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Obispos votarán sobre implementación de ‘Vos Estis Lux Mundi’ para abordar el abuso

BALTIMORE (CNS)—. Los obispos de Estados Unidos votarán hoy 13 de junio para implementar el “motu proprio” Vos Estis Lux Mundi (Vosotros sois la luz del mundo) emitido en mayo por el Papa Francisco para proteger a los miembros de la Iglesia católica del abuso y exigir responsabilidad a sus líderes.

El “motu proprio” fue una de las medidas surgidas a partir de la cumbre del Vaticano en febrero sobre los abusos sexuales clericales y la protección de menores y personas vulnerables, que reunió a los presidentes de las conferencias episcopales del mundo.

Las directrices para implementar el nuevo instrumento jurídico en la iglesia de los EE.UU. se presentaron formalmente a los obispos el 11 de junio, día inaugural de la asamblea general de primavera en Baltimore, con una fecha de votación sobre el plan definitivo programada para el jueves 13 de junio, el último día de la reunión.

“Vos Estis Lux Mundi” estableció “procedimientos para reportar quejas de abuso sexual de menores o personas vulnerables por parte de clérigos o por miembros de institutos de vida consagrada o sociedades de vida apostólica”, dijo Mons. Robert P. Deeley, obispo de Portland, Maine, presidente del Comité de los Obispos sobre Asuntos Canónicos y Gobernanza de la Iglesia, en su presentación del plan propuesto.

“El ‘motu proprio’ también responsabiliza a los líderes de la iglesia por las acciones u omisiones relacionadas con el manejo de dichos informes”, puntualizó.

Mons. Deeley explicó que el plan de implementación consta de cinco elementos:

  • “Proporcionar un sistema nacional de denuncias administrado por una organización independiente mediante el cual los informes se pueden recibir y transmitir a (la) autoridad eclesiástica adecuada”.
  • “Subrayar el requisito de brindar atención pastoral a las personas que podrían haber sufrido daños”.
  • Fomentar la utilización de expertos probados elegidos entre los laicos”.
  • “Afirmar la responsabilidad de supervisión del área metropolitana a lo largo del proceso de investigación”. En el lenguaje eclesial, un metropolitano es el arzobispo de una provincia eclesiástica con varias diócesis encabezadas por obispos bajo su jurisdicción. En Estados Unidos existen 32 arzobispos metropolitanos.
  • “Reconocer la competencia de cada provincia eclesiástica para determinar un medio apropiado para asignar costos para la investigación de informes y la provisión de cuidado pastoral a víctimas y sobrevivientes”.

El obispo Deeley dijo que las directivas “no pretenden establecer una ley particular para los Estados Unidos”. Las disposiciones en “Vos Estis Lux Mundi” entraron en vigencia el 1 de junio y durarán tres años. El plan de implementación por el que se vote hoy jueves también tendría validez por tres años, sujeto a una revisión posterior por parte de los obispos.

El “motu proprio” decreta que las conferencias de obispos deben establecer un sistema “público, estable y de fácil acceso” para presentar informes de abuso. El plan de implementación propuesto instaría a las provincias a publicar información sobre este sistema en general “en forma impresa, en línea y otros medios de comunicación”.

Mons. Robert P. Deeley, obispo de Portland, Maine, fue el encargado de explicar los detalles del plan por el que votarán hoy los obispos. (CNS/ Bob Roller)

Cuando se reporta un abuso, según el plan propuesto, “se recomienda encarecidamente que arzobispo metropolitano asigne a un investigador” seleccionado dentro de un grupo previamente identificado para llevar a cabo la investigación. Dicha lista incluiría “personas expertas en campos relevantes, tales como aplicación de la ley, investigación criminal, derecho civil, derecho canónico, psicología y trabajo social”, agrega.

“El investigador designado puede hacer uso de otros expertos probados, que también son nombrados por el metropolitano, elegidos predominantemente entre los laicos, que son llamados en vista de la naturaleza del informe y la experiencia necesaria para examinarlo”.

El metropolitano debe informar al Vaticano cualquier “conflicto de intereses o falta de imparcialidad” que le haya sido señalado, incluido el de un investigador cuando sea el caso.

El obispo Gerald F. Kicanas, administrador apostólico de la Diócesis de Las Cruces, Nuevo México, durante su intervención en la asamblea general de primavera de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos en Baltimore el 11 de junio de 2019. (CNS/ Bob Roller)

El plan propuesto regula que: “Cada provincia debe determinar los medios apropiados por establecer un fondo de compensación, si así lo decide, o la manera en que asignará los costos para la investigación de los informes recibidos y para el cuidado pastoral de aquellos que podría haber sido dañado”.

“En apoyo de la presunción de inocencia del obispo”, dice, “se deben tomar todas las medidas adecuadas para proteger su reputación, asegurar el ejercicio de otros derechos que le otorga el derecho canónico y restaurar su buen nombre cuando ha sido ilegítimamente dañado”.

Una nota a pie de página en el plan propuesto decía que “en los casos en que la denuncia se refiera al arzobispo metropolitano, o la sede metropolitana esté vacante”, se esperara que el obispo de mayor rango en esa provincia eclesiástica cumpliera las directivas.

“Vos Estis Lux Mundi establece las medidas concretas para erradicar el delito de abuso sexual”, dijo Mons. Deeley a sus compañeros obispos el 11 de junio. Pero nada de lo que hagan los obispos de Estados Unidos, agregó, “puede derogar la ley universal” de la iglesia o restringir de otro modo la capacidad del Vaticano para actuar.

En respuesta a una pregunta publicada por Mons. Gerald F. Kicanas, obispo administrador de la Diócesis de Las Cruces, Nuevo México, Mons. Deeley explicó que un metropolitano no puede iniciar una investigación hasta que el Vaticano no se lo indique, ya que “La Santa Sede puede decidir que ese metropolitano no es el metropolitano (apropiado) para hacerlo, por la razón que sea”.

El cardenal Sean P. O’Malley, arzobispo de Boston, argumentó que “según nuestras normas, esperar un mes antes de poder iniciar una investigación está muy lejos de la práctica habitual (en Estados Unidos) y se podría considerar que está postergando una situación que podría poner en peligro a otros jóvenes”, y se preguntó en voz alta si los obispos de EE.UU. podrían instar al Vaticano a iniciar las investigaciones más rápidamente.