ROMA—. El 20 de julio el cardenal Robert Sarah celebró su 50° aniversario sacerdotal donde reafirmó su fidelidad y deseo de seguir sirviendo a la Iglesia. “Estoy tranquilo porque soy fidelísimo al Papa. No pueden citar una palabra, una frase, un gesto con el que yo me oponga al Papa. Es ridículo. Yo estoy al servicio de la Iglesia, del Santo Padre, de Dios. No debemos caer en esta trampa. Debemos seguir enseñando. No me importa lo que digan”. Aseguró el prelado.
Refiriéndose a la celebración de su aniversario, recordó los inicios de su llamado, cuando vio a unos misioneros que, en su aldea natal, aún sin electricidad, se levantaban a rezar antes que salga el sol. Fue en ese contexto donde uno de ellos le pregunto al pequeño Robert ‘¿Quieres ir al seminario?’, a lo que el niño respondió que sí, movido en ese momento por la sola curiosidad de conocer a aquella Persona que los misioneros veían en el silencio y la oscuridad de la capilla todas las mañanas.
En aquel momento ni siquiera se podría imaginar que la Providencia lo llevaría a ocupar el oficio de Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, y actualmente, aunque han pasado ya los años, mantiene vivo el recuerdo de aquellos misioneros y al celebrar un nuevo aniversario de su ordenación sacerdotal, el Cardenal Sarah asegura que sigue tomando como modelo la generosidad de esos hombres que llegaron hasta su tierra para ayudar a los africanos y comunicarles la fe.
El Purpurado trabaja en el Vaticano desde el año 2001. Ha colaborado con Juan Pablo II, con Benedicto XVI y con Francisco. Por eso lamenta que lo presenten como un opositor al Papa.
Robert Sarah acaba de publicar su tercer libro en el que aborda las consecuencias de la crisis de la fe, pero aún está solo en francés. Se titula “Se acerca la tarde y el día casi ha terminado”, y está dedicado a todos los sacerdotes del mundo, a Benedicto XVI y al Papa Francisco.