Una nueva ley estatal que permite a las parejas contratar mujeres para alquilar sus vientres tendrá todo tipo de ramificaciones negativas, según los líderes católicos y partidarios provida que se pronuncian en su contra.
El proceso comúnmente conocido como gestación subrogada comercial ya no está prohibido en el estado de Nueva York a partir del 15 de febrero, fecha en que entró en vigor la nueva ley.
El gobernador Andrew Cuomo firmó el proyecto llamado Ley de Seguridad de hijos y padres (Child-Parent Security Act), originalmente propuesta como parte del plan de acción de la Situación del Estado de 2020 del Gobernador y promulgada como parte del Presupuesto Estatal.
La práctica, que también se conoce como gestación subrogada, estuvo prohibida en Nueva York durante casi 30 años. A las mujeres se les puede pagar entre USD 25,000 y USD 50,000 por tener un hijo.
El proceso generalmente implica la implantación de un óvulo fertilizado en el útero de la madre sustituta. La ley original que prohíbe la gestación subrogada, o vientre de alquiler, fue firmada en 1992 por el gobernador Mario Cuomo, padre del actual gobernador.
La práctica también viola las enseñanzas de la Iglesia Católica. Mons. Michael Curran, profesor de Teología Moral en el Seminario y Colegio St. Joseph en Yonkers, dijo que la subrogación está mal porque los bebés que nacen de este proceso no son creados por la unión de un hombre y una mujer en un matrimonio íntimo.
“Con la subrogación, al niño se le niega la oportunidad de nacer fruto del amor de sus padres. El niño se convierte en un objeto. Es importante salvaguardar la dignidad de la familia”, dijo. Mons. Curran dijo que Donum Vitae (el regalo de la vida), un documento emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1987, hace un buen trabajo al explicar la posición de la iglesia sobre la gestación subrogada, la fertilización in vitro y otros temas. Y recomendó a los católicos que lo leyeran.
Donum Vitae está destinado a servir como una instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación.
“Según la Congregación para la Doctrina de la Fe, todo ser humano debe ser siempre recibido como un don y una bendición de Dios”, dijo la Madre María Amador, superiora de las hermanas Predicadoras de Cristo y María. “Para procrear una nueva vida, los esposos colaboran con el Creador entregándose en el amor y la fidelidad. Esta importante comunión de un hombre y una mujer no justifica ningún ‘derecho a los niños’”.
Hace 29 años, Kathleen Gallagher, directora de actividades provida para la Conferencia Católica del Estado de Nueva York, asistió a la ceremonia cuando Mario Cuomo firmó la prohibición de la ley, y hoy expresó su decepción por haberla revocado.
“La ley trata a esos niños como mercadería hecha a pedido en lugar de considerarlos un regalo invaluable del Dios que es amor. Denigra y explota a las mujeres, reduciéndolas a nada más que ‘hospedadoras’”, expresó.
Además, según Kathleen Gallagher, también explota a las mujeres. “Es una transacción desigual. No se trata de parejas de bajos ingresos que contratan mujeres ricas como sustitutas. Son los ricos los que contratan a mujeres pobres”, dijo.
Los intermediarios de bebés, que fomentan los contratos entre parejas y mujeres, se anuncian en comunidades de bajos ingresos y otros sitios donde se supone que las mujeres están desesperadas por ganar un poco más de dinero, explicó.
Christian Rada, director de Matrimonio, Formación Familiar y Educación para el Respeto a la Vida de la Diócesis de Brooklyn, dijo que la iglesia considera que la gestación subrogada es inmoral porque es una ruptura de la unidad familiar.
“Se trata de tomar el acto marital entre un hombre y una mujer, los dos principios de este, que son unitivos y procreadores, y separarlos”, dijo. “No debes separarlos porque entonces básicamente estás usando a una persona por los medios de otra”.
“El hecho de que podamos unir científicamente un espermatozoide junto con un óvulo en un tubo de ensayo en un laboratorio no significa que sea moralmente correcto”, agregó Rada.
Sin embargo, Cuomo y otros que apoyaron revertir la prohibición, dijeron que el vientre de alquiler les da a las parejas infértiles y a los miembros de la comunidad LGBTQ la oportunidad de ser padres.
“Por mucho tiempo, a los neoyorquinos LGBTQ+ y a los neoyorquinos infértiles se les negó la oportunidad de formar una familia debido a leyes arbitrarias y arcaicas, y no podría estar más orgulloso de la forma en que Nueva York se unió para decir que no seguiría tolerando eso”, declaró Cuomo.
El senador estatal Brad Hoylman, un demócrata que representa a Chelsea, patrocinó el proyecto de ley para revertir la prohibición. “Mi esposo y yo tuvimos a nuestras dos hijas a través de la subrogación, pero tuvimos que recorrer 3.000 millas para hacerlo porque nuestro estado de origen había prohibido la práctica”, dijo.
Según la oficina del gobernador, la nueva ley contiene varias protecciones para las madres biológicas, incluida una Declaración de derechos de la sustituta que exige el acceso a un seguro médico y a asesores legales, todo pagado por los futuros padres.
“También ofrecen asesoramiento psicológico”, dijo Kathleen Gallagher. “Si incluyen eso, significa que son conscientes de que en el futuro habrá problemas significativos”.
La Madre María también ve dilemas potenciales. “Parece ser que ahora la concepción natural será el resultado del comercio, la ley y el mercado”, dijo. “Sin embargo, el más vulnerable será el niño mismo, que no podrá alcanzar su propio desarrollo humano, social y psicológico”.