El pasado 6 de octubre en la iglesia San León Magno en Corona (Queens) se celebró la misa de instalación del padre Carlos Agudelo como el primer párroco hispano en los 116 años de historia de esta parroquia, cuya comunidad es hispana en un 90 por ciento.
Familiares y amigos del padre Agudelo lo acompañaron en este día histórico que la comunidad de San León celebró al darle la bienvenida a su duodécimo párroco.
El padre Carlos nació en Medellín (Colombia) y vino a los Estados Unidos en 2010 para cuidar de su madre quien atravesaba graves quebrantos de salud. Inicialmente firmó un acuerdo con la diócesis de Brooklyn para servir en la parroquia San León por tres años, mismo que fue renovado por otro período igual pero que antes de cumplirse surgió la iniciativa de iniciar el proceso de incardinación.
Finalmente, el padre Carlos Agudelo fue incardinado a la Diócesis de Brooklyn en 2016 y asignado administrador de la parroquia San Pablo Apóstol, también ubicada en Corona. En marzo de 2018 fue nombrado su párroco hasta el pasado 30 de junio cuando regresó a San León en calidad de párroco.
La misa de su instalación en San León fue presidida por monseñor Octavio Cisneros, Obispo Auxiliar de Brooklyn, quien estuvo acompañado por monseñor Alfonso Cabezas, obispo emérito de la Diócesis de Villavicencio, padre William Hoppe, párroco emérito de San León y nuevo párroco de Santa Juana de Arco; padre Gabriel Toro, párroco del Santísimo Sacramento y el padre Gioacchino Basile, párroco de la iglesia San Gabriel.
Así mismo en el grupo de clérigos que celebraron esta instalación estuvieron los padres Diego Villegas y José Díaz, vicarios parroquiales de San León, quienes acompañaron al padre Agudelo en el inicio de su ministerio en Queens años atrás. A ellos y al padre Hoppe les agradeció por su generosa bienvenida de aquel entonces y en este momento que regresa a esta comunidad parroquial.
Los diáconos Rodrigo Méndez de San León, Jorge Castillo de Santo Niño Jesús y Nickie Colón de San Mateo asistieron a los prelados durante el servicio religioso.
En su homilía Monseñor Cisneros destacó la lectura de San Pablo a Timoteo “que bien podrían ser las palabras de San Pablo a Carlos: Querido hermano, te recomiendo que avives el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos porque el Señor no nos ha dado el espíritu de temor sino de fortaleza, amor y moderación”.
El prelado continuó citando el Evangelio “No te avergüences, pues, de dar testimonio de nuestro Señor ni te avergüences de mí que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por las fuerzas de Dios conforma tu predicación a la sólida doctrina que recibiste de mi acerca de la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Guarda este tesoro con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros”.
Posteriormente Monseñor Cisneros dijo a los asistentes “las lecturas de hoy no fueron solo para el padre -Carlos Agudelo- sino para todos nosotros. Y yo los invito hoy a que reflexionen de su propia fe, de su fe en Dios que le da un poder que se transforma y se traduce en el servicio según el Plan de Dios”.
“Cada uno de nosotros tiene un ministerio y un servicio, los servicios se dan como gracia a todos y hoy se le da al padre el servicio ministerial de ser párroco […] todos tenemos una vocación sea en la vida consagrada, en el matrimonio, en la vida célibe”, añadió.
“Padre Carlos, como párroco de esta comunidad es su responsabilidad guiar a la gente a una relación más cercana con Dios y eso lo logrará enseñándoles la fe, perdonando sus pecados, escuchando sus palabras. Esto es lo que se le encomienda al padre, ustedes van a trabajar con él, van a compartir esta vida sacramental en la parroquia”, dijo Monseñor a los feligreses y servidores parroquiales presentes.
“Todos tenemos una vocación, un llamado a amar a Dios y al prójimo desde la vida consagrada, la vida célibe o cualquier estado en que nos encontremos. Dios está llamando muchachos y ¿a qué te está llamando? ¡Esa es la pregunta que tienen que hacerse! y respondan con generosidad y alegría”, dijo Monseñor Cisneros.
Luego de la homilía el padre William Hoppe, párroco emérito de San León, hizo la lectura pública del decreto canónico de nombramiento del padre Carlos Agudelo como nuevo párroco de San León, documento expedido por Monseñor Nicholas DiMarzio, Obispo de Brooklyn.
Concluida la Eucaristía, el equipo pastoral de San León y la comunidad parroquial acompañó a su nuevo párroco al auditorio para darle una sentida bienvenida en medio de un ambiente fraterno y festivo.
VOCES DE LA COMUNIDAD
Juan Manuel Roque, Ministerio Musical San León: “Para nosotros es un orgullo, primero por la candidez de nuestra fe y la forma en que la transmitimos llena de emociones y en ese contexto pues vamos a sentirnos en nuestras aguas porque vamos a tener la libertad de expresar ese calor de nuestra cultura. Él respeta y aprecia mucho las diferentes variables de la cultura latinoamericana”.
Yanet Cortes, feligrés mexicana y residente desde hace quince años: “Estoy muy contenta sobre todo porque he visto que es un buen sacerdote, yo lo conocí antes y ahora que regresa pues es una alegría. Hoy vino muchísima gente que comparte esta alegría, estoy sorprendida con tanta gente y eso demuestra que es un buen sacerdote y que la gente lo quiere mucho”.