Después de un periodo de reposo estivo, el Papa Francisco retomó las Audiencias Generales de los miércoles pero sin modificar la modalidad asumida desde que se inició la emergencia mundial en la que nos encontramos. En un momento ya complejo a nivel global, el Santo Padre tuvo que afrontar su primera catequesis después de la violenta explosión ocurrida en el Beirut, el Líbano, que causó cientos de muertos y miles de heridos.
Con profundidad evangélica el Santo Padre ha transformado su primera catequesis en una envío misionero de todos los cristianos a “Sanar el mundo que está herido”.
Mantener firme nuestra mirada en Jesús
La primera invitación del Papa Francisco es a sostener nuestra mirada en Jesús, mirarlo con fe, para poder abrazar la esperanza del Reino de “sanacion y salvacion que se manifiesta en la caridad.” Solo a través de un nuevo encuentro con el “Evangelio de la fe, la esperanza y la caridad podremos transformar las raíces de nuestras enfermedades físicas, espirituales y sociales.”
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Jesús pasó sanando a varias personas
En el Evangelio se ven diversas escenas en las que Jesús devuelve la salud a distintas personas, pero, afirma el Pontífice, en esas sanaciones, no hay solo una sanación del cuerpo, “sino de la persona integral“. Continua Francisco, “Jesús cura, pero no cura simplemente la parálisis, lo cura todo, perdona los pecados, renueva la vida del paralítico y sus amigos. Da a luz de nuevo, digamos que sí. Una curación física y espiritual, todos juntos, el resultado de un encuentro personal y social. Imaginemos cómo esta amistad y la fe de todos los presentes en esa casa crecieron gracias al gesto de Jesús: ¡el encuentro sanador con Jesús!.”
La Iglesia administradora de la Gracia curativa de Cristo
El Papa ha señalado que es la Iglesia la que administra la Gracias curativa de Cristo a través de los sacramentos, pero sin olvidarse de colaborar en la atención de la salud física de los hombres, por ejemplo proporcionando servicios de salud en los rincones más remotos del planeta o desarrollando a lo largo de los siglos, y a la luz del Evangelio, principios sociales fundamentales que pueden ayudarnos a avanzar, a preparar el futuro que necesitamos.
Una especial intención de oración por el Líbano
Al final de la Audiencia General, el Papa Francisco recordó especialmente a los hermanos del Líbano:
“Ayer en Beirut, en el área del puerto, explosiones masivas causaron docenas de muertes y miles de heridos, y muchas destrucciones graves. Oramos por las víctimas y sus familias; y recemos por el Líbano para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos, pueda enfrentar este momento trágico y doloroso y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que está atravesando.”