LA PARROQUIA de Nuestra Señora del Refugio en Brooklyn, fue fundada en 1911 por monseñor Charles Edward McDonnell, entonces obispo de Brooklyn. Nombró al padre Robert O’Donovan como su primer párroco.
Tras varios intentos para obtener el permiso de construcción de la iglesia, finalmente en mayo de 1912 iniciaron los trabajos de la que sería la primera iglesia. Poco después, el 23 de junio, se colocó la primera piedra. Para septiembre la edificación estuvo lista y fue dedicada por monseñor McDonnell en abril de 1913.
En 1928 la creciente afluencia de feligreses hizo evidente la necesidad de contar con un recinto más grande. La comunidad parroquial inició una campaña para recaudar fondos. En 1929 el padre O’Donovan murió víctima de un accidente automovilístico y fue enterrado en Irlanda, su país natal.
En 1931 el padre Connolly fue nombrado párroco y retomó el proyecto para la renovación de la iglesia. Para 1933 iniciaban las obras en el terreno ubicado en la esquina de las avenidas Ocean y Foster, donde se erigió la actual iglesia cuya arquitectura de estilo gótico francés aún sigue siendo una de las más bellas de la zona.
La primera misa se celebró el 16 de junio de 1934 con una asistencia de más de mil feligreses. Al día siguiente monseñor Thomas E. Molloy, obispo de Brooklyn, hizo la dedicación del templo.
En 1938 el papa Pío XI nombró monseñor al padre Connolly, que sirvió a la comunidad de Nuestra Señora del Refugio por 35 años y cuyo legado será siempre recordado. En esta parroquia se ofrecen servicios pastorales en inglés, español, francés y creole para atender a los fieles de cerca de 35 nacionalidades.
Los servicios y programas comunitarios se ofrecen sin distinción de afiliación religiosa. Todos los que lo necesiten pueden, por ejemplo, acercarse semanalmente a la despensa de alimentos, participar del programa GED patrocinado por el departamento de Educación de Nueva York o recibir gratuitamente las clases de inglés (ESL) en la escuela parroquial.
El padre Michael Perry, párroco de Nuestra Señora del Refugio desde 1999, admira a su comunidad porque “son fuertes en su fe y fuertes en el amor”. Buena parte de su comunidad es hispana y de ellos la mayoría mexicana, seguida por los dominicanos, puertorriqueños, panameños y salvadoreños, entre otros.
Entre las celebraciones parroquiales más grandes se encuentran la fiesta de la Virgen de Guadalupe, Altagracia, Providencia y la Divina Misericordia.
El equipo pastoral, los líderes y los voluntarios jóvenes y adultos con que cuenta esta comunidad, hacen que el nombre de su parroquia se refleje en todo lo que hacen. Ellos forman una red de cooperación que busca servir de guía y refugio para todo aquel que lo necesite a través de sus programas comunitarios.
Entre las asociaciones activas en esta comunidad parroquial se encuentran la Legión de María, la Sagrada Familia, el Grupo de Oración para los haitianos, los Cursillistas, el del Sagrado Corazón, el Círculo de Oración y el Grupo Carismático.