ROMA (CNS) — La conferencia episcopal española expresó su preocupación de que se esté utilizando a los migrantes para ejercer presión política después de que una repentina afluencia de migrantes en los territorios españoles de Ceuta y Melilla aumentara las tensiones entre España y Marruecos.
En un comunicado emitido el 18 de mayo, Mons. José Cobo, obispo auxiliar de Madrid y jefe del departamento de migración de la conferencia, y el padre dominicano Xabier Gómez, director del departamento, advirtieron sobre la explotación de los migrantes tras una disputa diplomática entre ambos países.
“Apelando al valor supremo de la vida y la dignidad humana, recordemos que la desesperación y el empobrecimiento de muchas familias y menores no pueden y no deben ser utilizados por ningún estado para explotar las legítimas aspiraciones de estas personas con fines políticos”, se lee en el comunicado.
Las autoridades españolas fueron tomadas por sorpresa el 17 de mayo cuando se estima que unos 8.000 migrantes, incluidos más de 1.500 menores no acompañados, entraron en Ceuta, un enclave español fronterizo con Marruecos. Se estima que 86 migrantes ingresaron a Melilla, otro territorio español ubicado en la costa norafricana.
Según BBC News, el primer ministro español, Pedro Sánchez, desplegó fuerzas militares en los territorios para reforzar los controles fronterizos y deportar a los migrantes de regreso a Marruecos.
Las tensiones diplomáticas entre España y Marruecos comenzaron a mediados de abril cuando a Brahim Ghali, jefe del Frente Polisario, un grupo que busca la independencia del Sahara Occidental de Marruecos, se le permitió ingresar a España con documentos falsificados y recibir tratamiento por COVID-19.
Si bien España ha afirmado que Ghali fue admitido únicamente por motivos humanitarios, las autoridades marroquíes criticaron al gobierno de Sánchez por permitir que el líder rebelde ingresara al país sin notificar a las autoridades del país africano.
En una entrevista del 15 de mayo con el periódico español La Razón, el líder parlamentario marroquí Abdellatif Wahbi, dijo que la admisión de Ghali por parte de España “fue impactante para todos”.
Las autoridades marroquíes acusaron a Ghali de robar ayuda humanitaria a los refugiados que se refugian en la ciudad argelina de Tindouf, ubicada a lo largo de la frontera con Marruecos.
“Autorizar el ingreso de un separatista del Frente Polisario acusado de haber cometido graves violaciones de derechos humanos es, en nuestra opinión, injustificable”, dijo Wahbi. “Creo que el gobierno español era consciente de las consecuencias de su comportamiento, por eso no informó a su homólogo marroquí”.
Los medios españoles informaron que los guardias fronterizos en Marruecos “se quedaron de brazos cruzados y observaron” mientras los migrantes se dirigían al mar para intentar cruzar a Ceuta.