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Reina de los Ángeles usa códigos QR para difundir el Evangelio

¿Sin misales? ¡No importa!

La pandemia de COVID-19 ha sido responsable de noticias en su mayoría tristes en toda la Diócesis de Brooklyn, que ha experimentado muertes y enfermedades entre el clero y los fieles.

Pero también está incentivando la creatividad, como demuestra esta iniciativa de la parroquia Reina de los Ángeles.

La iglesia de Sunnyside ha encontrado cómo compensar la ausencia de boletines impresos y misales en los bancos debido a las precauciones de seguridad adoptadas por la Diócesis para prevenir la propagación del coronavirus.

Los misales, en particular, podrían convertirse en propagadores de gérmenes porque son manejados por numerosos feligreses los domingos cuando la gente viene a la iglesia en diferentes momentos para asistir a misa.

Al rescate acudió Juan Rodríguez, asociado pastoral de Reina de los Ángeles. Rodríguez ha desarrollado un sistema de códigos QR que permite a los feligreses obtener información del boletín, leer el Evangelio, seguir las lecturas de la misa en voz alta y aprender sobre nuevos programas, usando sus teléfonos inteligentes para escanear.

Uno de los QR permite hacer donaciones a la iglesia. “La gente no tiene que tocar nada en la iglesia. Sus gérmenes se reservan para ellos mismos”, dijo Rodríguez a Nuestra Voz.

Los códigos QR (Quick Response) son códigos de barras bidimensionales que se pueden escanear con un teléfono inteligente, dándole al usuario acceso a un mundo de información.

Los códigos son omnipresentes y se utilizan de diversas formas. Los dueños de las tiendas los usan en publicidad para promover sus ventas y la MTA tiene códigos en las paradas para decirles a los pasajeros cuánto tiempo tienen que esperar por un autobús.

La belleza de los códigos QR, según los expertos, es que pueden proporcionar enlaces a cantidades ilimitadas de contenido, incluida la URL, textos y archivos PDF de un sitio web.

El contenido se puede actualizar y editar sin tener que cambiar el código ni volver a imprimirlos o reemplazarlos.

Se han colocado códigos QR en las bancas de la iglesia y Rodríguez está ahora en el proceso de educar a los feligreses sobre su uso. “Tan pronto como se lo mostré a la gente, se sorprendieron.

Creo que los niños de la Generación Z inspirarán a sus padres a usarlo”, dijo. Reina de los Ángeles tiene una población latina considerable, por lo que los códigos contienen enlaces en inglés y español.

Rodríguez dijo que el sistema podría conducir a una mayor participación en la vida de la iglesia al poner información sobre los acontecimientos de la parroquia al alcance de los feligreses. Rodríguez, quien trabaja en programas de formación en la fe y pastoral juvenil, le da crédito por la idea a su hija de 12 años, Liliana María Rodríguez.

“Me vio trabajando en la web de la parroquia y creo que se le ocurrió la idea”, dijo. “Solo le dije, ‘¿por qué no pones un código QR?’”, le contó Liliana a Nuestra Voz.

Ella sugirió que su papá “lo pusiera en algún lugar donde la gente pueda verlo”. Liliana, una estudiante de séptimo grado en la Academia Católica San Sebastián, Woodside, se divirtió con su reacción: “Estaba muy sorprendido. Nunca pensó que diría eso”.

“Fue un shock para mí”, admitió Rodríguez, pero Liliana plantó una semilla. “Lo estamos probando. Estamos haciendo correr la voz a los feligreses”.

Para Rodríguez, esta es una prueba de que existen vastas posibilidades de usar la tecnología en la Iglesia.