Voz el próximo mes. “Me quedé sin noticia”, pensé. Sin embargo enseguida buscamos en internet y luego de una corta búsqueda mi esposo encontró, un número y llamó. Al colgar supe que teníamos una cita con el dueño de una empresa una hora después pero, para ser sincera, no sabía con qué nos encontraríamos.
Llegamos a un edificio en pleno Distrito de la Moda en Manhattan y tras una pequeña puerta encontramos una tienda de uniformes para las escuelas y de sotanas para sacerdotes de diferentes religiones. Al fondo había una bodega enorme donde se ubicaba a un costado un hombre frente a su máquina de coser.
Allí estábamos, frente a Maynor Galias, un hondureño quien con sus propias manos ha confeccionado sotanas para el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, así como para obispos y sacerdotes de esta ciudad y de otros estados del país. En África, Europa y América Latina también hay sacerdotes que visten las sotanas que Maynor cose con tanto esmero con la ayuda de su consentida: su antigua máquina de coser.
Estar aquella mañana en el momento y en el lugar indicado no fue una casualidad sino un milagro. Y es que “cosas así suceden cuando trabajas para Dios”, como dijo Daniel Álvarez, anterior editor de este periódico y gran amigo personal.
2. Felicito a Nuestra Voz por estos cuatro años en los que nos ha permitido escuchar la voz de nuestros lectores, de nuestras comunidades parroquiales y de todos los que han formado parte de este proyecto generando y escribiendo historias para estas páginas.
¡Gracias amigos lectores por su generosidad!, por compartir con nosotros sus historias y por reconocer en este medio, un espacio para alabar la obra de Dios en otros escenarios, hablando de la valentía de nuestros emprendedores, de la entrega de nuestra comunidad religiosa y del coraje de nuestros jóvenes de valor.
Cruz-Teresa Rosero (columnista)

2. De todo corazón le doy gracias a Dios y a todos los que han hecho y hacen posible la edición de Nuestra Voz mes a mes. Este periódico es más que un simple medio de comunicación. Su presencia en la parroquia, junto al Tablet, es un reconocimiento y aprecio a nuestra identidad como hispanos. Nuestra Voz, es nuestra voz. Adelante, felicitaciones y un millón de gracias. Que el Espíritu Santo lo siga ungiendo.
Darío López Capera (coordinador editorial y escritor)

Otro momento que recuerdo fue una frase que me dijo el padre Carlos Pietro, vicario parroquial de la parroquia Corpus Christi en Queens cuando lo entrevistaba para realizar un perfil suyo. Él me dijo una algo que me marcó mucho: “la mirada de Dios no es la misma nuestra, nosotros solo podemos ver un poco, Dios puede ver mucho más allá, por eso no podemos desconfiar de Él”.
2. Quiero felicitar a mis compañeros en Nuestra Voz, a todos los escritores, columnistas, diseñadores que han trabajado en algún momento para el diario. En este momento también recuerdo a Nathalia Ortiz y a Daniel Álvarez, anteriores editores, quienes fueron los artífices de lo que tenemos hoy. Por supuesto a ustedes, los lectores, ustedes son quienes nos han dejado entrar a sus hogares y nos han permitido estar mes a mes con ustedes y convertirnos en un miembro más de sus familias.
Israel Ochoa (diseñador)

Al día siguiente encuentro en internet el “post” sobre este trabajo, sin saber que se trataba de un diario católico, al cual apliqué junto con otros más. Días después me encontraba en la entrevista, en la cual, obviamente estaba muy nervioso, pero al hablar con la editora de aquel entonces y con el coordinador editorial, supe que todo iba a estar bien. Lo vi como una respuesta de Dios a mis oraciones y aunque no inmediatamente, supe que todo iba estar bien. Ya son casi cuatro años desde que inicié esta aventura y que como en todo, ha tenido sus altas y bajas, pero que al final de cuentas se ha hecho parte de mi vida y mi crecimiento espiritual.
2. ¡Muchas felicidades a todo el equipo que forma parte de Nuestra Voz! Gracias por todo ese gran trabajo que realizan y que hace posible construir mes a mes un gran periódico para la evangelización del pueblo hispano de Brooklyn. Espero que sigamos creciendo de manera personal y colectivamente y que continuemos muchos años más con esta gran misión la cual nos ha unido como familia. Bendiciones y mucho éxito.
Rafael Domingo (escritor)

Dice el verso “viento en popa a toda vela…” Así va nuestro periódico. Es un favor especial el poder entrar en los hogares católicos con el mensaje del Señor. Creo que cumplimos un poquito aquello de “Id y proclamad el Reino”.
