Vaticano lanza Plataforma de Acción Laudato Si’

ROMA — Al llegar a su fin el año especial del Vaticano dedicado a la eco-encíclica papal Laudato Si’, han lanzado un plan de acción de siete años diseñado para alentar a los actores estratégicos a comprometerse a lograr la sostenibilidad total con la defensa ambiental del Papa Francisco como guía.

En un mensaje de video del 25 de mayo, el Papa Francisco llamó al plan de acción, llamado Plataforma de Acción Laudato Si’, un viaje “que verá a nuestras comunidades comprometidas de diferentes maneras para volverse totalmente sostenibles, en el espíritu de la ecología integral”.

“Desde hace tiempo, esta casa que nos aloja sufre por las heridas que provocamos a causa de una actitud depredadora, que hace que nos sintamos dueños del planeta y de sus recursos y nos autoriza a un uso irresponsable de los bienes que Dios nos ha dado”, dijo el Papa, argumentando que esta actitud ha provocado una “crisis ecológica sin precedentes”.

La pandemia de coronavirus, dijo, no solo ha puesto de relieve el daño hecho al planeta, sino que también ha impactado desproporcionadamente a los pobres, “evidenciando que todo está interconectado y es interdependiente y que nuestra salud no está separada de la salud del ambiente en el que vivimos”.

“Necesitamos un nuevo enfoque ecológico”, dijo, y llamó a una ecología humana integral “que involucra no sólo las cuestiones ambientales sino al hombre en su totalidad” y que sea “capaz de escuchar el clamor de los pobres y de ser levadura para una nueva sociedad”.

El Papa Francisco dijo que la humanidad tiene el deber para con las generaciones futuras de superar el egoísmo, la indiferencia y los hábitos “irresponsables”, pidiendo a los fieles que respeten la creación e inauguren “un estilo de vida y una sociedad por fin ecosostenibles”.

“Tenemos la oportunidad de preparar un mañana mejor para todos”, dijo, y pidió que los católicos de todo el mundo se involucren en el plan de acción en siete niveles diferentes: la familia; las parroquias y diócesis; las escuelas y universidades; los hospitales; los negocios y granjas; las organizaciones, grupos y movimientos; y los institutos religiosos.

El cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio del Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, habla en una conferencia de prensa para develar una nueva plataforma de acción basada en la encíclica del Papa Francisco de 2015, Laudato Si ‘, en el Vaticano el 25 de mayo de 2021. También se muestra en la foto a la Hna. Sheila Kinsey, co-secretaria de la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de la Unión Internacional de Superioras Generales. (CNS / Paul Haring)

También esbozó siete objetivos diferentes para el plan de acción basado en Laudato Si’, que dijo que eran “la respuesta al clamor de la Tierra, la respuesta al clamor de los pobres, la economía ecológica, la adopción de un estilo de vida sencillo, la educación ecológica, la espiritualidad ecológica y el compromiso comunitario”.

Al instar a las personas activas en todos los sectores de la sociedad a “trabajar juntos”, el Papa insistió en que “solo así podremos crear el futuro que queremos: un mundo más inclusivo, fraternal, pacífico y sostenible”.

El padre Joshtrom Isaac Kureethadam, coordinador de la oficina de “Ecología y Creación” del Departamento de Desarrollo Humano Integral del Vaticano, describió las diferentes etapas del proceso de implementación, que dijo será un “proceso sinodal”.

El padre Joshtrom Isaac Kureethadam, del Dicasterio Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, habla en una conferencia de prensa para revelar una nueva plataforma de acción basada en la encíclica del Papa Francisco de 2015, Laudato Si ‘, en el Vaticano el 25 de mayo de 2021. El dicasterio ayudó a cerrar el año especial dedicado a Laudato Si ‘al desvelar iniciativas para promover el mensaje y acciones concretas que pide la encíclica. (CNS/ Paul Haring)

El padre Kureethadam dijo que la razón de un plan de 7 años se basa en el significado bíblico del número siete.

Explicó que el primer año estará dedicado a la planificación mediante la construcción de comunidades, el intercambio de recursos y la elaboración de planes de acción locales, y que los próximos cinco años estarán dedicados a acciones concretas, mientras que el último año será un año “sabático” dedicado a “alabar y agradecer a Dios”.

Este proceso solo se puede lograr a través de la asociación en el espíritu del “camino sinodal al que el Papa Francisco está invitando a toda la humanidad”, dijo Kureethadam, añadiendo que los próximos siete años “serán un viaje sinodal, trabajando juntos”.

En su videomensaje, el papa Francisco dijo que “hay esperanza” para el medio ambiente a pesar del daño que se está haciendo.

“Todos podemos colaborar, cada uno con su propia cultura y experiencia, cada uno con sus propias iniciativas y capacidades, para que nuestra madre Tierra recupere su belleza original y la creación vuelva a resplandecer según el proyecto de Dios”, dijo.

Cuando se le preguntó si el papa Francisco planea asistir a la cumbre sobre el clima COP26 de las Naciones Unidas, programada para realizarse en Glasgow en noviembre, el cardenal ghanés Peter Turkson, jefe de la oficina del Vaticano para el Desarrollo Humano Integral, dijo: “Es lo que esperamos y mantenemos los dedos cruzados”.

La invitación ha sido enviada, dijo Mons. Turkson, y señaló que el Patriarca Ecuménico Bartolomé I de Constantinopla, que es un buen amigo del Papa Francisco y comparte sus preocupaciones ecológicas, también planea asistir.

Por el momento, el plan es “sincronizar las fechas y estar juntos” con el patriarca Bartolomé, dijo el cardenal Turkson, pero advirtió que nada está escrito en piedra y que los planes aún podrían cambiar.

Vaticano implementará “espectacular” plan de acción Laudato Si’

ROMA — El papa Francisco dio inicio a su propia semana Laudato Si’ el domingo 15 de mayo, cerrando un año entero dedicado a la encíclica del 2015 sobre el medio ambiente, la primera dedicada íntegramente a ese tema, y su dramática llamada a escuchar “el grito de la Tierra y el grito de los pobres”.

Aunque el documento tuvo una gran reacción global, es poco probable que alguien esté más entusiasmado con las perspectivas para esta semana que el compatriota argentino del pontífice, el padre Augusto Zampini.

“La parte más importante de la Semana Laudato Si’ es que cierra el año del quinto aniversario, con eventos que no pudimos hacer debido a la pandemia”, dijo. “Se nos ocurrió la idea del año Laudato Si’ con la ayuda del Papa. Nos dijo, ‘Aprovéchalo’, y haz todo el año de Laudato Si’, que termina con esta semana que creo que vamos a repetir todos los años’”.

El padre Zampini es secretario adjunto en el Dicasterio del Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y el funcionario responsable de esta celebración de esta semana, que se extiende del 16 al 25 de mayo, y cerrará con lo que Zampini definió como “lo más importante”: el anuncio de un plan de acción de siete años inspirado en la encíclica en el que incluso está involucrado el presidente de la cumbre del clima COP21 de Naciones Unidas, que se celebrará a finales de este año en Glasgow, Escocia.

“Lanzaremos el ‘plan de acción Laudato Si’, que son siete años jubilares de acción concreta”, reveló el padre Zampini. La esperanza, dijo, es que se cree “un movimiento masivo de familias, parroquias, escuelas y universidades, centros de salud y hospitales, empresas y gobiernos. La idea es que todos se comprometan con las siete resoluciones de Laudato Si’, que son fáciles. Y con cada paso, obtienes un crédito, un premio Laudato Si’”.

Se prevé que el plan de acción se ejecute en paralelo a los últimos siete años de la década de acción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que, entre otras cosas, apuntan a acabar con el hambre en el mundo para el 2030. Sin embargo, los siete objetivos se “basan en tres aspectos mucho más simples que los 17 objetivos mundiales interconectados de las Naciones Unidas, diseñados para lograr un futuro mejor y más sostenible.

Sin revelar los siete objetivos en su totalidad —puesto que el lanzamiento formal se llevará a cabo el 25 de mayo—, el padre Zampini dijo que están “fundamentados ​​en tres cosas: uso de energía, desperdicio y agua. La idea es que el plan se lleve a cabo en comunidad. Sigues ciertos pasos, pero los sigues con tu familia, en tu escuela, en tu parroquia, así fomentas el cambio entre los que te rodean, incluso modificando la forma de vacacionar”.

“La idea es convertirlo en algo masivo y nuestro plan es presentarlo a la COP 21 en Glasgow”, dijo el sacerdote. “Tenemos millones de personas en todo el mundo que se han comprometido a cambiar su vida, a cambiar su negocio, su universidad. De la forma en que lo vemos, incluso antes de anunciar completamente el plan de acción, sabemos que no hay vuelta atrás”.

El padre Zampini, que como miembro de liderazgo del Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano está acostumbrado a hablar tanto con líderes mundiales en el Foro Económico Mundial de Davos como con movimientos de base , reconoció que el plan que está siendo presentado por la Iglesia Católica es “extremadamente ambicioso”, aunque destacando que el proyecto ya cuenta con más de 100 socios, cada uno de los cuales aporta su propia red global, quienes están comprometidos a realizar pequeños cambios en la forma de comportarse y hacer negocios, que con el tiempo remodelarán el mundo.

El padre Zampini, quien antes de trabajar en el Vaticano obtuvo una maestría en desarrollo internacional de la Universidad de Bath, un doctorado en teología de la Universidad Roehampton de Londres y un postdoctorado en Cambridge, ha sido miembro de la comisión COVID-19 del Papa Francisco desde que esta fue instituida el año pasado.

“Pensamos que sería un proyecto de un año, porque en ese entonces asumimos que el COVID no duraría más de un año”, dijo por teléfono. “Desde el principio nuestra idea fue cerrar el año de la comisión Laudato Si’ con el lanzamiento del plan de acción. Evidentemente, el COVID todavía nos sigue afectando, pero estamos lanzando el plan de todos modos, con la esperanza de que también podamos implementar todas las cosas que hemos aprendido de la pandemia”.

La comisión ya ha sido presentada a Alok Sharma, quien encabezará la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas en Glasgow del 1 al 12 de noviembre, o COP21. Según el padre Zampini, estaba muy interesado en el proyecto y pidió tener una copia del material que dará a conocer el Vaticano al presentarlo.

“Es muy importante poder decirle al mundo que estamos lanzando acciones ambiciosas que responden al pedido del papa Francisco de soñar en grande”, dijo. “Nos dijo que nuestro papel era cambiar la economía actual y cambiar las estructuras. No quería pequeñas cosas. Entonces, optamos por lo espectacular “.

Como parte del plan de acción, el dicasterio presentará la Plataforma de Acción Laudato Si’ el 25 de mayo, antes de su lanzamiento completo el 4 de octubre. La plataforma está destinada a ayudar a aquellos que quieran aumentar su compromiso de dar vida a Laudato Si’ prometiendo un conjunto de acciones durante un período de siete años.

John Kerry se reúne con el papa Francisco

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — John Kerry, enviado especial para el clima del presidente estadounidense Joe Biden, se reunió en audiencia privada con el papa Francisco el 15 de mayo, el día después de dar un discurso de apertura en una reunión a puerta cerrada de la Pontificia Academia de Ciencias y la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.

Debido a que Kerry no es un jefe de estado, el Vaticano no emitió ninguna declaración sobre la reunión, aunque Vatican Media publicó fotos y un videoclip del encuentro en la biblioteca papal.

El video muestra a Kerry obsequiándole al papa Francisco su autobiografía Every Day Is Extra, y la novela ambiental ganadora del Pulitzer The Overstory de Richard Powers. Por su parte, el papa Francisco le entregó a Kerry una copia firmada de su mensaje para el Día Mundial de la Paz, una colección de sus encíclicas, incluida Laudato Si’ sobre ecología, y una escultura de una vid.

En una entrevista posterior con Christopher Wells para Vatican News, Kerry dijo que creía que el Papa Francisco tenía la intención de participar en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, comúnmente conocida como COP16, en Glasgow, Escocia, en noviembre.

De hecho, en uno de los videoclips parciales publicados por el Vaticano, se puede escuchar a Kerry diciendo a su personal: “El primer día estará allí con los jefes de estado”. Alguien respondió: “Eso es genial. Hemos estado escuchando eso, así que es bueno tener confirmación”. Kerry dijo entonces: “Será asombroso. Les digo que tendrá un impacto profundo”.

En la entrevista de Vatican News, Kerry dijo que la autoridad moral del papa Francisco y la enseñanza sobre la necesidad de abordar tanto el cambio climático como la pobreza pueden hacer que más personas se comprometan en la protección del medio ambiente.

La gente necesita saber, dijo, que es posible provocar una diferencia positiva y que el cambio climático puede ralentizarse mientras se crean millones de nuevos puestos de trabajo.

La “nota conceptual” del encuentro de las academias pontificias, “Soñando con un mejor reinicio”, describió “la crisis actual y el estado de confusión global” como resultado del “globalismo del egoísmo, la exclusión y la cultura del descarte. Desigualdad y hambre están aumentando, planteando importantes desafíos éticos, económicos y políticos a los que deben reaccionar tanto los responsables políticos como la sociedad civil”.

El papa Francisco intercambia obsequios con John Kerry, enviado presidencial especial de EE.UU. para el clima, en el Vaticano el 15 de mayo de 2021. (CNS/ Vatican Media)

“Se requieren grandes cambios en la política internacional y la arquitectura financiera para abordar la desigualdad”, dijo, y se deben desarrollar planes integrales para combatir el cambio climático y transformar el sistema global de producción y distribución de alimentos.

La primera mitad de la reunión de la tarde, que se llevó a cabo en línea y en persona en la sede de las academias en los jardines del Vaticano, se centró en “El alivio de la deuda para los países en desarrollo y la arquitectura internacional y fiscal”.

Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, fue parte de esa discusión en línea y Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, pronunció el discurso de apertura. Los ministros de Economía y Finanzas de México, Alemania, España, Italia y Argentina también estaban programados para hablar.

“Muchos países de bajos ingresos carecen de los recursos para pagar las vacunas, apoyar a los hogares y las empresas afectados por la crisis económica y hacer frente al pago de sus deudas. Me preocupa un aumento persistente de la pobreza mundial y una divergencia mundial duradera en la prosperidad, Yellen dijo en la reunión, según un texto publicado en el sitio web del Departamento del Tesoro.

“El Papa es una de las grandes voces de la razón y una autoridad moral convincente sobre el tema de la crisis climática”, dijo Kerry en una entrevista con Vatican News después de su reunión con el pontífice. “Se ha adelantado a la mayoría. Ha sido un líder”. (CNS/ Vatican Media)

Si bien se ha avanzado en la suspensión de “los pagos del servicio de la deuda de los países más pobres”, dijo, “debemos hacer más”.

Los impuestos corporativos y el cambio climático son otros dos problemas globales prioritarios para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, dijo Yellen.

Actualmente, parece haber una “carrera a la baja en las tasas de impuestos corporativos” que puede atraer empresas a estos países, pero que los deja sin “sistemas impositivos estables que generen ingresos suficientes para invertir en bienes públicos esenciales y responder a las crisis” y crea desigualdad entre los ciudadanos en cuanto a compartir la carga de financiar el gobierno.

“Estamos trabajando con las naciones del G20 para acordar una tasa impositiva corporativa mínima global que pueda detener esta tendencia bajista”, dijo. “Juntos, podemos utilizar un impuesto mínimo global para asegurarnos de que la economía internacional prospere sobre la base de un campo de juego más equitativo en la tributación de las corporaciones multinacionales y estimule la innovación, el crecimiento y la prosperidad”.

Sobre el tema del clima, Yellen dijo en la conferencia: “El costo de la inacción es demasiado grande”.

“Debemos impulsar una revolución de energía limpia que cree buenos empleos, logre justicia, reduzca las emisiones y la contaminación y aborde la crisis climática en el país y en el extranjero”, dijo. “En pocas palabras, el Departamento del Tesoro se centra en la movilización de fondos para la mitigación del cambio y la adaptación climáticos y apoyar la alineación más amplia del sistema financiero con las metas de emisiones netas cero”.

El segundo panel, en el que Kerry fue el orador principal, fue sobre “Cambio climático y energía sostenible y justa y transformación del sistema alimentario”, que según las academias incluiría un debate sobre cómo “movilizar las finanzas del sector público y privado para impulsar la red -Cero transición y ayudar a los países vulnerables a hacer frente a los impactos climáticos en la salud de sus habitantes “.

La oficina de Kerry no dio a conocer el texto de sus comentarios.

El enviado viajaba a Roma, Londres y Berlín del 13 al 19 de mayo para discutir formas de acelerar la acción para detener el cambio climático incluso antes de que los líderes mundiales se reúnan en la COP26.

Al reunirse con funcionarios del gobierno italiano el 13 de mayo, Kerry enfatizó que todos los países deben comenzar a reducir las emisiones de inmediato si quieren tener alguna esperanza de alcanzar el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados Celsius.

“No es suficiente decir ‘cero emisiones para 2050′”, dijo Kerry, según ANSA, la agencia de noticias italiana. “Debemos hacer las cosas ahora que permitan llegar a lo que necesitamos para el 2050”.

La ecología integral y la pandemia

Todo está relacionado

La ecología integral es la clave de interpretación, la base sobre la cual se construye el texto de la encíclica Laudato Si’. En este documento social del papa Francisco, la ecología integral es propuesta como un “nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza” (LS 215). Es un paradigma relacional que debería estructurar y organizar el conocimiento teniendo presente que un paradigma no es algo meramente teórico porque influye en los comportamientos de las personas (cfr. LS 215).

El p. Segura saluda al Santo Padre durante su encuentro con los miembros del Colegio Sacerdotal Argentino, en la Biblioteca del Palacio Apostólico.

Las palabras “todo” y “relación” ayudan a entender la ecología integral. La perspectiva del “todo” de la ecología integral de Laudato Si’ tiene en cuenta las relaciones de los seres creados y el vínculo de la creación con Dios. Esta “mirada amplia” (LS 159) que se debe buscar a través del diálogo, la distingue de conceptos o paradigmas afines y previene de cualquier enfoque sesgado o ideológico de la realidad.

La “relación” es una categoría fundamental para interpretar la creación y para la aproximación al misterio Trinitario. “Las Personas divinas son Relaciones Subsistentes, y el mundo, creado según el modelo divino, es una trama de relaciones” (LS 240). Si la creación estuviera desvinculada del Creador, no existiría, como tampoco existiría un ser que estuviera excluido de la compleja red de relaciones que hay entre las creaturas. La ecología integral como paradigma relacional no puede entenderse sino solo desde la Trinidad que ha creado una fraternidad universal. Por este fundamento trinitario la ecología integral de Laudato Si’ es un paradigma que proviene de la fe y no una ideología.

La pandemia actual pone en evidencia la interrelación y la interdependencia de los seres creados. De hecho, la rápida propagación del virus nos ha ayudado a tomar conciencia que nadie es ajeno al otro, pues somos una gran familia que vivimos en la misma “casa” o que navegamos en la “misma barca”. El mundo visto como una casa o como una aldea global se ha impuesto con fuerza. El fenómeno de la globalización está más vigente que nunca.

La COVID-19 muestra cómo la interconexión no es exclusiva de los hombres. Se trata de un virus, el SARS-CoV-2, el que nos interpela sobre nuestra identidad y lugar en la creación. Interroga porque, no pocas veces, los hombres nos hemos comportado como déspotas y, de repente, nos vemos débiles y frágiles, puesto que la enfermedad y la muerte nos han señalado los límites. No somos ni todopoderosos ni los únicos seres creados. La pandemia es una oportunidad para que cambiemos nuestros hábitos y estilos de vida reconociendo quiénes somos y aprendiendo a ver la naturaleza, a la que tanto daño le hacemos, con otros ojos, con los de la ecología integral. Solamente valorando y cuidando a cada ser creado, independientemente de la utilidad que nos pueda reportar, podremos evitar un panorama más desolador a causa de un desastre ecológico. Todavía estamos a tiempo de revertir esta situación.

¿Cómo continuar? Misterio Pascual y ecología integral

Imágenes del panel de presentación sobre las culturas indígenas durante la cumbre de Ecología Integral en la Universidad de Georgetown en Washington el 20 de marzo de 2019. Gran parte de las discusiones tuvieron en cuenta la encíclica “Laudato Si” de 2015 del papa Francisco.

Durante estos meses de pandemia se ha fortalecido el liderazgo del papa Francisco. Así como en el año 2015 Laudato Si’ fue una gran contribución de la Iglesia a toda la humanidad, que ratificó al Papa, a nivel geopolítico, como un líder mundial, hoy nos encontramos en un escenario similar. Pero es importante no quedarnos solamente con una mirada política de Francisco, sino tener presente su cercanía paterna en cuanto pastor que ha buscado acompañar y discernir los acontecimientos actuales desde el misterio pascual y la ecología integral.

En algunos países se vivieron momentos críticos de la pandemia cercanos a la Pascua, cuya celebración ha sido inédita. En estas circunstancias, Francisco ha iluminado la situación dramática que estamos atravesando desde el misterio pascual discerniendo que Jesucristo “quiere resucitar a una vida nueva […] a la humanidad entera”. Así como la cruz, instrumento de castigo, sufrimiento y muerte, fue transformada por el Señor en árbol de vida, de modo semejante, la pandemia que genera tanta angustia debe convertirse en una oportunidad de vida para los hombres de hoy y de mañana.

Nuestra civilización que necesita ser resucitada por el Señor, desacelerarse, repensarse y regenerarse, debe aprender a vivir la “fraternidad universal”. Esta fraternidad tiene su fundamento en Dios Creador y es realmente “universal” por el misterio de la Encarnación. Ahora, es cierto que los hombres tenemos grandes dificultades para reconocernos y vivir como hermanos, sin embargo, es necesario superarlas si aspiramos a relacionarnos fraternalmente con todos los seres creados.

Una exigencia de esta fraternidad humana es la solidaridad. Es necesaria una solidaridad universal nueva para cuidar la creación (cfr. LS 14) y para derrotar la emergencia de la COVID-19. Esta solidaridad, que es intrageneracional e intergeneracional (cfr. LS 162), es la base de la sostenibilidad, concepto al que hizo alusión el Papa al indicar que es importante unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral. Por tal motivo, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas será una quimera si no se empieza a hacer realidad la “solidaridad global” (LS 240).

Frente a la aparente imposición de los “paradigmas tecnocráticos (sean estadocéntricos, sean mercadocéntricos)” y a la globalización de la indiferencia que Francisco ha llamado inacción, es necesario emprender con urgencia el camino de una conversión ecológica (cfr. LS 217) para adoptar el paradigma Trinitario de la ecología integral y globalizar la solidaridad. En el marco de esta emergencia sanitaria en la que estamos inmersos es providencial que, luego de la celebración de la semana de Laudato Si’ con ocasión del quinto aniversario de su publicación, el papa Francisco llame a un año especial para reflexionar sobre la encíclica, de tal modo que podamos cuidar nuestra casa común y a nuestros hermanos y hermanas más frágiles.

El padre Segura es especialista en Doctrina Social de la Iglesia por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.

Un año para la conciencia ecológica

El Vaticano propone iniciativas a parroquias y escuelas

A los cinco años de publicada Laudato Si’, la más profética de las encíclicas del papa Francisco y que le ha valido el reconocimiento aún de otras confesiones religiosas y líderes de estado, la coyuntura actual exige su mayor difusión y puesta en práctica.

Es por ello que en este período crucial, el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral del Vaticano ha establecido que, por deseo del Santo Padre, desde el 21 de mayo de 2020 hasta el 24 de mayo de 2021 se celebre un año especial de aniversario de la mencionada encíclica, con la participación activa y entusiasta de todos.

Se podría decir que el año de aniversario comenzó con la primera Semana Laudato Si’ de mayo último, y continuará con diversas actividades; esto con el fin de alcanzar la conciencia, de que el mundo habitado necesita de una urgente “conversión ecológica”.

Convocatoria amplia

La invitación a participar de este año celebrativo está dirigido a todo el que quiera presentar respuestas inmediatas, a situaciones urgentes en el ámbito local, regional, nacional e internacional. Ya el papa Francisco en su encíclica convocaba a esta tarea: “todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades” (LS, 14). Si bien la lista de iniciativas propuestas es abierta, hay algunas que ya se pueden tener en cuenta en los calendarios y planes de trabajo del 2020 y 2021 en las diócesis, movimientos, escuelas y organizaciones civiles.

Por ejemplo, se tienen meses por delante para organizar iniciativas de celebración, reflexión y acciones concretas durante el llamado “Tiempo de la Creación”, que se desarrollará del 1 de septiembre al 4 de octubre próximos. Otra actividad que destacamos del documento es el Concurso Bíblico 2020, que será el primer concurso mundial de los medios de comunicación social sobre la Biblia, con especial referencia a la Laudato Si’.

También se podrá acompañar con la oración y actividades de interiorización durante la Reunión de Líderes Religiosos, propuesta
para principios de la primavera europea. Casi al finalizar el año de celebraciones, la ocasión será propicia para destacar el Día Mundial del Agua (22 de marzo), mediante iniciativas para cuidar este vital elemento, del cual no se abastece aún gran parte de la humanidad.

Para conmemorar el quinto aniversario de su encíclica Laudato Si’, el papa Francisco llamó a los cristianos a unirse en oración y actos de cuidado por la tierra y los pobres. (Foto CNS / Alessandro Garofalo, Reuters).

Conversión ecológica

El documento de preparación al año jubilar invitará a diversas instituciones, para que asuman el compromiso público de iniciar un camino de siete años hacia una total sostenibilidad en el espíritu de Laudato Si’, que no es otra cosa que lograr una ecología integral en varios espacios de la vida diaria.

Una de ellas son las «Familias Laudato Si’», que quieran emprender un camino de siete años hacia la ecología integral. Del mismo modo, y según su propia naturaleza y exigencia, se les invitará a seguir este camino planificado a las diócesis, escuelas, universidades, órdenes religiosas, hospitales, centros de salud, empresas y granjas agrícolas.

A esto, hay que sumarle el reconocimiento público que se hará a aquellas personas e instituciones que demuestren un recorrido práctico de trayectoria individual o comunitaria, para el cuidado de la casa común que es la Tierra.

Con este fin, a partir de 2021 se otorgaran los premios anuales Laudato Si’ al mejor líder mundial, así como al mejor animador local, mejor familia y escuela. Otros premios serán a la mejor diócesis, mejor parroquia o comunidad religiosa, junto al mejor modelo de empresa, granja agrícola, entre otros, entre los que están los medios de comunicación social.

Lo que se busca

Está claro que un año no es suficiente para conseguir una “conversión ecológica”, por lo que este plan busca ampliarse a siete años de forma escalonada y progresiva. Sin embargo, este tiempo jubilar de un año intentará alcanzar algunos objetivos iniciales, que sirvan para medir lo que es la ecología integral en el espíritu de Laudato Si’.

Se quiere por lo tanto, “una utilización mayor de energía limpia y renovable, y la reducción de combustibles fósiles para lograr la neutralidad de carbono, proteger y promover la biodiversidad, garantizar el acceso al agua potable para todos, entre otros”, según explica el documento vaticano.

Asimismo, se busca responder con una decidida defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte y de todas las formas de vida sobre la tierra “con especial atención a los grupos vulnerables, como las comunidades indígenas, los migrantes, los niños en riesgo de esclavitud”.

A esto hay que sumarle lo que es una “economía ecológica”, que busca una producción sostenible, un comercio justo, así como consumo e inversiones éticas que no causen daño al planeta.

Para contribuir, debemos adoptar un estilo de vida sobrio, “evitando los plásticos desechables, adoptando dietas más vegetarianas y reduciendo el consumo de carne, así como utilizando más el transporte público”, por citar algunos. El replanteo y reformulación de los programas educacionales, promoviendo la vocación ecológica de los jóvenes, de los maestros y de los líderes en materia de educación, es otro de los objetivos propuestos.

Finalmente y a nivel espiritual, se quiere recuperar la visión religiosa de la creación de Dios, “estimulando el contacto con el mundo natural con espíritu de admiración, alabanza, gozo y gratitud (y) promover celebraciones litúrgicas centradas en la creación, elaborar enfoques ecológicos de catequesis, oración, retiros, formación, etc.”

Como vemos, todos pueden encontrar su propio espacio de acción durante este primer año Laudato Si’.

Oración publicada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en conmemoración al quinto aniversario de la encíclica del papa Francisco “Laudato Si’, sobre el cuidado de nuestro hogar común”.

Vaticano prohibirá venta de plástico desechable

CIUDAD DEL VATICANO (Por Carol Glatz/CNS)—. Después de que se agoten los suministros actuales, el Estado de la Ciudad del Vaticano ya no venderá artículos de plástico de un solo uso —no reutilizable o desechable— en su pequeño territorio.

La Unión Europea se comprometió en mayo a prohibir el uso de plástico de un solo uso a partir del año 2021, pero el Vaticano ya había comenzado a limitar su uso y pronto “no se venderán” en las tiendas de la ciudad estado, dijo Rafael Ignacio Tornini, jefe del departamento que maneja los jardines estatales de la Ciudad del Vaticano. y la recogida y reciclaje de residuos.

“Hemos estado haciendo un esfuerzo para clasificar la mayor cantidad posible (de plástico), y el estado ha limitado todas las ventas de plástico de un solo uso”, dijo a la agencia de noticias italiana ANSA el 16 de julio.

Después de que todos los artículos almacenados previamente se hayan agotado, no se venderá más plástico desechable, dijo.

Los plásticos de un solo uso incluyen bolsas, botellas de agua, cubiertos, absorbentes o popotes y globos. Los cinco principales artículos de plástico de un solo uso que contaminan las costas europeas son colillas de cigarrillos, botellas y tapas, envases de alimentos, bastoncillos de algodón y toallitas húmedas, según una investigación realizada en 2016 por la Comisión Europea.

Una mujer sostiene botellas de agua junto a un bote de basura debajo de la columnata de la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 16 de julio de 2019. El Vaticano recolecta 22 libras de plástico al día de los contenedores de basura debajo de la columnata. (CNS/ Paul Haring)

El Vaticano ha estado trabajando por mucho tiempo para reducir su impacto ecológico, especialmente con la instalación de un sistema de energía solar en el techo de la sala de audiencias de Pablo VI en 2008.

Después de comenzar un programa de reciclaje en 2008, Tornini dijo que el 55 por ciento de sus residuos sólidos municipales se están clasificando y reciclando adecuadamente a través de un contratista privado en Italia. Su objetivo, dijo, es alcanzar los estándares de la UE de reciclaje del 70-75 por ciento de los residuos regulares.

Con menos de mil residentes, pero miles de empleados e innumerables visitantes, la Ciudad del Vaticano produce 1,000 toneladas de basura al año.

Se espera que los individuos coloquen artículos reciclables en los contenedores o depósitos correctos, mientras que el departamento se encarga de la recolección de residuos orgánicos y aceite de cocina de puerta a puerta, dijo.

Después de que comenzó la recolección de residuos de alimentos hace cinco meses, la cantidad total de residuos no reciclados se ha reducido entre un 12 y un 13 por ciento cada mes, explicó Tornini.

En un esfuerzo por reciclar mejor lo que dejan los turistas, Tornini dijo que “hemos podido recolectar alrededor de 22 libras (10 kg) de plástico al día” en contenedores debajo de la columnata de la Plaza de San Pedro.

Añadiendo que han tenido un gran éxito en el reciclaje de hasta el 98 por ciento de los desechos traídos a su “estación ecológica” que maneja desechos “especiales” como baterías, neumáticos, productos farmacéuticos vencidos y otros desechos peligrosos.

A pesar de todos los programas de reciclaje y los equipos implementados, lo que realmente se necesitaba, según Tornini, era un cambio de mentalidad.

“Nos tomamos en serio las pautas del Santo Padre en ‘Laudato Si’ ‘. Nuestra casa común necesita protección, y si no damos nosotros el ejemplo, ¿entonces quién…?”, concluyó el funcionario público vaticano.

Documental sobre Francisco muestra como la Iglesia está cambiando al mundo

NUEVA YORK—. La campiña salvadoreña, una mezquita canadiense, un taller de carpintería en la pequeña isla italiana de Lampedusa y una casa familiar en Minnesota sirven de escenario al último documental de la Fundación de Medios Católicos Salt+Light, Francis Impact (El impacto de Francisco).

A diferencia de la mayoría de los documentales papales o de temática vaticana, hay pocas imágenes de Roma. Este, en cambio, estrenado el 5 de mayo, y que se continuará retransmitiendo hasta el 18 de mayo, dirige la atención del espectador hacia esas regiones del mundo a menudo olvidadas, siguiendo la mirada de su protagonista.

El Papa Francisco “es una persona que trasciende su posición oficial”, dice el fundador de una mezquita en Quebec, en la que murieron 6 fieles y otros 20 resultaron heridos en un atentado antiinmigrante en enero de 2017.

“Para mí, el Papa es un gran hombre”, dice entre lágrimas el líder musulmán, quien tras la masacre forjó un estrecho vínculo con el cardenal Gérald Cyprien Lacroix, cuando este se acercó para transmitirle las condolencias personales del Papa.

Mons. Lacroix, Arzobispo de Quebec y Primado de Canadá, dice que su amistad con la comunidad islámica de Quebec es solo un ejemplo de lo que Francisco quiere decir cuando habla de una “cultura de encuentro”.

El Papa Francisco arroja una corona de flores al mar Mediterráneo frente a la isla italiana de Lampedusa en esta foto de archivo del 8 de julio de 2013 para honrar la memoria de los inmigrantes ahogados tratando de cruzar desde África en busca de una nueva vida en Europa. (CNS)

“El diálogo interreligioso no ocurrirá en las altas esferas si no sucede primero entre las personas comunes y corrientes”, dice.

En su último documental, el escritor y productor Sebastian Gomes se enfoca en las formas a menudo subrepticias en que el pontífice romano ha logrado transformar las vidas de católicos y no católicos por igual.

“Esta no es una película sobre Francisco cambiando la Iglesia”, dice Gomes. “Es una película sobre la Iglesia cambiando el mundo”.

En El Salvador, la película analiza cómo los católicos tomaron las calles junto a los activistas ambientales para exigir que el gobierno prohibiera la minería de oro y otros metales, que estaba destruyendo el suministro de agua del país. La acción fue inspirada en gran medida por la encíclica ‘Laudato Si’ del Papa 2015, en la que hace un llamado a la acción global para proteger la creación.

En la isla de Lampedusa, un ateo confeso describe cómo el foco de atención de los migrantes del Papa ha despertado la conciencia de los isleños sobre la realidad de que el mundo a menudo se divide entre “personas de primera clase y personas de segunda clase”, y que el Papa está exigiendo el fin de tales discriminaciones.

El biógrafo papal Austen Ivereigh, quien es entrevistado en la película, describe el énfasis del papa Francisco en los emigrantes y refugiados como el “futuro de un cristianismo renacido o revitalizado”, específicamente debido a la esperanza que ellos representan.

En Minnesota, el documental narra la experiencia de una pareja católica que busca casarse cuyos planes fueron frustrados inicialmente por un complicado proceso de anulación y cómo llegaron a beneficiarse del proceso de reforma iniciado por Francisco, que finalmente les permitió casarse en la Iglesia.

El Papa Francisco acepta regalos de jóvenes con atuendos tradicionales al llegar al aeropuerto internacional de Skopje, en Macedonia del Norte, el 7 de mayo de 2019. (CNS/ Vatican Media).

El cardenal Kevin Farrell, hombre clave del Papa para asuntos matrimoniales y familiares, describe los esfuerzos de reforma como un intento de alejarse de las “reglas y regulaciones”, y en su lugar guiarse por el “amor y la misericordia de Jesucristo”.

Después de romper el odómetro con entrevistas a través de todo el continente americano y el Mediterráneo, el equipo de filmación finalmente aterriza en Roma, donde el propio Gomes invita al Papa a ofrecer un resumen de su ministerio y misión.

El papa Francisco recuerda que cuando Jesús reunió a sus apóstoles antes de ascender al cielo, lo hizo en Jerusalén, el centro del mundo entonces. Pero esa reunión en el centro, dice Francisco, fue solo por un corto período de tiempo antes de emprender la misión que les dejó de salir al mundo entero y predicar el Evangelio.

“El Espíritu Santo siempre tiene ese doble movimiento”, dice Francisco. “Envía y unifica”.

“Es por eso que la Iglesia siempre sale fuera de sí misma”, continúa. “Va a las periferias, que es donde se debe sembrar el Reino de Dios”.

Las periferias, insiste Francisco, son físicas, intelectuales e ideológicas, y es allí a donde febe dirigirse la misión de la Iglesia de hoy.

“Ir a las periferias significa tocar la realidad”, concluye. “Hermanos y hermanas, vayamos a la periferia”.

El bien común por delante de las ganancias financieras, aconseja el papa Francisco

CIUDAD DEL VATICANO (Por Junno Arocho Esteves/CNS)—. Un “voraz” modelo económico que explota los recursos de la tierra mientras menosprecia los derechos y culturas de los pueblos indígenas, ha dejado al planeta en una condición precaria y requiere un cambio de corazón que ponga el bien común por delante de las ganancias financieras, dijo el papa Francisco.

Dirigiéndose a los participantes de una conferencia de dos días en el Vaticano el 3 de mayo, el papa dijo que como todas las actividades económicas, la minería “tendría que estar al servicio de toda la comunidad humana”, especialmente de los indígenas que a menudo “se les presiona para que abandonen sus tierras y las dejen libres para proyectos extractivos, agrícolas o de cría, que no presten atención a la degradación de la naturaleza y la cultura”.

El Papa Francisco se dirige a los participantes en el encuentro sobre la industria minera organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. (Medios Vaticanos)

“Ellos no son simplemente una minoría entre los demás, sino deben ser los principales socios en el diálogo, en especial cuando se proponen grandes proyectos que afectan sus tierras”, dijo. “Insto a todos a respetar los derechos humanos fundamentales y la voz de las personas en estas hermosas y aún frágiles comunidades”.

La conferencia del 2 al 3 de mayo, titulada “La minería para el bien común”, fue auspiciada por el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y en la misma participaron representantes de la industria minera de Canadá, Latinoamérica, África y Asia. Igualmente participaron en el evento miembros de las iglesias metodista y anglicana, la Unión Internacional de Superioras Generales de Congregaciones Religiosas y organizaciones católicas de justicia social y desarrollo.

También estuvieron presentes miembros de las comunidades afectadas por la industria minera, incluyendo a representantes de la ciudad de Brumadinho, Brasil. A final de enero, el dique de Brumadinho, el cual es propiedad de la compañía minera Vale, colapsó.

La rotura del dique ocasionó una catastrófica avalancha de lodo que mató a más de 200 personas y causó que gran cantidad de material tóxico del mineral de hierro extraído se filtrara en el terreno. Los expertos creen que los desechos contaminantes eventualmente llegarán al Río San Francisco, el río más largo que recorre todo Brasil.

En su discurso, el papa dijo que los líderes de la industria minera deben asegurarse de que sus actividades estén orientadas “al desarrollo humano integral de cada persona y de todos” y “debe estar al servicio del ser humano y no viceversa”.

“La atención a la seguridad y bienestar de las personas involucradas en la extracción minera así también como el respeto a los derechos humanos fundamentales de los miembros de las comunidades locales y de aquellos que abogan por sus causas, de hecho son principios que no son negociables. La simple responsabilidad social corporativa no es suficiente”, dijo.

Citando su encíclica “‘Alabado Seas’, sobre el Cuidado de la Casa Común”, el papa Francisco instó a los participantes de la conferencia a “abandonar la cultura del descarte” y seguir propiciando que los sistemas industriales adopten “un modelo circular de producción capaz de preservar los recursos y maximizar el eficiente uso, reutilización y reciclaje de los mismos”.

También agradeció a los líderes de la industria minera así como a los representantes de la iglesia y la comunidad por participar en la conferencia, la cual les ayudará a salvaguardar el planeta a la vez que los retará a “pensar y actuar como miembros de una casa común”.

“Tenemos que actuar juntos para sanar y reconstruir nuestra casa común”, dijo el papa. “Todos nosotros estamos llamados a cooperar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno según su propia cultura, experiencia, involucramiento y talentos”.