Ahora que se acaba el verano, Theresa Andersen y Linda Freebes, las directoras de las escuelas primarias St. Rose of Lima Academy en Rockaway Beach y St. Joachim & St. Anne School en Queens Village, ofrecen algunos consejos para que los padres puedan ayudar a sus hijos a tener un buen año escolar.

“Rece con ellos y anímelos diciéndoles que esta es una nueva aventura para ellos y las cosas que van a aprender les van a ser útiles en el futuro”, dijo Freebes. La educadora agregó que los padres, especialmente las familias emigrantes, no tienen por qué tener miedo del sistema  educativo y las transiciones.

“A veces la ansiedad por la separación es alta en los hispanos, aún más que los haitianos (que también son parte de su escuela). Por eso debemos apoyarlos… Una forma de hacerlo es preguntarles qué aprendieron cada día. Esto convertirá el proceso en una gran experiencia para los padres e hijos”.

Durante la transición del verano al colegio, los papás deben marcar ciertos límites y acostumbrar a sus hijos a dormir temprano, monitoreando el uso de los aparatos electrónicos y encomendarles (si tienen la edad apropiada) que preparen el maletín escolar y la ropa la noche anterior.

“Tenemos muchos padres que tienen miedo de poner límites, pero los niños terminan entendiendo y van a respetarlos cuando crezcan”, dijo Andersen, quien agregó que los padres pueden ayudar a los hijos a entender que ellos trabajan muy duro para darles un mejor futuro y ellos pueden ayudar al alistándose para ir a la escuela.

“Los padres también deben saber que el personal de la escuela sabe de sus sacrificios y que estamos aquí para ayudarles con cualquier pregunta pertinente al bienestar de su hijo”, agregó.

Buenos estudiantes

Un modo de desarrollar buenos hábitos de estudio es el de designar una hora para estudiar y leer. Los papás deben designar un espacio en la casa dedicado al estudio, dijo Freebes. Esto los ayudará a ver que el aprendizaje es importante. Hay que reforzar los parámetros repitiéndoles cuáles son las expectativas de los padres. Se podría incluso hacer un letrero con las “reglas de estudio”.

Aunque es necesario limitar el uso de equipos tecnológicos sin supervisión, éstos se pueden usar para participar en juegos educativos con el fin de practicar matemáticas y otras materias, dijo Andersen. Para cultivar relaciones positivas con compañeros y maestros, los estudiantes pueden practicar con los padres asumiendo roles para reforzar las maneras de actuar en la escuela (siendo respetuosos, educados y amables).

Además de motivarlos a tener amistades beneficiosas, también hay que explicarle a los hijos que

deben avisarle a un adulto cuando vean situaciones incómodas, como la intimidación y el abuso. “En nuestras escuelas nos respetamos mutuamente porque sabemos que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios y no se debe ser malo o cruel. Pero también enseñamos que cuando vean a alguien intimidando a otros hay que denunciarlo”, dijo Andersen.

Lo principal es escuchar a sus hijos y hablar con la escuela confiando en que los administradores harán lo correcto. “Podemos solucionarlo si sabemos qué sucede”, dijo. “No ignoren la situación, levanten el teléfono y dígannos cómo podemos ayudarlos, no sólo a ustedes y a sus niños sino también al niño que está haciendo las cosas malas para que lo hagamos seguir el camino correcto”.

Finalmente, Andersen aconseja que las familias se mantengan firmes en la fe. Admitiendo que a veces es difícil debido a múltiples trabajos, es importante orar antes de los alimentos, asistir a la Misa y “enraizar la idea de que Dios siempre está con ellos y tiene que ser el centro de nuestras vidas”.

Freebes recalcó la importancia de orar en familia cada día por cinco minutos. “Encuentre un momento que sea cómodo para usted. No tiene que ser a la misma hora todos los días pero sí a cierta hora cada día”, dijo Freebes. “Esto los motiva a continuar orando toda su vida. Y todo el mundo tiene cinco minutos… Debemos decirles a los hijos que son hijos de Dios y esto los hace importantes”.

Es bueno decirles cada mañana: “Sé que vas a tener un buen día porque eres hijo de Dios y Él te ama”, dijo Freebes. “Aunque estén enojados porque los hijos se portaron mal, no dejen de decir estas palabras de aliento. Esto es lo que los harán exitosos. No hay nada mejor para ellos que saber que Dios y sus padres los aman”.

Consejos prácticos*

• Converse con su hijo sobre los aspectos positivos de un nuevo año escolar. Hable de los temores que pudiera tener (sin recordarle los errores del año anterior para no generarle ansiedad al niño). Refresque sus recuerdos positivos de años anteriores.

• Establezcan propósitos como padres y ellos como hijos para el nuevo año.

• Durante la infancia escolar los niños necesitan la supervisión de un adulto responsable. Si no dispone de supervisión alterna, los padres deben esforzarse por supervisar a sus hijos a distancia.

• Asegúrese de que su hijo tenga un lugar tranquilo, bien iluminado y sin distracciones para hacer las tareas.

• Reserve un periodo prolongado para hacer las tareas (con el televisor apagado y supervisando el uso del internet).

• Esté disponible para responder preguntas, pero nunca haga la tarea a su hijo.

• Si su hijo tiene problemas en una materia en particular, un tutor podría ser la solución. Hable con la maestra.

*Fuente: American Academy of Pediatrics