Crónicas del metro

Música tradicional china en la Gran Manzana

Yizhou Wu es un artista de origen chino de 66 años que se gana la vida interpretando el ‘erhu’, un instrumento de la música tradicional china cuyo extremo superior tiene dos clavijas para afinarlo y en la parte inferior es una pequeña caja de resonancia que puede ser octagonal, hexagonal o redonda y que en su cara frontal está cubierta con piel de pitón.

Valga decir que, años atrás y con el fin de regular el uso de la piel de pitón, autoridades en el sureste de Asia diseñaron un esquema de certificación para vendedores y fabricantes de instrumentos en China.

Por lo tanto, desde 2005 las nuevas leyes requieren que los erhus tengan un certificado que indiquen que en su fabricación no se usó piel de pitones salvajes sino de pitones criadas en granjas.

A Yizhou lo he visto en muchas ocasiones, pero la última de ellas fue en la estación de Jay Street Metro Tech en Brooklyn una tarde mientras esperaba por el siguiente tren R que me llevaría al Central Park. El sonido de aquel instrumento delgado y alargado era delicado pero muy potente.

El erhu, como muchos instrumentos que he visto interpretar en el metro, era novedoso para mí pero tiene más de cuatro mil años de historia y es uno de los más representativos de la música tradicional en China.

Mundialmente es conocido por muchos como el ‘violín chino’ pero ciertamente es muy diferente al violín que conocemos de este lado del globo.

En el metro de Nueva York existen algunos músicos, pocos a decir verdad, que interpretan el ‘erhu’ o también llamado ‘nanhu’, el cual resulta ser un instrumento muy versátil gracias a que es capaz de imitar por ejemplo, el sonido del canto de un pájaro o el relinchar de un caballo en su registro musical medio-alto, o de entonar melodías melancólicas en su registro medio y bajo.

Yizhou Wu es miembro de la agrupación Street Musical Club, que participa en el programa Music Under New York de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) y que permanentemente, en circunstancias normales, presenta a sus artistas en los espacios designados en las distintas estaciones del sistema de metro en la ciudad.

Para quienes recién incursionan en la interpretación del erhu, que típicamente mide alrededor de 32 pulgadas de largo al igual que su arco, uno de los mayores desafíos es la entonación, pues cada posición del arco y de los dedos sobre las cuerdas pueden cambiar radicalmente el tono.

Para interpretar este instrumento se debe tener la espalda recta y estar sentado, pues la caja de madera, que actúa como un amplificador natural donde la música resuena, reposa en las piernas de quien lo toca.

Este instrumento de cuerda es hecho de manera artesanal y con diferentes tipos de madera como sándalo, madera negra y madera roja añejada, entre otras.

Los erhus particularmente finos son realizados a partir de piezas de muebles viejos y su precio puede ser muy elevado. Cuando Yizhou Wu interpreta su erhu en el metro, ubica un pequeño amplificador junto a su silla, y frente de él, el forro de su instrumento musical donde recauda las donaciones de los viajeros que admiran su destreza y su esfuerzo por promover la riqueza de la ancestral musica china al mundo occidental.