VIUDA A LOS 29 AÑOS, con cinco hijos, criada en la Iglesia Episcopal y convertida a la Iglesia Católica a los 31 años, esta mujer supo escuchar la voz de Dios y llegar a ser la primera santa de los Estados Unidos. De su puño y letra sabemos la razón de su conversión:
¡Cuán feliz sería yo, si nosotros creyéramos lo que estas queridas almas creen: que ellos poseen a Dios en el Sacramento, y que él permanece en sus iglesias y les es llevado a ellos cuando están enfermos! ¡Cuán feliz sería yo si pudiera encontrar al Señor en la iglesia como ellos lo hacen, cuántas cosas le diría de las penas de mi corazón y de los pecados de mi vida.
Elizabeth Ann Bayley Seton nació el 28 de agosto de 1774 en la parte baja de Manhattan, en una familia episcopal. Su padre fue el Dr. Richard Bayley, de ascendencia inglesa, y su madre, Catalina Charlton, quien murió cuando ella tenía apenas tres años. A los diecinueve años se casó con Guillermo Magee Seton, un acaudalado hombre de negocios.
Cuando él se enfermó, buscando un lugar más propicio para su salud, decidieron irse a Livorno, Italia. Aquí, Elizabeth empezó a tener contacto con la Iglesia Católica a través de la familia Filicchi, amigos de ella y de su esposo. Le impactaron las iglesias, catedrales y santuarios que visitó y los libros católicos que leyó.
Su esposo murió en Italia y Elizabeth regresó con sus cinco hijos a la ciudad de Nueva York. Un domingo, luego de asistir a un servicio religioso en la capilla anglicana de San Pablo, en Broadway, le escribió a Amabilia Filicchi: “Me senté en una banca al costado, de manera que quedé mirando hacia el edificio de la iglesia católica en la calle adyacente y por veinte veces me sorprendí hablándole al Santísimo Sacramento ahí, en vez de orar hacia el altar vacío de la iglesia en la que estaba”.
Fue recibida en la Iglesia Católica en el año 1805. Sus amigos y parientes criticaron su decisión y algunos padres de familia retiraron sus hijos del internado que ella había puesto para ayudar a mantener su familia. Se mudó de Nueva York a Baltimore, Maryland. Con otras mujeres formó un grupo llamado las Hermanas de la Caridad, empezando así lo que sería luego una orden religiosa. Más tarde se mudaron a Emmitsburg, Maryland, donde fundó la primera escuela católica parroquial. En este lugar hay hoy un santuario y basílica consagrado a su nombre.
Murió de tuberculosis, a los 46 años de edad, el 4 de enero, fecha en que se celebra su fiesta. Se la considera patrona de las escuelas católicas y de las viudas. Su imagen en bronce figura en las puertas de la Catedral de San Patricio, Nueva York.
En el momento de su canonización en 1975, por el papa Pablo VI, el Cardenal Terence Cooke dijo: “En la madre Elizabeth Ann Seton tenemos a una mujer de fe, para un tiempo de duda e incertidumbre, una mujer de amor para una época de frialdad y división, una mujer de esperanza para una era de crisis y desaliento. Demos gracias a Dios por esta santa hija de Nueva York, por esta mujer valiente de la Iglesia de Dios”.