CIUDAD DEL VATICANO (CNS)—. Después de reuniones privadas con el papa, tres personas que fueron abusadas sexualmente por sacerdotes en Chile dijeron que sentían que se les escuchó y que tienen esperanzas de que hayan cambios en la manera en que la Iglesia Católica maneja acusaciones de abuso.
“Más de dos horas y media duró mi reunión de hoy con el papa. Estoy conmovido. Me escuchó con gran respeto, cariño y cercanía, como un padre. Profundizamos en muchos temas. Hoy tengo más esperanza en el futuro de nuestra iglesia. A pesar de que la tarea es enorme”, tuiteó Juan Carlos Cruz el 29 de abril después de reunirse con el papa.
Más de dos horas y media duró mi reunión de hoy con el Papa. Estoy conmovido. Me escuchó con gran respeto, cariño y cercanía, como un padre. Profundizamos en muchos temas. Hoy tengo más esperanza en el futuro de nuestra Iglesia. A pesar de que la tarea es enorme.
— Juan Carlos Cruz Ch. (@jccruzchellew) April 29, 2018
El papa Francisco había invitado a Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo a alojarse en la Casa Santa Marta, la residencia vaticana donde vive el papa, y a reunirse con él individualmente del 27 al 29 de abril. Los tres habían de reunirse con el papa otra vez en grupo el 30 de abril.Aunque los tres sobrevivientes tuitearon después de sus reuniones privadas, Greg Burke, director de la oficina de prensa del Vaticano, dijo que el papa Francisco “expresamente deseaba” que ningún comunicado oficial fuera emitido por el Vaticano respecto a las discusiones con ellos.
“Su prioridad es escuchar a las víctimas, pedir su perdón y respetar la confidencialidad de estas conversaciones”, dijo Burke en un comunicado del 27 de abril. “En este clima de confianza y reparación del sufrimiento, la voluntad del papa Francisco es hacer que los invitados hablen todo el tiempo necesario, por lo que no hay un horario predeterminado”.
En un tuit enviado después de su reunión del 27 de abril, Murillo dijo que habló con el papa por dos horas y que “de manera muy respetuosa y franca le expresé la importancia de entender el abuso como un abuso de poder. De la necesidad de asumir la responsabilidad, el cuidado y no solo el perdón”.
Hoy conversé 2 horas con el Papa. De manera muy respetuosa y franca le expresé la importancia de entender el abuso como un abuso de poder. De la necesidad de asumir la responsabilidad, el cuidado y no solo el perdón. También del postergado rol de la mujer y las comunidades
— José Andrés Murillo (@JosAndrsMurillo) April 27, 2018
Hamilton tuiteó dos veces el 28 de abril después de su reunión con el papa diciendo que su reunión duró “algo más de dos horas” y que fue “sincera, acogedora y enormemente constructiva”.
Terminada reunión con el Santo Padre , algo más de dos horas , sincera , acogedora y enormemente constructiva
— James Hamilton (@YverYactuar) April 28, 2018
Estoy “muy contento y satisfecho”, él dijo.
Los sobrevivientes chilenos han alegado que el obispo Juan Barros de Osorno — entonces sacerdote — había sido testigo de su abuso cometido por el padre Fernando Karadima. En 2011 padre Karadima fue sentenciado por el Vaticano a una vida de oración y penitencia después de haber sido encontrado culpable de abusar sexualmente de niños.
Aunque al principio el papa defendió su nombramiento del obispo Barros como director de la Diócesis de Osorno en 2015, el pontífice se disculpó después de recibir un informe de 2,300 páginas de parte de un investigador que envió a Chile para escuchar a personas que tuvieran información sobre el obispo.
El investigador, el arzobispo Scicluna de Malta, es presidente de un cuerpo dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe que se encarga de las apelaciones presentadas por clérigos acusados de abuso u otros delitos graves. El arzobispo también tuvo 10 años de experiencia como procurador principal en la congregación doctrinal del Vaticano en casos de abuso sexual por sacerdotes.
Después de “lectura pausada” de los testimonios “creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan de un modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza”, le dijo el papa a los obispos de Chile en una carta del 11 de abril.
El papa también dijo que estaba convocando a los obispos chilenos a una reunión en Roma para discutir las investigaciones y sus propias conclusiones “sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el único objetivo de hacer que la verdad brille en nuestras vidas”.
Los tres sobrevivientes, que se han expresado abiertamente acerca del manejo de la iglesia de los casos de abuso, acogieron la carta del papa Francisco y aceptaron su invitación de reunirse, de modo que él pudiera pedir “el perdón de todos aquellos que he ofendido”.